Haciendo limpieza de archivos,
me encuentro con el track que grabe con la aplicación Sports Tracker, y me
decido a informarla. Desde que me entere de esta ruta, le tenía ganas, pero al
mismo tiempo me daba respeto, por el desconocimiento de este tipo de vías y las
crónicas leídas sobre ella; y más aún, por hacerla sin compañía -bueno, eso es
lo que me había figurado- pues estaba más concurrida de lo que me figuraba.
Doy comienzo de la ruta en c/. de la Mina, en la urbanización situada en el km: 27,8 de la ctra M-608,
frente al Área Recreativa Samburiel, dentro del T.M. de El Boalo, municipio
mancomunado con Cerceda y Mataelpino.
Estoy a 821 metros de altitud
y sigo en dirección Norte, el camino junto al cauce del Arroyo del Campuzano o de Quebrantaherraduras, hasta el cruce con
el la Colada de Mataelpino (0.71km). Prosigo por esta amplia pista, que comparte trazado con el GR-10 y el Camino de Santiago de Madrid, hasta la Ermita de San
Isidro (0:25h - 2,76km – 954m), aprovechando para entrar en su recinto.
Construida
a finales del siglo XX, está dedicada a San Isidro; patrón de agricultores y
ganaderos, gremios a los que pertenecían la mayoría de los habitantes de esta
zona.
Situada
al pie de la significativa Peña Mediodía, por debajo de la Torreta de los
Porrones y junto al área recreativa ecológica del mismo nombre. Esta realizada
con mampostería del lugar, es el reflejo de la devoción que profesan los
naturales de este pueblo, que finalmente lo adoptaron, como patrón de la
localidad. Quienes celebran el 15 de mayo de cada año, una romería en honor al
Santo, con la participación de vecinos y visitantes.
Dejada atrás la ermita, comienza la senda de las cabras con las eses características de las
fuertes pendientes, que asciende con rampas de vértigo que superan el 50%. La
referencia que me guía en la subida es la gran roca de Peña Brillante, al pie de La Torreta de los Porrones; que destaca por ser más
clara que el resto.
Y como dije anteriormente, al poco de estar subiendo escucho voces, viendo que se trata de tres jóvenes que viene pisándome los talones. Poco a poco se van acercando y casi al pie de Peña Brillante, me dan alcance. La senda hace un giro a la derecha y rodea la pared de piedra, para llegar a la pequeña vaguada, que se descuelga desde la angostura donde está la vía ferrata.
Lo primero que veo son las figuras de hojalata sobre la roca, representando al lobo persiguiendo a la cabra (1:15h – 3,80km). Estoy en el inicio de la vía ferrata, tramo vertical con un par de descansos, que se libra gracias a los hierros clavados en la roca; y junto al primer anclaje está el nombre de la senda, también en hierro.
Realizo las pertinentes fotos y me lanzo al asalto del último obstáculo de la ruta. Gracias a los hierros el ascenso se hace con relativa facilidad, pero hay que tener la máxima cautela y asegurar cada paso que se da. A medida que subo, veo otras figuras de cabras que han colocado estratégicamente.
Esta
“vía ferrata” se acondicionó en el 2005, según consta la fecha junto al título.
Y tengo que decir que es todo un acierto, pues queda muy gracioso, como puede
apreciarse en las fotografías.
Superada la vía ferrata, se
abre una pequeña pradera y se llega a una bifurcación (1,30h – 4,03km - 1.336m),
con una roca a la derecha que hace de excelente mirador: abarcando desde toda
La Pedriza, el Embalse de Santillana, el Cerro de San Pedro, La
Sierra de Hoyo, Cerceda, El Boalo y Mataelpino, y a lo lejos; la
Sierra de Hoyo de Manzanares.
Aquí me separo del grupete de
jóvenes y tomando a la izquierda llego hasta La Torreta de los Porrones, un
singular rincón con inéditas vistas a través de las ventanas que dejan los
bolos graníticos. Luego recorro la vereita de ésta pequeña cuerda y bajo al Collado de Valdehalcones (1:45h - 4,7km – 1.341m).
Este lugar es un cruce de
sendas; la que yo he utilizado, la de la izquierda que baja a la ermita y Colada
de Mataelpino, la del frente que es la Senda de los Porrones, junto a la que
está la Cruz del Mierlo; y la de la derecha que es por la que continuaré.
Míerlo fue un pastor, que vivió en La Pedriza en paz y tranquilidad, en compañía de su ganado. Hasta verse involucrado en un suceso, cometido por Los Peseteros, un panda de bandoleros que había raptado a una joven para pedir un rescate por ella.
Dejando a izquierda y junto a las rocas, los restos de un chozo de pastor, cruzo
la decaída alambrada y entro en tierras de Manzanares el Real, donde hay una
bifurcación. Tomando el ramal de la derecha, bajo junto al cercado ignorando desvíos
a derecha e izquierda; hasta llegar a la pista forestal de las zetas (2h - 6,60km).
Continúo por la pista viendo algún hito kilométrico -el conjunto de todos los ramales de esta pista, parece ser que supera los 30km- y aparezco en el Collado del Campuzano (7,76km), donde confluye con la carretera y senda del PR-M 16 que suben al Collado de Quebrantaherraduras y La Pedriza.
Giro a derecha, bajo por el ancho camino de la vía pecuaria del Cordel del Campuzano, cruzo la Colada
de Mataelpino (trazado compartido por el GR-10 y Camino de Santiago) y solo me
resta desandar el primer tramito; para finalizar el recorrido.
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