Tipo de Ruta: Lineal Dificultad: Baja (IBP: 33) Recorrido: 11,9 km Ciclable: SI
Tiempo Total: 3:57 horas Tiempo en Movimiento: 3:02 horas Altitud
mínima: 369 metros
Altitud máxima: 467 metros Desnivel
positivo: 153 metros Desnivel
negativo: 251 metros
Desnivel acumulado: 404 metros Fuentes: NO Sombras: 5%
Recomendada: todo el año Realizada: 18-05-2012 Señalizada: SI
Descripción:
De
estilo gótico, es de finales del siglo XIII a primeros del XIV. Compuesta de
tres naves, siendo la central más ancha; se cubre con una bóveda de crucería
simple, sobresaliendo el Retablo Mayor.
Tiene
un perfil recio que nos sumerge en la historia de esta localidad, asentada
sobre un altozano por la Corona de Navarra, para defenderse de Castilla.
Cuenta con una portada de las más monumentales del Renacimiento hispánico, y guarda los restos de César Borgia; príncipe, guerrero y cardenal.
Cuenta con una portada de las más monumentales del Renacimiento hispánico, y guarda los restos de César Borgia; príncipe, guerrero y cardenal.
Dejada atrás la población, sobre el kilómetro y medio cruzamos la ctra
N-111 y en un cuarto de hora estamos ante la Ermita de la Virgen
de las Cuevas (0:45h – 2,95km), patrona de Viana.
Avanzamos sobre un terreno “llano” pasamos junto al Mirador de las
Cañas –avistamiento de aves-, y volvemos a cruzar la ctra N-111 (4,45km).
Poco más adelante, dejamos la Comunidad de Navarra y entramos en la Comunidad
Autónoma de La Rioja
(5,4km), pasando a continuación un nudo de carreteras y regresando al lado Sur
de la carretera nacional.
Caminamos por el Camino Viejo
de Viana, en el que esta la pequeña y atractiva Casa Felisa (7,70km), pequeña tiéndecita de recuerdos y necesidades
para el “Camino”. Como se puede sellar la Credencial, aprovechamos para cumplir con el requisito.
Descendemos hasta un paseo, y llegamos al Río Ebro, que salvamos por el Puente de Piedra (9km), entrando propiamente
en la ciudad de Logroño.
Pasado el río, giramos a la
derecha, continuando por la c/. Ruavieja, que nos lleva a la Fuente de Santiago <o de los
peregrinos>, pues solían parar a descansar y refrescarse, situada junto a la
Iglesia de Santiago el Real.
Es
el templo más relacionado con la ciudad, pues en él se reunía el concejo
municipal y se guardaba el archivo, siendo levantado en el siglo XVI. La
fachada está decorada con dos esculturas del santo, uno con hábitos de
peregrino y un Santiago Matamoros.
De aquí pasamos a la c/. Portales –céntrica calle con un sinfín de restaurantes donde comer- y que nos acerca a la Concatedral de Santa María de la Redonda, donde damos por concluida la etapa.
No obstante, después de comer, aún paseamos un poco más por la bonita ciudad, antes de finalizar la andadura en el aparcamiento de la Plaza de Toros; donde habíamos dejado el segundo vehículo.
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