jueves, 20 de diciembre de 2018

Guadarrama, ruta 14 El Gurugú, Ermita Virgen del Espino, Tablada, Cerro de las Encinillas

Gudarrama, Parque del Gurugú, Cordel de la Calleja de los Poyales, Pilón del Rasillo, Arroyo del Tejo, Abrevadero del Rasillo, Cordel del Toril, Ermita Virgen del Espino, Embalse de los Irrios, Estación de La Tablada, Cordel de Valladolid, Dehesa de los Poyales, Fuente de la Teja, Cerro de las Encinillas.   


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: B / M  (IBP: 58)   Recorrido: 16,4 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 4:45 horas     Tiempo en Movimiento: 3:54 horas      Altitud mínima: 971 metros  

Altitud máxima: 1339 metros    Desnivel positivo: 515 metros    Desnivel negativo: 515 metros

Desnivel acumulado: 1030 metros      Fuentes: NO      Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 17-12-2018      Señalizada:  NO 



Descripción:
El paseo de hoy por las dehesas de Guadarrama y Los Molinos, ideado para consumir la mañana y despertar el apetito, para la comida de despedida del año del grupo de senderismo; acabó mereciéndose catalogarlo como ruta, gracias al “cerrete” de Las Encinillas .

Desde el aparcamiento del Área Medioambiental del Parque del Gurugú, a la salida del pueblo de Guadarrama; en dirección al Puerto del León. Bajamos hasta el cruce del antiguo Camino Real de Castilla (carretera N-6), con la c/. Canfranc) viendo los dos gigantescos hitos de granito.

Los Picutos, son dos cilindros de piedra coronados por sendos conos. Están situados en ambas vertientes del puerto (Guadarrama y El Espinar) y en ambos lados de la carretera. Estos mojones forman parte del Camino Real de Castilla. Su finalidad era señalizar el camino y, en su caso, cortarlo por nevadas o para evitar el paso de carros cargados de leña por la noche através del nuevo paso de la sierra por el  Puerto de Guadarrama o Alto del León.

Callejeamos hasta dar con la c/. Doctores Gomez Embuena y Cordel de la Calleja de los Poyales, el cual seguimos hacia las afueras, cruzando el Arroyo del Tejo y pasando junto al pilón de la Fuente del Rasillo; en la zona del Descansadero de la Calleja de los Poyales. Luego en la bifurcación, dejamos ésta vía pecuaria y vamos en busca del Cordel del Toril (3,60km).

Lo cruzamos al mismo tiempo que una puerta ganadera y continuamos al norte, acercándonos a otro abrevadero que hay a la derecha (dentro de una dehesa, cuya puerta puede abrirse) y otra fuente a la izquierda a pocos metros de la capilla. Llegamos a la Ermita Virgen del Espino (1:05h - 4,4km), situada en un pequeño altozano y Jorge sube hasta la espadaña, para hace sonar la campana.

Una vez que cada cual ha orado o tenido su pensamiento, en favor de los compañeros que no han podido acompañarnos, proseguimos cruzando el Arroyo de las Atalayas; ignoramos el primer desvío dado que vamos bien de tiempo y tomamos el segundo. En la siguiente bifurcación, persistimos en la misma dirección y llegamos al Embalse de los Irrios (1:39h – 6,35km). En el arroyo del mismo nombre y en cuyo dique, falta la compuerta que retenía el agua.

Seguidamente pasamos por encima de las vías, traspasamos una puerta y remontamos hasta conseguir la máxima altura del recorrido. Pasada la senda que lleva al Monumento del Arcipreste de Hita, comienza el descenso y en el tramo asfaltado, enlazamos con el Cordel de Valladolid; por el que llegamos a la estación de La Tablada (2:25h – 9,22km), donde tomamos el almuerzo y tenemos una pequeña charla con el jefe de estación, enterándonos de que en breve pasará un convoy.

Una vez que ha pasado el tren, retomamos la marcha por la vía pecuaria (con un corto tramo prácticamente por el cauce de un arroyo). Rodeando la Dehesa de los Poyales, volvemos a cruzar el Arroyo de la Teja y acto seguido vemos la Fuente de la Teja. Luego pasamos entre las instalaciones de una granja abandonada (izquierda) y un Sanatorio Militar (derecha); teniendo a continuación unos metros por un angosto paso.

Cerca ya del final, vemos que nos sigue sobrando tiempo y puestos a rellenarlo, divisamos una cruz sobre un cerrete (mi cariño hacia cualquier promontorio que oteo, necesita de una tesis para que mis compañeros me comprendan) y con el apoyo moral de Enrique, nos encaminamos hacia allí; y el resto del grupo también nos siguen -si es que en el fondo les gusta sufrir- Cruzamos la ctra N-6 y por un amplio camino nos acercamos, hasta lanzarnos entre jaras directo a él.

Tramo en el que sufrimos un 30% de pendiente que ¡o casualidad! resulto ser la mayor del trayecto; pero logramos pisar el Cerro de las Encinillas (4:15h – 13,8km – 1.135m) y ver la magnifica cruz, con unas inscripciones que no son legibles. Arriba vemos una mejor senda para llegar hasta aquí y por ella retornamos a la pista. Desandamos el camino hasta al Cordel de Valladolid y entrando en el casco urbano, damos por concluida la facilona ruta. 

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