Tipo de Ruta: Lineal Dificultad: M (IBP: 58)
Recorrido: 19,5 km Ciclable: SI*
Tiempo Total: 5:45 horas Tiempo en Movimiento: 5:23 horas Altitud
mínima: 556 metros
Altitud máxima: 773 metros Desnivel
positivo: 498 metros Desnivel
negativo: 388 metros
Desnivel acumulado: 886 metros Fuentes:
SI Sombras:
15%
Recomendada: todo el año Realizada: 04-08-2018 Señalizada: SI (pintura)
Descripción:
Para enlazar con
el punto donde finalizó la etapa 09. Se parte de la c/. Marcial Llorente, con
la Plaza del Ayuntamiento; donde está la antigua picota. El tramo pendiente
hasta salir de la provincia de Madrid, es el más corto de todos pero, con el
regreso a San Martín; queda un recorrido respetable.
El origen del nombre del
pueblo, se debe a San Pelayo, un antiguo eremitorio situado entre la
actual población y el cerro de San Esteban, mientras que “de la Presa” toma el
nombre del arroyo que lo atraviesa. Y lo que parece estar más claro, es que los primeros asentamientos, datan
de la época visigoda en el s.VIII.
Tras cruzar la plaza, dejando a la
izquierda la casa consistorial, se llega a la Av. de la Estación y por ella se
alcanza la Plaza del Burro, con su monumento al équido. Continuar al norte, por
la c/. de la Solana que finaliza en el Camino del Ferrocarril; por donde
discurre el trazado del GR-10.
Por la despejada calle y en
dirección Oeste, se va dejando el pueblo y aunque cambia de nombre y de firme;
no será hasta el cruce con la Av. del Mirador, cuando se hace camino de tierra,
más propio para una senda y recupera un nombre más afín a sus principios, Camino
de la Vía.
Siguiendo la indicación al Punto
Limpio, se verán las marcas del gran sendero, confirmando la buena dirección y
la leve pendiente diseñada para el ferrocarril, hace muy cómodo; el tramo entre
los dos pueblos. Pasado el punto limpio, se entra en el T.M. de San Martín y se comienza a ver campos
de vides, que dan el preciado vino, por el que también es conocida esta zona.
Ignorando desvíos a ambos lados, se
alcanza un altozano, desde el que se tiene una primera perspectiva del pueblo;
destacando sobre él la torre de la iglesia y el Castillo. Pasado el cruce que a izquierda indica
al Punto Limpio, en la siguiente encrucijada, seguir la derecha de las dos vías
posibles y pasando junto al camposanto, se entra en el casco urbano de San
Martín de Valdeiglesias; por la Av. del Ferrocarril.
De raíces visigodas, se atribuye su fundación al príncipe
Teodomiro. En el 1150 Alfonso VII concede al abad Guillermo -orden de San
Benito- la propiedad del valle, comenzándose a reconocer la calidad de sus
vinos.
Los asentamientos estables de población vendrían con la
repoblación en la Reconquista, siendo en su mayoría abulenses. En este proceso
repoblador tuvo especial protagonismo, la comunidad religiosa que creó gran
número de ermitas o eremitorios en el valle, sobre los que predomino
el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias.
Se llega a un parque, que se bordea
por la izquierda y en la siguiente bifurcación, tomar el ramal de la derecha y
pasar ante la remozada estación (1:30h - 6,7km). Poco más adelante se distingue hacia el sur; el Castillo de la Coracera y en el cruce, donde a la
diestra está la zona deportiva; girar y rodeando las instalaciones continuar
por la c/. de la Aliseda y luego Camino de la Aliseda, hasta una bifurcación. Proseguir de
frente por el Camino de los Vallejos,
que después será Camino del Molino
Quemado.
Como las marcas del GR son bien visibles, cada posible desvío
no supone ningún contratiempo y se avanza perfectamente por la vía correcta,
entre campos de vides. A medida que se gana altura, se ven a la izquierda los
cerros de; Guisando y el Portacho de los Ballesteros, en el Cordal de Pedro
Duermes, que forma parte de las estribaciones de la Sierra de Gredos.
El descenso, tiene dos pequeñas pendientes, la segunda en la
zona conocida como, Cerrillo del Tío
Gitano, donde se cruza el camino del Carril del Rey. Aquí comienza
la tercera y definitiva bajada, suave pero mantenida; hasta aterrizar en un
riachuelo. Llegado a un cruce, la senda gira al Oeste y prosigue por el Camino de la Zobilla; terminando el definitivo
descenso, en el Arroyo Tórtolas (3:10h - 12,8km – 591m), límite provincial y
punto más bajo de la ruta.
Atravesado el cauce, se anda un kilómetro en la provincia de
Ávila, girando del Oeste al Suroeste. Se deja un primer desvío a derecha y en
la siguiente derivación; el gran sendero lleva a la ctra AV-502 (13km). Donde doy por finalizado éste itinerario.
Desandar unos metros y en la bifurcación girar a derecha y
también en el siguiente desvío, para andar paralelo al Arroyo Tórtolas hasta
cruzarlo (14,3km). En la siguiente bifurcación, se enlaza con el Camino de la Aliseda, el cual hay que
seguir a la derecha.
El camino apunta en dirección Sureste, y todavía pueden
verse, las marcas del antiguo trazado del GR, que pasaba por aquí;
descartándose por el paso del arroyo que no tiene puente. Ignorando
derivaciones a ambos lados se remonta la primera parte de pendiente, en poco
menos de media hora.
Sobre un trazado sinuoso, el camino da un respiro con una
pequeña bajada y se vuelve a cruzar el Carril del Rey. Se encara la
última subida y se logra la máxima altura del regreso. Solo resta dejarse caer
hasta entrar en San Martín y aprovechar para pasar junto al Castillo de
la Coracera y finalizar en la Plaza de Toros.
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