M A P A P E R F I L F O T O S Track KML W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Alta Recorrido: 18,1 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:46 horas Tiempo en Movimiento: 4:38 horas Altitud
mínima: 1183 metros
Altitud máxima: 1765 metros Desnivel
positivo: 654 metros Desnivel
negativo: 654 metros
Desnivel acumulado: 1308 metros Fuentes:
SI Sombras: 60%
Recomendada: todo el año Realizada: 21-01-2015 Señalizada: NO
Nota: la catalogación de dificultad ALTA, viene dada por hacer toda la ruta con nieve y bastante espesor.
Otra ruta en compañía del nutrido grupo del
Gmsma, que partiendo de Cercedilla, vamos a subir por el Camino de Siete
Picos, hasta la Estación de Navacerrada. Siguiendo parte del trazado del tren, que finaliza en el Puerto de Cotos.
Al
parecer sin otros datos que lo contradiga, Cercedilla tiene su origen en la
época del Imperio Romano, alrededor del siglo I d. C. Cuando siguiendo la Vía
Antonina, de Titulcia (lugar no identificado) hasta Segovia, las Legiones
imperiales se encontraron con el Valle de la Fuenfría y tener que superar la
Sierra de Guadarrama. Lo que les obligo a tener que habilitar un
campamento, hasta poder vencer el obstáculo, con la calzada romana.
Con un día despejado y luciendo un sol radiante, arrancamos
desde el aparcamiento gratuito, situado en la Av. Sierra de Guadarrama, muy cerca
del ayuntamiento, siguiendo ésta
calle y ctra M-622 a la derecha (sentido noroeste); con la magnífica vista nevada de Siete Picos. Cruzamos el arroyo de la Teja y vemos a la derecha, el antiguo lavadero
que data del 1945.
Giramos a izquierda por c/. del Bautismo, continuando otra vez a izquierda, por c/. Camino de los Cantos Gordos. La calle
se hace pista, que nos lleva hasta una bifurcación (1,06km), donde insistimos a siniestra por el Camino Mata del Robledal y en la siguiente división, proseguimos de frente; hasta entroncar con el Camino
de Majavilan.
Luego pasa a llamarse Camino
de las Tajas, que tras una revuelta desemboca en el Camino de Siete Picos o ctra
de Camorritos, donde está el apeadero/estación de
Camorritos (2,19km). Reagrupado el grupo, cruzamos la
vía y proseguimos a la diestra; viendo al otro lado del ferrocarril la Ermita de Santa María de la
Cabeza, del s. XVIII y restaurada en 1955.
En el poco tiempo transcurrido, el tiempo ha
cambiado totalmente, pasando a estar cubierto y comenzando a nevar. Volviendo a cruzar la línea del tren,
vadeamos el arroyo del Polvillo y luego de una zeta que hace la pista, cruzamos por tercera vez la vía del tren (3,42km).
Persistimos junto al trazado ferroviario, cruzando un regato y el río del Pradillo.
Poco después llegamos a la abandonada estación de Siete
Picos, que no puede dar cobijo a los casi 30
componentes del grupo, pero aún así, buscamos amparo de la nevada y del intenso frio, para tomar
el primer aperitivo.
Reanudada la marcha, prosigue la expedición por la falda del Valle de
Siete Picos, pasando por el Collado Albo y a los pies de Peña Mostajo. El sentido de la marcha, toma dirección
Norte y reencontrada la vía (aunque no la vemos porque tiene un manto de 30cm
de nieve); pasamos al margen derecho y andamos por su trazado,
cuando oímos el aviso de parar.
El experto en horarios del tren de la
naturaleza (Paco Cantos), nos indica que en poco pasara el tren de la una, y así es. El tren
se abre paso entre la nieve y tal como apareció, desaparece. Libres de tráfico ferroviario durante una hora, proseguimos
nuestra ruta haciendo valer el refrán: no hay mal, que por bien no venga. Pues gracias
a la nieve, no sufrimos el tener que caminar sobre el balasto.
balasto: piedras de entre 3 y 6 centímetros, procedentes de
machaqueo de; cuarcitas, basaltos y granitos. Ya que trabajan de manera conjunta por rozamiento.
Sobre ellas están las traviesas que soportan los raíles.
Cuando estamos bajo la Pimpolla Negra,
cruzamos el arroyo de Matasalgado y tras 2km que se hacen interminables, vemos a derecha la Iglesia Virgen de las Nieves y alcanzamos la Estación de
Navacerrada (9,46km - 1.773m); máxima altura de la ruta.
Entramos en la Cantina de la estación, que
esta a rebosar de montañista, deseosos de tomar una tacita de caldo calentito.
Nos “acomodamos” y al menos protegidos de la infernal climatología, comemos el sustento que nos de fuerzas
para regresar. Luego se hace la foto de grupo en la puerta y comienza el
retorno al pueblo.
Esta nevando moderadamente, pero parte del
grupo desiste y espera al tren para regresar a Cercedilla. Solo quince valientes,
cruzamos por última vez la vía y enfilamos el Camino
del Calvario o de la Vaqueriza, con el arroyo del Puerto, acompañándonos por
la derecha. La estampa continua que tenemos, es preciosa.
El frio pega de lo
lindo, de tal manera que fallan, algunos móviles y cámaras de fotos. Pisando
una inmaculada alfombra de nieve, pasamos junto a la Pradera de la Vaqueriza,
ignoramos un desvío a la izquierda (11,8km) y llegamos a otra pradera; donde
se ven los restos del campamento juvenil; Hernan Cortes o Alonso de Ercilla. Que
se instalo entre los años 1960 y 1970, siendo uno de los más importantes de la
Organización Juvenil Española “OJE”.
Continuamos
cruzando el arroyo de Fraguilla y el arroyo del Regato y llegados a un desvío, dejamos el camino/pista y seguimos a derecha con la misma
dirección; reencontrándonos con el Camino del Calvario, por el que pasamos junto al Embalse
de Navalmedio. Sobrepasado éste, la ruta toma rumbo sur compartiendo trazado con la pista que viene de
la Venta Real; situada en la ctra M-601.
Poco después torcemos a derecha (15,8km), siguiendo el Camino del Calvario y ahora también recorrido del GR-10 y Camino de Santiago. Al final, en la Av. de Francisco Ruano, giramos a derecha, ignoramos el desvío a la Ermita de San Antonio y cruzando el río de las Fuentes, entramos bajo una nevada copiosa, en c/. Manuel González Amezúa.
La calle baja hasta la Av. de la Sierra de Guadarrama, y por ella retornamos al punto de partida, finalizando la extraordinaria ruta, pero no la jornada, pues nos acercamos a la Plaza Mayor, para tomar las pertinentes cervezas, cafés o lo que el cuerpo pida; pensando que todo lo malo ya había pasado, pero quedaba historia por contar.
Saliendo de Cercedilla sobre las cinco de la
tarde, pensábamos en estar en nuestras casas, como muy tarde a las seis ¡pero en
Los Molinos, la ctra M-622 esta con placas de hielo, el autobús que sube de
Guadarrama, esta parado y los coches patinan! Logrado salvar el escollo, entramos en Guadarrama sobre las
siete y media, estando todo el pueblo colapsado; consiguiendo finalmente entrar en
la autopista en torno a las ocho y media. Total un viaje de vuelta para olvidar.
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