Pastrana, Paseo Urbano, Ermitas y Conventos

Pastrana, Fuente Plaza de los Remedios, Convento de San José, Emita de San Sebastián, Ermita Nuestra Señora de las Nieves, Plaza de Abajo, Plaza del Ayuntamiento, Iglesia Colegiata, Fuente de los Cuatro Caños, Casa de Caballero Calatravo, Colegio San Buenaventura, Muralla y Arco de San Francisco, Plaza del Dean, Ermita de Santa Ana, Convento de San Francisco, Plaza de la Hora y Palacio Ducal, Casa de Moratín, Plaza de Toros.

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular      Dificultad: Baja (IBP: 16)    Recorrido: 3,3 km      Ciclable: NO

Tiempo Total: 1:38 horas    Tiempo en Movimiento: 0:49 horas   Altitud mínima: 720 metros  

Altitud máxima: 779 metros    Desnivel positivo: 117 metros    Desnivel negativo: 115 metros

Desnivel acumulado: 232 metros      Fuentes: SI      Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 20-08-2021      Señalizada: NO

Descripción:

Pastrana, es un pueblo y municipio del sur de la provincia de Guadalajara; en España. Tiene una superficie de 95,7 km2 y una población entorno a los 900 habitantes; cuyo gentilicio es pastranero o pastranense. Está ubicada en la comarca de La Alcarria –entre los T. M. de Hueva (norte), Yebra (oeste), Zorita de los Canes y Almoacid de Zorita (sur) y, Sayatón y Valdeconcha; al Este.

Está comunicado por la ctra BM-200, que lo atraviesa; comunicándolo con Fuentelencina y Almoacid de Zorita. Tuvo su mejor momento de esplendor, entre los siglos XVI y XVII; siendo declarada conjunto histórico-artístico en 1966.

Desde el aparcamiento público situado entre la curva que hace la carretera, seguir el camino que se dirige al centro del pueblo y enlazando con el Camino de la Fresneda, seguirlo a derecha. Pasado un cruce comienza un ligero remonte en el Camino de Melgar, pasando bajo el gran muro que se construyó para compensar el desnivel de la Plaza de la Hora; que luego se visitará.

Pasadas las escaleras que suben a la plaza, se prosigue por c/. Juan Bautista Maino y al final, en la bifurcación; seguir a la izquierda y en bajada; por c/. Santa Teresa, hasta la Plaza de los Remedios. Aquí se encuentra la Fuente de la Plaza de los Remedios y estaba la Ermita de los Remedios; conocida popularmente como de San Pedrillo, por tener una talla pequeña de San Pedro.

Aquí se hace una incursión a la derecha, por c/. de las Monjas, para acercarse al Convento de San José. De regreso a la plaza, se continua por c/. de los Remedios hasta otra bifurcación; punto más bajo de la ruta y donde está la Ermita de San Sebastián; fundada en 1764 y reedificada en 1830, que acoge al Patrón de la villa.

Si se continuara bajando, se llegaría al Convento del Carmen; lo que supone algo más de dos kilómetros entre ida y vuelta. El paseo sigue por tanto a la derecha, ascendiendo por el Camino Huerta del Fraile y en menos de cuatrocientos metros, se llega a la Ermita Nuestra Señora de las Nieves.

Nuevamente se presentan dos opciones: seguir subiendo hasta la ermita de San Antón y regresar al pueblo por la ctra CM-200; que conlleva andar mil cuatrocientos metros. O seguir la senda trazada, que baja por c/. Corredera de las Nieves; para llegar a la Plaza de Abajo.

Doblando a la derecha por c/. Vergel y luego a la izquierda por c/. Herruelo, se entra en la Plaza del Ayuntamiento, teniendo a la derecha la Iglesia Colegiata; que acoge el Museo Parroquial de Tapices. Rodeado todo el edificio, se regresa a la plaza y dejando a la derecha la Casa Consistorial, se prosigue por c/. Fray Lorenzo.

En dos pasos, se llega a la Fuente de los Cuatro Caños, en la Plaza del mismo nombre; centro de la villa en la época medieval y lugar donde estaba el Concejo; se hacia el mercado, las danzas del Corpus y hasta las corridas de toros, en el siglo XVI.

Por c/. General Cayuela, se llega a la c/. Palma, donde se verá la Casa de Caballero Calatravo. Luego regresar a General Cayuela y seguirla hasta el final; donde a la derecha y en c/. Adolfo Martín, está el Colegio San Buenaventura. Al final, se enlaza con la c/. San Francisco y pasando bajo la muralla por el Arco de San Francisco se sale a la carretera.

Unos metros más arriba y a la derecha, está la Plaza del Dean, donde se encuentra la Casa del Dean (s. XVII), actualmente Centro de Salud y junto al edificio, está la antigua Ermita de Santa Ana (oratorio particular del Dean) y que ahora es un centro cultural dedicado a la música. También con acceso desde la plaza, se encuentra el Convento de San Francisco.

Regresando al Arco de San Francisco, se gira a la izquierda por el Callejón de los Toros y se sale a la Plaza de la Hora y Palacio Ducal. Prosiguiendo recto, se sale por la Puerta de la Plaza de la Hora, y se continua por c/. Princesa de Éboli; donde a mano izquierda está el Palacio Viejo. Al salir a la carretera, girar a izquierda para ver en la banda contraria; el edificio de la Casa de Moratín.

Retroceder unos metros y doblar por c/. del Pilar para llegar a la Plaza de Toros, y una vez rodeada parcialmente, se sale a la carretera y se termina regresando al aparcamiento.

 

Con los primeros Duques, llega para Pastrana su época de gran esplendor, ya que éstos realizan grandes obras en la Villa. En 1569, mandan llamar a Santa Teresa de Jesús con el fin de fundar un convento de Carmelitas Descalzas, creando el de San José para mujeres y el de San Pedro (hoy del Carmen) para hombres. En 1570, traen un numeroso grupo de moriscos expulsados de las Alpujarras de Granada para trabajar la seda y levantar una de las fábricas de tapicería más prestigiosas de España durante los Siglos XVI y XVII. Más tarde, los Duques completan su obra ascendiendo la iglesia parroquial a Colegiata, dotándola de un Cabildo de 48 Canónigos, que superaba en número a todas las Catedrales de España, excepto a la Catedral Primada de Toledo.

Muerto Ruy Gómez, en 1573, la Princesa de Éboli ingresa en el Convento de San José, incumpliendo reiteradamente la regla Carmelitana. Poco después, Felipe II le ordena que abandone el convento para ocuparse de su patrimonio y de su familia. En 1576, regresa a Madrid, como una de las damas más acaudaladas y respetadas de la Corte. Allí inicia una vida inquieta, y por sus intrigas en la Corte con Antonio Pérez, Secretario de Felipe II, es detenida en 1579. Es encerrada en la torre de Pinto, a los pocos meses en el castillo de Santorcaz, donde se reunirá con sus hijos y finalmente es traída a su propio palacio en Pastrana, de donde no saldría hasta su muerte en 1592. Sus restos se conservan actualmente en la Cripta de la Iglesia-Colegiata de esta Villa Ducal.