viernes, 30 de diciembre de 2016

Puerto de Navacerrada, ruta 03 Praderas de Valsaín

Puerto de Navacerrada, Residencia de Los Cogorros, Mirador de Gallarza, Mirador Maravillas,        Pradera de las Machorras, Pradera de Navalviento, Camino de los Cospes, Camino Schmid, Arroyo Ventoso, Pradera de Navalusilla, 


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C       Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: M / A* (IBP: 77)   Recorrido: 11,7 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 4:20 horas    Tiempo en Movimiento: 3:48 horas    Altitud mínima: 1542 metros  

Altitud máxima: 1888 metros   Desnivel positivo: 502 metros   Desnivel negativo: 502 metros

Desnivel acumulado: 1004 metros      Fuentes: NO      Sombras: 70%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 28-12-20216      Señalizada: NO


Descripción:

Nota: la catalogación de dificultad alta viene dada por haberla realizado con nieve/hielo. 

Desde el aparcamiento del Puerto de Navacerrada (1.853m), tomamos dirección Noroeste, Enrique, Fernando, Manuel, Paco y el que suscribe,
Hay mucha menos nieve de la esperada y sin problemas llegamos a la Residencia de los Cogorros, Complejo del Ejercito del Aire, para descanso vacacional y social de las Fuerzas Armadas.

Rodeamos el edificio por la izquierda y en la bifurcación que se presenta, tomamos a derecha, pasando un observatorio meteorológico, para a continuación llegar al Mirador de Gallarza.

En honor a Eduardo Gonzalez-Gallarza; aviador, profesor de la escuela de Cuatro Vientos, y Ministro del Aire. Que formó la Escuadrilla El Cano, compuesta por tres aviones Breguet 19, la cual realizó el vuelo entre Madrid y Manila, el 5 de abril de 1926. Recorriendo 17.500 kilómetros en 39 días, siendo recibidos como héroes por la población y las autoridades filipinas.

Continuamos la marcha en sentido Norte, para andar por la zona de Los Cogorros. Se comienza a ver restos de nieve helada, y Manuel viendo que no va equipado para la ruta, decide regresar para no entorpecer el ritmo al resto del grupo. La senda nos lleva al Mirador Maravillas. (2,22 km), y cierto que la vista, de las pistas de la estación de esquí y la Bola del Mundo, son estupendas.

Se reanuda la marcha y la senda va girando a Noroeste, para encontrar la primera de las praderas; la Pradera de las Machorras (3,37km – 1.618m). Continuamos en dirección Sur, primero y después Suroeste, hasta una vaguada, por la que se llega a una pista forestal y el Arroyo del Telégrafo a su derecha (4,05km – 1.549m), punto más bajo de la ruta.

Seguimos a izquierda por la pista, y poco más se llega a un cargadero de madera y bifurcación de caminos. Seguimos ascendiendo en sentido Oeste/Noroeste, para arribar a la segunda pradera, en la ruta de hoy; la Pradera de Navalviento (4,55km), donde se aprovechando el buen tiempo, al sol y sin viento, descansamos y comemos algo.

Desde este punto, nos llama la atención la vista del Montón de Trigo, muy distinta de la habitual, por verse la continuidad del cerro hacia el Norte. Continuamos con la misma dirección que traíamos, viendo al fondo y entre pinos, parte de Siete Picos y el Cerro Ventoso; encontrando al final el Camino de los Cospes.

Lo seguimos a siniestra y poco más enlazamos con el Camino Schmid, comenzando los problemas a partir de aquí; por estar prácticamente helado. Avanzamos muy lentamente, cruzando el Arroyo Ventoso, y abandonando el camino cuando lo vemos extremadamente peligroso.

Por la vertiente izquierda, recuperamos el ritmo de la marcha y conseguimos divisar la tercera planicie y nos dirigimos hacia ella, siendo un placer el tramo recorrido hasta llegar a la Pradera de Navalusilla o de la Navilla (8,18 km).

Después de un brevisimo descanso y tomadas las fotos de rigor, reanudamos la marcha, volviendo al Camino Schmid, para volver a seguir sufriendo, y pensando en que aún queda el remate; atravesar la pista de esquí. Es increíble que año tras año, siga esto igual de peligroso. Será necesario que haya muertes, para que algún responsable se de cuenta, de que es necesario salvar este paso con un subterráneo.

El espectáculo no tiene fin, con caídas de todo tipo de personas, y gracias que hoy las condiciones no son optimas, no bajan esquiadores, con los que hay que lidiar. Una vez más el negocio prima, sobre los derechos de un camino centenario.
Finalmente conseguimos alcanzar, la entrada de la residencia y regresar al punto de partida. 

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