domingo, 13 de septiembre de 2020

Puerto del Pico, Cuevas del Valle, Calzada Romana, PR-AV 37, Majada del Tío Manteca, Torozo

Puerto del Pico, Calzada Romana, Senda de los Arrieros, Mirador Estelar Villarejo del Valle, Arroyo Puerto del Pico, Cuevas del Valle, Ermita Virgen de las Angustias, Ermita San Antonio Abad, GR-293, PR-AV 37, Refugio de la Majada del Tío Manteca, Fuente de las Belesas, Refugio de los Cervunales, El Sobrerito, Torozo. 

M A P A      PE R F I L      F O T O S      Track KLM      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular    Ciclable: NO

Tiempo Total: 5:48 horas     Tiempo en Movimiento: 5:02 horas

Recorrido: 20,6 km

Dificultad: Medio / Alta      Fuentes: SI       Sombras: 10%     

Desnivel: Subida / Bajada: 1.265 metros / Acumulado: 1.375 metros  

Recomendada: Todo el año; evitando días muy calurosos o con heladas

Realizada: 12-09-2020    


fotos Santiago --- mis fotos

Descripción:

El primer plazo de la cuota anual dedicado a la Sierra de Gredos, discurrirá por la zona más occidental del Parque Regional, teniendo el punto de inicio y final en el Puerto del Pico; situado en el km.55 de la ctra N-502 a 1.391 metros de altitud. El paso separa la zona norte de Gredos con la comarca de las Cinco Villas y es coincidente con los T.M. de Cuevas del Valle, San Martín del Pimpollar y Villarejo del Valle.

El trazado propuesto a Santiago y aprobado por unanimidad, comprende dos rutas naturales; la de la Calzada Romana que transcurre entre los T. M. de Cuevas del Valle y Villarejo del Valle y la subida al Torozo; toda ella dentro de tierras de Villarejo. Como nunca se ha escrito nada de los cobardes, bajaremos hasta el bonito pueblo de Cuevas y subiremos los más de mil doscientos metros de desnivel directo; que nos separan del, Alto del Torozo; para terminar con el descenso hasta el puerto.

Dejando el Mirador del Puerto, para el regreso, cruzamos la ctra N-502 y dejando a derecha una cruz sobre un roquedal; llegamos a la Calzada Romana, increíblemente en perfecto estado. Vemos la ruina de El Portazgo, donde se pagaba un peaje por el ganado que lo utilizaba y con estupendas vistas del valle (abajo) y a la izquierda y arriba por encima del puente de la carretera, el Torozo; entramos en territorio de Cuevas del Valle.

En una de las curvas que la calzada traza a derecha, está la bifurcación (2,2km), donde seguimos de frente por la Senda de los Arrieros; trazada sobre la linde de Villarejo del Valle y Cuevas del Valle. La bonita vereda se acaba antes de lo deseado, pasando a camino y después a pista forestal, por la que dejados dos desvíos a izquierda y ya dentro del T.M. de Villarejo; vemos los recipientes clavados en los pinos para la recogida de la resina, antes de llegar al Mirador Estelar Villarejo del Valle; con una grandiosa vista de él Torozo.  

Continuando por la pista, vemos a la izquierda y abajo, Villarejo del Valle y poco más arriba San Esteban del Valle. Luego queda a siniestra la zona deportiva de Villarejo y regresando a tierras de Cuevas del Valle, cruzamos la ctra AV-P-706 y llegamos junto a la zona deportiva, viendo a lo lejos el Puerto del Pico y el Torozo. Proseguimos tras las balizas del PR-AV 49 hasta que se desvía hacia Villarejo, virando nosotros a la derecha y cruzando el Arroyo Puerto del Pico (1:29h - 6,47km – 812m); punto más bajo del recorrido.

Atravesada también la N-502, entramos en el pueblo de Cuevas del Valle por su c/. Real, viendo casas típicas y disfrutando de unos preciosos balcones floreados; luego continuamos por c/. de los Soportales, c/. del Río y c/. Fuente del Molino; hasta la c/. Calzada Romana, donde hay una indicación a las piscinas naturales.

Al pasar sobre el Arroyo del Puerto del Pico, a la derecha y junto a él, hay un huerto típico en terrazas y a la izquierda; un pequeño bosque encantado, con numerosos arbustos señalados por sus nombres y otro acceso a las piscinas naturales.

Seguidamente dejamos a derecha, la Ermita Virgen de las Angustias (1637) y damos comienzo a la vistosa andadura por la Calzada Romana, dejando a la diestra la Ermita de San Antonio Abad; atribuida a los transhumantes, por lo que alberga al patrón de los animales, San Antón.

El pueblo tiene el sabor y belleza de la arquitectura popular de la zona: casas con los bajos de mampostería y segundas plantas que se levantan sobre entramados de madera y ladrillo, con balcones volados y grandes aleros. Además de lo visto, está el Rollo o Picota, símbolo de la independencia jurídico-administrativa del Señorío de Mombeltrán, dada por Carlos II en 1695. La Plaza de Toros con cerramiento de piedra, singular por ser rectangular y su antigua edificio del Ayuntamiento; restaurado al estilo popular.

El sinuoso trazado del camino romano es compartido por el GR-293 en su etapa12, y ganando altura pasamos junto al depósito de agua y Los Corrales; lugar utilizado por los pastores en el traslado del ganado. Acto seguido volvemos a cruzar la N-502, llegamos al desvío de la Senda de los Arrieros y desandamos el tramo hasta el puerto; con otra perspectiva a la que tuvimos al bajar.

Al llegar a la carretera por última vez, subimos por unas escaleras de piedra que llevan al Mirador y Fuente del Puerto (3h - 12km – 1.390m), donde Lola, la <perrita> de Santiago; se infla de beber agua. Aprovechando la oportunidad de pasar por el campamento base, nos avituallamos y dejando la ropa sobrante, enfilamos dos kilómetros de subida con pendiente media del 18% y rampa del 28%.

En alrededor de quince minutos y poco antes de la mitad del tramo, vemos el Refugio de la Majada del Tío Manteca (12,9km – 1.522m), luego dejamos un atajo a la derecha (por el que regresaremos) y continuamos ganando altura, con la ayuda de una serie de zetas que minoran la pendiente; hasta que se allana la senda (14,3km – 1,778m); justo donde hay una vereda a derecha; por la que bajaremos.

Disfrutando del sendero en el único tramo recto, pasamos junto a la Fuente de las Belesas (15,1km), y poco después viramos al Sur para llegar al Refugio y Fuente de los Cervunales (4:20h – 15,9km – 1.900m); donde tomamos un trago y viendo arriba la meta, atacamos el último tramo de subida.

La senda del PR-AV 37 prosigue su viraje de Sur al Oeste y como casi en todas las cimas, ésta también nos engaña, pues lo que estamos viendo es El Sombrerito; desde el que ya, si queda a nuestra vista el vértice geodésico. Bajamos unos metros y ganamos por fin el Torozo (4:42h – 16,9km - 2.021m).

En compañía de otros senderistas (con el distanciamiento social obligado por la pandemia), disfrutamos de las inmejorables vistas y entre ellas las Cinco Villas: Cuevas del Valle, Mombeltrán, San Esteban del Valle, Santa Cruz del Valle y Villarejo del Valle; además de apreciar hacia el Sur, los ancestrales bancales levantados para los cultivos mediterráneos de olivos, vides, higueras y castaños.

El descenso lo hacemos lo más directo posible, resultando una pendiente media del 20% y rampa del 38%, hasta entroncar con la senda original (18,2km – 1.778m) y luego de hacer hasta cuatro atajos en el tramo de las zetas (18,8km), desandamos el camino hasta finalizar el exigente, pero bonito itinerario; con siete fuentes; una en el puerto, tres en el pueblo y tres más en la ruta que sube al Torozo ¡y todas con agua! 

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