Tipo de Ruta: Circular Dificultad: M* (IBP: 39) Recorrido: 13 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 2:54 horas Tiempo en movimiento: 2:17 horas Altitud mínima: 959 metros
Altitud máxima: 1108 metros Desnivel
positivo: 153 metros Desnivel
negativo: 153 metros
Desnivel acumulado: 306 metros Fuentes: NO Sombras: 50%
Recomendada: todo el año Realizada:
27-08-2020 Señalizada: NO
Descripción:
Nota: la catalogación de dificultad es debido a que hay que saltar varios muretes de piedra.
La ruta transcurrirá sobre un entorno natural que
dividiré en tres partes, la primera y última dentro de tierras buitragueñas;
con sombra, entre encinares y pinares. Y la intermedia, que transita entre los
términos municipales de Gandullas/Piñuecar y La Serna del Monte; secano total,
por suelo escaso y solo adornado por matorral y algo de pastizal.
El punto de
partida será la c/. Lavadero, entre el Puente del Arrabal que queda a la derecha y la Plaza del Progreso
que se atraviesa. Desde la plazoleta y dejando a la derecha la EDAR de Puentes
Viejas, seguimos por un callejón que lleva al Arroyo de las Cárcavas o Cigüeñuela (según la documentación que se consulte),
el cual se cruza por un
paso de canalización antigua, sin protección lateral. Poco más abajo de los restos del Molino del Arroyo Cigüeñuela, que se verá al regresar.
Superada la
rampa de cuatrocientos metros, se allana la senda y traspasando un murete por
un paso al efecto, llegamos a un mirador natural sobre un roquedal; donde disfrutamos de una magnifica vista del pueblo
medieval, destacando la muralla, la iglesia y el Castillo; así como por el meandro del Río Lozoya.
La senda se
hace camino y con la agradecida sombra, primero de encinas; luego de pinos y después
tramos al cincuenta por ciento, va girando al sur y luego al este, hasta que en
una curva a la derecha; aparece unos metros más arriba la ruina de la Casa
del Bosque (0:41h – 3,42km), mal llamado, Palacio de Osuna. El
acceso desde el pueblo, era por el Puente de la Coracha;
sumergido desde la construcción en 1940 del Embalse de Puentes Viejas,
así como el camino.
El palacete de origen renacentista y
arquitectura manierista se levantó entre el 1596 y 1601, a petición de Iñigo López de Mendoza y Mendoza, descendiente del marqués de Santillana y amigo personal de Felipe II.
Éste personaje, introdujo en nuestro país el uso de villas de recreo en plena
naturaleza y con las comodidades de la ciudad; para relajarse del protocolo y
disfrutar de fiestas, caza y pesca.
La
construcción se articula en torno a un cuerpo central de forma circular, a modo
de rotonda, que sobresale en planta y estaba cubierta con una cúpula de media
naranja -actualmente desaparecida-, que hacia función de capilla del palacio.
Ésta es la parte mejor conservada, manteniéndose el enlucido interior de los
paramentos, así como escudos nobiliarios con la cruz de los Mendoza.
Continuamos con la ruta, pasando bajo una línea de
alta tensión y cruzando un arroyuelo estacional, encontrando a pocos metros un desvío
a derecha. Puesto que, de seguir el camino principal, sabemos que tendremos que
saltar un muro; tomamos el desvío con la idea de llegar a la vía pecuaria, sin ningún
obstáculo.
Pero el desvío y luego por monte a través, nos lleva
a distancia del embalse, encontrando lo inevitable; el muro. Qué en éste caso,
es un murete de apenas medio metro; por lo que fácilmente lo libramos. Ya en el
Cordel del Bosque y con dirección norte, salimos a la ctra
M-137; viendo a la izquierda las antenas del Centro de Comunicaciones por
Satélite de Telefónica (inactivo desde 2003), pero cuya imagen nos traslada al
cine de ficción.
Cruzada la carretera, andamos unos metros a derecha, giramos
a siniestra y entramos en el T.M. de
Piñuecar-Gandullas; subiendo
hacia el altozano, por el camino hormigonado del helipuerto de Gandullas. Pasado
éste, a la izquierda hay un área de descanso (actualmente abandonada) pero con
una buena vista sobre el complejo parabólico.
Pero mejor vista hay desde Peñas Zorreras (1:26h – 7,07km), por eso fue elegida para levantar un fortín con tres
troneras, por el frente Nacional. Siguiendo la señal a Piñuecar, andamos sobre
el Cordel de la Praillera y confirmada la ruta por la indicación (a
Piñuecar 2,6km), continuamos ascendiendo junto al muro de piedra.
Finalizado el cercado, entramos en el T.M. de La Serna del Monte y hacemos una incursión al lugar de Medialegua y Las
Cercas; donde hay otro
fortín/observatorio. Ésta, era la posición Nacional más cercana al frente
republicano, situado en Cabeza Velayos o Cerro del Alemán y separados apenas
cuatrocientos metros en línea recta.
De nuevo en la
senda principal, proseguimos subiendo hasta Cabeza Retamosa, donde está
el depósito de agua del municipio (9km – 1.107m), punto más alto del recorrido y andamos
unos metros al oeste; para ver otro puesto de tiro/vigía y trincheras que zigzaguean
por la colina.
El descenso se
hace reencontrando la senda por la que se subimos, hasta el cruce en la zona de
Medialegua y desde aquí giramos al suroeste, regresando a tierras de
Buitrago en la Cañada Real de Velayos; frontera ente los dos bandos. Seguida al
norte unos metros, viramos a la izquierda y alcanzamos el cerro de Cabeza
Velayos, que se hizo famosa con la definición de Peña del Alemán, en
memoria de Max Salomón.
En éste
frente, se puede decir que no se libró batalla ni guerra propiamente, sino
escaramuzas o acciones defensivas por ambas partes, que termino en un
mantenimiento de las líneas.
Terminada la
visita de la histórica zona, retornamos a la vía pecuaria y por el buen camino llegamos
a la carretera; donde lo dejamos.
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