Navalagamella, Mirador del Hondillo, Cañada Real Leonesa Oriental, Puente del Hoyo, río Perales, Senda de los Molinos, Molinos Altillo, Molino Baltasar, Senda Botánica.
M A P A PE R F I L F O T O S TrackKML W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad:
Baja Recorrido: 5,8 km
Ciclable: NO
Tiempo Total: 1.42 horas Tiempo en Movimiento: 1:26 horas Altitud mínima: 682 metros
Altitud máxima: 770 metros Desnivel positivo: 165 metros Desnivel negativo: 163 metros
Desnivel acumulado: 328 metros Fuentes: NO Sombras:
40%
Recomendada: todo el año Realizada: 26-08-2021 Señalizada: SI
Descripción:
La ruta ofrece andar sobre dos vías pecuarias y ver dos molinos de agua construidos en la edad media. Desde el Mirador del Hondillo –lugar donde se ubicaban las antiguas eras del pueblo- punto más alto de la ruta, está el inicio y final del recorrido; desde el que se contempla la vaguada por donde discurre la Cañada Real Leonesa y el parte del trazado que se andará; habiendo a poco más de cien metros a la izquierda, un fortín de la guerra civil.
Descendiendo por el buen camino de la Cañada Real Leonesa Oriental, se pasa una barrera y nos introducimos en un bosque de encinas y monte bajo. En el cruce del arroyo del Molino del Hondillo (0,7km), hay una zona de picnic y se deja una senda a la derecha; que será por donde se regresará.
Continuando en subida por la excelente pista, se pasa junto a otra mesa a la sobra y se verá un cartel informativo de la retama y se alcanza la canalización del trasvase de San Juan - Valmayor (1,7km), segundo punto más alto del recorrido y desde el que se contempla la panorámica que abarca, desde el Cerro de Barracala, el Prado del Chaparral y el Cerro de Valquemado.
Proseguir de frente por la Cañada Real, viendo otro panel informativo sobre aves, ya que la mayor parte del recorrido está dentro de zona ZEPA (especial protección de aves), por lo que se pudieran observar el águila imperial y el buitre negro; también cercano al cartel hay un buen ejemplar de encina.
Llegados a los restos del Puente del Hoyo (que se quiere reconstruir), sobre el río Perales, se deja la vía pecuaria y se sigue a la derecha, aguas abajo; la senda compartiendo trazado con la Colada, Abrevadero y Descansadero de Valhondillo. Siempre cercano al río, hasta volver a pasar sobre la conducción de agua (3km), que salva el río al descubierto.
El río Perales, afluente del Alberche, es de los mejores conservados y sostiene una importante comunidad de flora y fauna (el martin pescador o la garza real, búho real, águila culebrera, águila calzada, ratonero, el milano negro y real, buitre negro (la mayor silueta de ave europeo) y el águila imperial ibérica (especie amenazada de extinción).
Aquí comienza el tramo conocido como Senda de los Molinos y sin dudar el más atractivo, donde se verá (si se está atento) la toma de agua para los molinos y se andará sobre la propia, caz; que en parte se ha labrado en la roca. Entre cantos de aves y el murmullo del agua, se llega al Molino Altillo –el mejor conservado-, donde observándolo, se puede imaginar la caída del agua al cubo de presión, salir por el saetín, hacer mover la rueda hidráulica y el sonido de las muelas al triturar el cereal.
Dejando de soñar, se continua con la ruta, pasando junto a unas mesas donde se puede descansar y se llega al Molino Baltasar, algo más deteriorado. En dos pasos se llega a una casa, donde se deja la vía pecuaria y el río y, torciendo a la derecha se enlaza con la Senda Botánica. Un tramo de algo más de un kilómetro, con una ligerísima pendiente que lleva a la primera bifurcación; desde la que solo resta desandar el camino y finalizar el trayecto.
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