Tipo de Ruta: Circular Dificultad: M / A (IBP: 64)
Recorrido: 14,3 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 4:42 horas Tiempo en Movimiento: 4:10 horas Altitud
mínima: 1310 metros
Altitud máxima: 1774 metros Desnivel
positivo: 895 metros Desnivel
negativo: 895 metros
Desnivel acumulado: 1790 metros Fuentes:
SI* Sombras:
50%
Recomendada: todo el año Realizada: 12-06-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Hoy cumpliré un deseo largamente esperado, ver las piscinas naturales del Área Recreativa del Chorro, en el Río Cega. En la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza; que comprende 18 pequeños municipios entre el que está, el de Navafría; dentro del cual vamos a realizar íntegramente la ruta.
Eso sí, habiendo sobornado hoy al guía oficial "Paco" con una barbacoa al finalizar el trayecto.
Iniciamos la marcha seis
componentes del grupo, siguiendo aguas arriba junto al curso del río, viendo a
la izquierda: el Bar/Rte y el Refugio El Chorro, junto al cual pasaremos a la vuelta. Avanzamos lo más próximo
a la corriente, viendo pozas entre las que destaca, la del Pozo Verde,
saliendo a continuación a la pista; hoy bastante embarrada. En la primera curva
a la izquierda, tomamos un atajo a la derecha y de nuevo en la pista; llegamos al, Refugio
del Peñón (1,60km).
Transitamos por la Ladera de la Boca del Asno y la pendiente comienza hacerse notar, mientras nos presentamos en el Refugio La Fragua (0:48h - 2,70km
– 1.508m).
A continuación cruzamos el Arroyo de las Vueltas y nos damos un paseo hasta
el Puente de Hierro (3,36km);
otro topónimo que no comprendo, porque de hierro sólo vimos si acaso; un
letrero. Pero no quiero restar atractivo, que lo tiene; éste bonito puente
de piedra, sobre el Río Cega.
Desandamos hasta el desvío y proseguimos subiendo, dando revueltas por
la pista; hasta volver a encontrar y atravesar otra vez el Arroyo de las Vueltas (4,14km).
Aquí abandonamos la pista y nos
desmelenamos, acometiendo la parte más dura de la ruta. Primero sobre medio
kilómetro sin rastro aparente y luego por camino bien definido, pero sin
disminuir la pendiente; alcanzamos el Refugio de Piemediano (1:48h - 5,35km –
1,775m), máxima altura de la ruta; donde sin entretenernos tomamos el piscolabis,
pues la climatología no anima para más.
Reanudamos la marcha restando metros
rápidamente y aterrizando en la pista que abandonamos anteriormente (6,08km – 1.668m), volviendo a iniciar un
pequeño remonte y cuatrocientos metros después estamos ante el Refugio Piemediano Bajo (7km) que parece que alguien se lo
han apropiado, pues tiene acotado un trozo por detrás, con alambrada.
Continuamos por la pista donde
trabajan recogiendo madera, cruzamos el Arroyo
del Chorro, con una presita y seguimos a la derecha hasta llegar al Refugio de Regajohondo (2:45h - 7,83km
– 1.732m). En las proximidades de la unión del Arroyo de las Barrigas, al Arroyo del Chorro. Desandamos unos metros,
ignorando un primer desvío y prosiguiendo por la derecha en la siguiente
bifurcación.
En éste punto arranca el definitivo
declive que no cejara hasta finalizar. Recorremos una pista semiasfaltada,
cruzando el Arroyo de Navalcollado y doscientos metros después, sobre la cota de los 1.619 metros, viramos a la izquierda y
bajamos hasta el arroyo; para disfrutar de un bonito salto.
Retornamos a la
calzada, cruzamos el Arroyo Sequillo y llegamos al Mirador de las Cebadillas (9,91km), donde unos metros antes,
parte un rastro que baja al arroyo; para ver descolgarse un chorro, aún mayor
que el anterior.
Aunque en tiempo seco es posible
seguir junto a la corriente y bajar al chorro principal, al estar las piedras
mojadas la prudencia nos aconseja, regresar a la pista.
Pasamos el mirador y en cuando hace un giro
a la derecha (11,7km),
tomamos la senda que parte a la izquierda para ver Los Chorros (4:h - 12,5km – 1.408m) y subir al Mirador,
situado entre las dos chorreras; teniendo que pisar cien escalones.
Dedicado el tiempo merecido a la
preciosa vista de ambas chorreras, seguimos la senda señalizada, dejando una
fuentecita a la izquierda y volviendo al Área Recreativa, pasando junto Refugio del Chorro. Y sin más demora, nos vamos
en busca del humo, donde el compañero Antonio, ya tiene preparado el fuego para
la barbacoa prometida.
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