Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Baja (IBP: 37) Recorrido: 11,4 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 3:48 horas Tiempo en Movimiento: 3:05 horas Altitud mínima: 1103 metros
Altitud máxima: 1339 metros Desnivel
positivo: 256 metros Desnivel
negativo: 27 metros
Desnivel acumulado: 283 metros Fuentes:
SI Sombras:
80%
Recomendada: todo el año Realizada: 20-08-2020 Señalizada: NO
Descripción:
Una de las distracciones del monarca Carlos III era la
pesca y gustando de recorrer estos parajes en busca de magnificas truchas,
mando construir un conjunto de pesquerías que facilitaran el acceso al margen
del río, a través de escaleras y pontones; además de pequeñas represas que
oxigenaban el agua y mejoraban las condiciones para la crianza de las truchas.
Estas posiciones, todas en la ribera izquierda del Río
Valsaín, hoy Eresma y en otros tiempos Areva; convirtieron la afición en un
agradable pasatiempo. El camino que se denominó Senda de las
Pesquerías Reales, unía todos esos puntos estratégicos y recorría desde el
Puente de Segovia (en la ctra CL-601) y el nacimiento del Río Valsaín; situado
en la confluencia del Arroyo del Telégrafo con el del Puerto del Paular; por
cuyos márgenes, todavía pueden verse los restos de la calzada de piedra.
La ruta lineal se ha determinado entre el aparcamiento
del Embalse del
Pontón y el Puente de la Cantina, por la
facilidad para el aparcamiento. Dependerá del gusto de cada cual hacerla en una
dirección u otra, nosotros hemos elegido la subida, en la creencia de disfrutar
mejor de los saltos de agua.
Una vez establecida la
logística y dejado un vehículo en uno de los aparcamientos del extremo sur,
llegamos al punto de partida y arrancamos desde la cota de los 1.100 metros. Traspasado el torno, vamos en busca del agua; que lógicamente
estaba más alejada al no existir el embalse, por lo que la senda que buscamos no
se verá hasta la cabecera de éste; dependiendo de la temporada.
Después de pasar por una
media glorieta, un puentecito de madera y un par de señales (0,6km), si el nivel del agua lo permite, abandonar la senda
y acercarse al borde para avanzar por él, comenzado a ver los restos del empedrado
camino y unas escaleritas que bajan al cauce. Si no fuera posible por estar crecido,
una vez que la senda se acerca al río, retroceder junto a él unos metros y se
verá lo comentado.
Pasada una curva rocosa del
río, la senda se aleja del cauce (o tal vez el lecho estaba desplazado del
actual); se ve otra señal y se llega al Paso
de las Pasaderas, gracias al cual se salva el río por unos grandes bloques
de piedra. Avanzando entre una variada vegetación, se pasa otro pequeño pontón
y se alcanza el Puente de las Pasaderas
(1,6km
– 1.140m).
Será a partir de aquí y hasta
llegar a Valsaín, cuando la senda gana su máxima belleza, en el que se pasa
frente a la Casa de la Luz; antigua central eléctrica,
hoy recuperada, qué si coincide en estar funcionando, se apreciará la salida
del agua bajo el edificio, después de haber movido las turbinas que han
generado la energía eléctrica.
Luego se disfrutará del mejor
y más vistoso tramo, subiendo escaleras, pisando una magnífica calzada, viendo
unos bonitos estrechamientos del río y cruzando la Cacera de Navalcaz,
antes de llegar al coqueto Puente del
Anzolero; y a continuación hay que estar atento al afloramiento de la roca
madre, donde se verá labrada una corona real y 1768.
Transitando de nuevo junto a
la Cacera de Navalcaz, se llega a la Presa
del Olvido, donde toma el agua que es
conducida a la Casa de la Luz y finalmente se arriba al pequeño núcleo de Valsaín (3,7km – 1.180m); viendo al frente las ruinas del Palacio de
Valsaín. De aquí hasta el Puente
de los Canales, hay dos opciones; nosotros tomamos la de la izquierda, al no
quedar rastro de la senda, si exceptuamos una represa, por lo que cruzamos el Río Eresma por la
pista/carretera.
Al otro extremo, gira a la derecha
y entre el muro de piedra y las viviendas, llegamos al Puente de los
Canales; que está cerrado por peligrosidad. Proseguimos de frente pasando
por el Puente de Peñalara, que libra
el arroyo del mismo nombre y por otro pontón, regresamos al margen izquierdo
para continuar disfrutando de la Senda
de las Pesquerías, hasta el Puente de Navalacarreta (7km –
1.222m).
Continuamos la marcha escuchando
el rumor del agua y a la sombra de grandes pinos, pasando junto a la Peña de la Barca (con el sello real) y cuando
se suben unos escalones, queda abajo en el río, la angostura de la Boca del Asno; que da nombre a la zona
y Área Recreativa, disponiendo a continuación de un buen mirador sobre la misma.
El trozo restante hasta el
comienzo del Río Eresma, prosigue muy cercano al éste, cruzando los
arroyos de: las Cárcabas, de
Navalazarza y del Tesoro
y observando los restos de la regia senda, llegamos a la zona de Los Vadillos donde se unen el Arroyo del Puerto del Paular; por la izquierda y por la derecha el Arroyo Mingote o del Telégrafo; pues ambas corrientes se han fusionado poco más
arriba.
Seguimos aguas arriba de
éste último para ver los Baños de Venus
y existiendo la posibilidad de seguirlo, hasta entroncar con la senda del GR-10.4 y llegar por ella al fin de la ruta; preferimos
desandar hasta Los Vadillos, cruzar el Arroyo
Mingote y seguir viendo calzada por
la orilla del Arroyo del Puerto del Paular (señalado Eresma en la carretera), saliendo
igualmente a la senda del gran recorrido y finalizando por ella en el Puente de la Cantina.
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