jueves, 29 de diciembre de 2016

Cercedilla, ruta 05 Valle de Siete Picos, Estación de Navacerrada

Cercedilla, Camorritos, Camino de Siete Picos, Estación de Navacerrada, Camino de la Vaqueriza


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Alta   Recorrido: 18,1 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 5:46 horas     Tiempo en Movimiento: 4:38 horas      Altitud mínima: 1183 metros  

Altitud máxima: 1765 metros    Desnivel positivo: 654 metros    Desnivel negativo: 654 metros

Desnivel acumulado: 1308 metros      Fuentes: SI       Sombras: 60%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 21-01-2015      Señalizada: NO


Descripción:  
Nota: la catalogación de dificultad ALTA, viene dada por hacer toda la ruta con nieve y bastante espesor.

Otra ruta en compañía del nutrido grupo del Gmsma, que partiendo de Cercedilla, vamos a subir por el Camino de Siete Picos, hasta la Estación de Navacerrada. Siguiendo parte del trazado del tren, que finaliza en el Puerto de Cotos.

Al parecer sin otros datos que lo contradiga, Cercedilla tiene su origen en la época del Imperio Romano, alrededor del siglo I d. C. Cuando siguiendo la Vía Antonina, de Titulcia (lugar no identificado) hasta Segovia, las Legiones imperiales se encontraron con el Valle de la Fuenfría y tener que superar la Sierra de Guadarrama. Lo que les obligo a tener que habilitar un campamento, hasta poder vencer el obstáculo, con la calzada romana.

Con un día despejado y luciendo un sol radiante, arrancamos desde el aparcamiento gratuito, situado en la Av. Sierra de Guadarrama, muy cerca del ayuntamiento, siguiendo ésta calle y ctra M-622 a la derecha (sentido noroeste); con la magnífica vista nevada de Siete Picos. Cruzamos el arroyo de la Teja y vemos a la derecha, el antiguo lavadero que data del 1945.

Giramos a izquierda por c/. del Bautismo, continuando otra vez a izquierda, por c/. Camino de los Cantos Gordos. La calle se hace pista, que nos lleva hasta una bifurcación (1,06km), donde insistimos a siniestra por el Camino Mata del Robledal y en la siguiente división, proseguimos de frente; hasta entroncar con el Camino de Majavilan

Luego pasa a llamarse Camino de las Tajas, que tras una revuelta desemboca en el Camino de Siete Picos o ctra de Camorritos, donde está el apeadero/estación de Camorritos (2,19km). Reagrupado el grupo, cruzamos la vía y proseguimos a la diestra; viendo al otro lado del ferrocarril la Ermita de Santa María de la Cabeza, del s. XVIII y restaurada en 1955. 

En el poco tiempo transcurrido, el tiempo ha cambiado totalmente, pasando a estar cubierto y comenzando a nevar. Volviendo a cruzar la línea del tren, vadeamos el arroyo del Polvillo y luego de una zeta que hace la pista, cruzamos por tercera vez la vía del tren (3,42km). Persistimos junto al trazado ferroviario, cruzando un regato y el río del Pradillo.

Poco después llegamos a la abandonada estación de Siete Picos, que no puede dar cobijo a los casi 30 componentes del grupo, pero aún así, buscamos amparo de la nevada y del intenso frio, para tomar el primer aperitivo.

Reanudada la marcha, prosigue la expedición por la falda del Valle de Siete Picos, pasando por el Collado Albo y a los pies de Peña Mostajo. El sentido de la marcha, toma dirección Norte y reencontrada la vía (aunque no la vemos porque tiene un manto de 30cm de nieve); pasamos al margen derecho y andamos por su trazado, cuando oímos el aviso de parar. 

El experto en horarios del tren de la naturaleza (Paco Cantos), nos indica que en poco pasara el tren de la una, y así es. El tren se abre paso entre la nieve y tal como apareció, desaparece. Libres de tráfico ferroviario durante una hora, proseguimos nuestra ruta haciendo valer el refrán: no hay mal, que por bien no venga. Pues gracias a la nieve, no sufrimos el tener que caminar sobre el balasto.

balasto: piedras de entre 3 y 6 centímetros, procedentes de machaqueo de; cuarcitas, basaltos y granitos. Ya que  trabajan de manera conjunta por rozamiento. Sobre ellas están las traviesas que soportan los raíles.

Cuando estamos bajo la Pimpolla Negra, cruzamos el arroyo de Matasalgado y tras 2km que se hacen interminables, vemos a derecha la Iglesia Virgen de las Nieves y alcanzamos la Estación de Navacerrada (9,46km - 1.773m); máxima altura de la ruta. 

Entramos en la Cantina de la estación, que esta a rebosar de montañista, deseosos de tomar una tacita de caldo calentito. Nos “acomodamos” y al menos protegidos de la infernal climatología, comemos el sustento que nos de fuerzas para regresar. Luego se hace la foto de grupo en la puerta y comienza el retorno al pueblo.

Esta nevando moderadamente, pero parte del grupo desiste y espera al tren para regresar a Cercedilla. Solo quince valientes, cruzamos por última vez la vía y enfilamos el Camino del Calvario o de la Vaqueriza, con el arroyo del Puerto, acompañándonos por la derecha. La estampa continua que tenemos, es preciosa. 

El frio pega de lo lindo, de tal manera que fallan, algunos móviles y cámaras de fotos. Pisando una inmaculada alfombra de nieve, pasamos junto a la Pradera de la Vaqueriza, ignoramos un desvío a la izquierda (11,8km) y llegamos a otra pradera; donde se ven los restos del campamento juvenil; Hernan Cortes o Alonso de Ercilla. Que se instalo entre los años 1960 y 1970, siendo uno de los más importantes de la Organización Juvenil Española “OJE”.

Continuamos cruzando el arroyo de Fraguilla y el arroyo del Regato y llegados a un desvío, dejamos el camino/pista y seguimos a derecha con la misma dirección; reencontrándonos con el Camino del Calvario, por el que pasamos junto al Embalse de Navalmedio. Sobrepasado éste, la ruta toma rumbo sur compartiendo trazado con la pista que viene de la Venta Real; situada en la ctra M-601.

Poco después torcemos a derecha (15,8km), siguiendo el Camino del Calvario y ahora también recorrido del GR-10 y Camino de Santiago. Al final, en la Av. de Francisco Ruano, giramos a derecha, ignoramos el desvío a la Ermita de San Antonio y cruzando el río de las Fuentes, entramos bajo una nevada copiosa, en c/. Manuel González Amezúa. 

La calle baja hasta la Av. de la Sierra de Guadarrama, y por ella retornamos al punto de partida, finalizando la extraordinaria ruta, pero no la jornada, pues nos acercamos a la Plaza Mayor, para tomar las pertinentes cervezas, cafés o lo que el cuerpo pida; pensando que todo lo malo ya había pasado, pero quedaba historia por contar.

Saliendo de Cercedilla sobre las cinco de la tarde, pensábamos en estar en nuestras casas, como muy tarde a las seis ¡pero en Los Molinos, la ctra M-622 esta con placas de hielo, el autobús que sube de Guadarrama, esta parado y los coches patinan! Logrado salvar el escollo, entramos en Guadarrama sobre las siete y media, estando todo el pueblo colapsado; consiguiendo finalmente entrar en la autopista en torno a las ocho y media. Total un viaje de vuelta para olvidar. 

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