jueves, 27 de septiembre de 2018

GR-10 (10) Pelayos de la Presa, San Martin de Valdeiglesias, arroyo Tórtolas

Pelayos de la Presa, Camino del Ferrocarril, San Martín de Valdeiglesias, Camino de los Vallejos, Camino del Molino Quemado, Cerrillo del Tío Gitano, Camino de la Zobilla, Arroyo Tórtolas.


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Lineal   Dificultad: M (IBP: 58)   Recorrido: 19,5 km   Ciclable: SI*

Tiempo Total: 5:45 horas    Tiempo en Movimiento: 5:23 horas    Altitud mínima: 556 metros  

Altitud máxima: 773 metros    Desnivel positivo: 498 metros   Desnivel negativo: 388 metros

Desnivel acumulado: 886 metros      Fuentes: SI      Sombras: 15%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 04-08-2018      Señalizada: SI (pintura)


Descripción:
Para enlazar con el punto donde finalizó la etapa 09. Se parte de la c/. Marcial Llorente, con la Plaza del Ayuntamiento; donde está la antigua picota. El tramo pendiente hasta salir de la provincia de Madrid, es el más corto de todos pero, con el regreso a San Martín; queda un recorrido respetable.

El origen del nombre del pueblo, se debe a San Pelayo, un antiguo eremitorio situado entre la actual población y el cerro de San Esteban, mientras que “de la Presa” toma el nombre del arroyo que lo atraviesa. Y lo que parece estar más claro, es que los primeros asentamientos, datan de la época visigoda en el s.VIII.

Tras cruzar la plaza, dejando a la izquierda la casa consistorial, se llega a la Av. de la Estación y por ella se alcanza la Plaza del Burro, con su monumento al équido. Continuar al norte, por la c/. de la Solana que finaliza en el Camino del Ferrocarril; por donde discurre el trazado del GR-10.

Por la despejada calle y en dirección Oeste, se va dejando el pueblo y aunque cambia de nombre y de firme; no será hasta el cruce con la Av. del Mirador, cuando se hace camino de tierra, más propio para una senda y recupera un nombre más afín a sus principios, Camino de la Vía.

Siguiendo la indicación al Punto Limpio, se verán las marcas del gran sendero, confirmando la buena dirección y la leve pendiente diseñada para el ferrocarril, hace muy cómodo; el tramo entre los dos pueblos. Pasado el punto limpio, se entra en el T.M. de San Martín y se comienza a ver campos de vides, que dan el preciado vino, por el que también es conocida esta zona.

Ignorando desvíos a ambos lados, se alcanza un altozano, desde el que se tiene una primera perspectiva del pueblo; destacando sobre él la torre de la iglesia y el Castillo. Pasado el cruce que a izquierda indica al Punto Limpio, en la siguiente encrucijada, seguir la derecha de las dos vías posibles y pasando junto al camposanto, se entra en el casco urbano de San Martín de Valdeiglesias; por la Av. del Ferrocarril. 

De raíces visigodas, se atribuye su fundación al príncipe Teodomiro. En el 1150 Alfonso VII concede al abad Guillermo -orden de San Benito- la propiedad del valle, comenzándose a reconocer la calidad de sus vinos.
Los asentamientos estables de población vendrían con la repoblación en la Reconquista, siendo en su mayoría abulenses. En este proceso repoblador tuvo especial protagonismo, la comunidad religiosa que creó gran número de ermitas o eremitorios en el valle, sobre los que predomino el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias.

Se llega a un parque, que se bordea por la izquierda y en la siguiente bifurcación, tomar el ramal de la derecha y pasar ante la remozada estación (1:30h - 6,7km). Poco más adelante se distingue hacia el sur; el Castillo de la Coracera y en el cruce, donde a la diestra está la zona deportiva; girar y rodeando las instalaciones continuar por la c/. de la Aliseda y luego Camino de la Aliseda, hasta una bifurcación. Proseguir de frente por el Camino de los Vallejos, que después será Camino del Molino Quemado.

Como las marcas del GR son bien visibles, cada posible desvío no supone ningún contratiempo y se avanza perfectamente por la vía correcta, entre campos de vides. A medida que se gana altura, se ven a la izquierda los cerros de; Guisando y el Portacho de los Ballesteros, en el Cordal de Pedro Duermes, que forma parte de las estribaciones de la Sierra de Gredos.

El descenso, tiene dos pequeñas pendientes, la segunda en la zona conocida como, Cerrillo del Tío Gitano, donde se cruza el camino del Carril del Rey. Aquí comienza la tercera y definitiva bajada, suave pero mantenida; hasta aterrizar en un riachuelo. Llegado a un cruce, la senda gira al Oeste y prosigue por el Camino de la Zobilla; terminando el definitivo descenso, en el Arroyo Tórtolas (3:10h - 12,8km – 591m), límite provincial y punto más bajo de la ruta.

Atravesado el cauce, se anda un kilómetro en la provincia de Ávila, girando del Oeste al Suroeste. Se deja un primer desvío a derecha y en la siguiente derivación; el gran sendero lleva a la ctra AV-502 (13km). Donde doy por finalizado éste itinerario.

Desandar unos metros y en la bifurcación girar a derecha y también en el siguiente desvío, para andar paralelo al Arroyo Tórtolas hasta cruzarlo (14,3km). En la siguiente bifurcación, se enlaza con el Camino de la Aliseda, el cual hay que seguir a la derecha.

El camino apunta en dirección Sureste, y todavía pueden verse, las marcas del antiguo trazado del GR, que pasaba por aquí; descartándose por el paso del arroyo que no tiene puente. Ignorando derivaciones a ambos lados se remonta la primera parte de pendiente, en poco menos de media hora.

Sobre un trazado sinuoso, el camino da un respiro con una pequeña bajada y se vuelve a cruzar el Carril del Rey. Se encara la última subida y se logra la máxima altura del regreso. Solo resta dejarse caer hasta entrar en San Martín y aprovechar para pasar junto al Castillo de la Coracera y finalizar en la Plaza de Toros.

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