Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Alta (IBP: 161)
Recorrido: 21,8 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 10:30 horas Tiempo en Movimiento: 6:01 horas Altitud
mínima: 947 metros
Altitud máxima: 1988 metros Desnivel
positivo: 1347 metros Desnivel
negativo: 1347 metros
Desnivel acumulado: 2694 metros Fuentes:
NO Sombras:
10%
Recomendada: evitar con hielo o nieve Realizada: 21-10-2019 Señalizada: SI
Descripción:
Al final del
verano y comienzo de temporada, intento realizar unas buenas rutas para
despertar el ansia <senderil> del grupo GsTa y se mantenga viva la llama,
a pesar del frio del invierno. La climatología no permitió la actividad los dos
últimos lunes (día reservado para ello) pero yo, gracias a la compañía de
Santiago, con quién me ejercito los sábados, pude disfrutar de dos magníficos
recorridos: El Almanzor, en la Sierra de Gredos y La Mujer Muerta, en la Sierra
de Guadarrama.
Lo tenía difícil
mantener el nivel y más aún superarlo, hasta que recordé la senda del PR-M1, itinerario que rodea la dos Pedrizas, un pequeño
recorrido ¡con letras mayúsculas! Aunque más exacto, es decir, con piedras mayúsculas.
Serán 21 kilómetros, unos 1.500 metros de pendiente acumulada y cinco pasos
subterráneos, además de varias trepadas y algún descuelgue.
Desde que
propuse el recorrido, fue acogido con división de opiniones y los presumibles
participantes, a medida que se acercaba el día; comenzaron a desertar.
Convencido de solo
contar, con la incondicional compañía de Pepa, Paco y Jorge; en los minutos
finales al cierre de taquilla, se agregan Olga y Cesar; participes que
representaran al extenso grupo del Gmsma, donde la semana anterior les había
acompañado en su ruta de los miércoles y escuche todo tipo de excusas, para no sufrir
el palizón que el echo conlleva.
Con un cuarto de
hora sobre la hora prevista, arrancamos a las 09:15 desde el aparcamiento de la
Av. de La Pedriza, para ahorrarnos los dos kilómetros urbanos, que supone iniciarlo
en la Plaza del ayuntamiento. Retrocediendo unos metros y con la vista al otro
lado del río, de la Ermita de Peña
Sacra.
Tomamos la c/. de las Flores y en sentido Este, callejeamos hasta salir a una
vereda que transita por detrás, de las últimas viviendas de Manzanares el Real
y enlazar con el PR-M 1; también conocida como Senda de la Rinconada o Senda Maeso, en
el tramo hasta el desvío, que lleva a, El Yelmo.
Atacamos la
primera etapa que nos dejará en la bifurcación con la Senda
de Peñas Sordas, muy cerca
de La Cara y
Las Cuatro Damas. Subiendo en dirección Norte, algo más de medio kilómetro, sobre
suelo rocoso (característica general de todo el trayecto) llegamos al Collado del
Alcornocal, al que se accede también desde la zona de El Tranco;
por la senda de El Tamboril y El Indio.
Andados apenas
cien metros llanos, vuelve la pendiente y tras dejar un buen mirador a la
diestra, hay un fuerte giro a siniestra y estamos en el Collado de la Cueva; muy cerca de la Cueva
del Ave María. A partir de
aquí comenzaré a enumerar los peñascos, que cercanos a la senda han sido
bautizados con nombres, algunos acertados y otros un tanto peculiares.
Reiniciada la
marcha, pasamos entre El Candelabro y El Caracol, poco después la senda roza la base del Risco del Ofertorio o de Las Mozas, gira bruscamente a izquierda y retoma su sentido,
dejando a siniestra, El Corral; metros antes de entroncar con La
Gran Cañada y GR-10.
Proseguimos la
marcha en sentido Noreste, viendo a izquierda, La Cara de la
Gran Cañada, luego hay un
estupendo mirador a la derecha y al girar hacia el Oeste, se van dejando a la
diestra; el Risco de Los Lunes y Risco de los Martes. La senda hace un giro derecha –
izquierda y pasado el desvío al Elefantito, está a la diestra, El Caracolete.
Ahora con
dirección Norte y por un tramo enriscado, pasamos junto a una cueva, bajo el Risco
de la Lechuza y alcanzamos
una pequeña planicie; con el Risco de las Cinco Fisuras (derecha) y el Risco Forrest
Gump (izquierda); antes de
pasar el estrecho paso, que da al primer desvío hacia El Yelmo.
Continuamos de
frente y al llegar al segundo desvío al Yelmo, de frente y a la izquierda está
el Arco de Cuchilleros y a la derecha, La Caperucita.
Proseguimos
hacia la mole de, El Acebo, máxima altura de ésta primera subida y
bajamos hasta el desvío (2:24h
– 5,41km) de La
Cara y Las
Cuatro Damas; donde hacemos
el primer descanso oficial.
Reanudamos el
camino, descendiendo al Collado de la
Dehesilla y afrontamos el medio kilómetro con una pendiente media del 29% y
rampas del 51%, con dos pasos subterráneos, hasta superar y rodear el Risco de Mataelvicial.
Un pequeño
respiro, otro paso subterráneo (junto a Las Llamas y El Torro) y dejando a izquierda La Bola de Navajuelos, cruzamos la Pradera de Navajuelos y vuelta a sufrir la subida que rodea el Cancho de la Herrada o Pared
de Santillana, con otro paso
subterráneo. Logrado el paso entre ésta y el Cancho Gayuba, un corto paseo nos
separa del Collado de la Ventana (4:33h
– 8,38km), al pie de la
enorme masa granítica de la Herrada de Patas.
Saboreado el
chocolate que nos ofrece Cesar, acometemos los dos kilómetros más interesantes
y bonitos (si es que hay que elegir) donde se obtienen las mejores vistas, que
alcanzan hasta la capital. Comprende unos quinientos metros de bajada hasta el Collado de la U y la última subida
importante hasta alcanzar las inmediaciones de Las Torres de La Pedriza.
Pasada la
bifurcación del Collado de la U, vemos El Puro (derecha) y otro paso subterráneo (que
definiría como el más difícil) y atacando el tramo final de subida, se pasa muy
cerca de La Esfinge, El
Loro (que como no habló, no
lo vimos), el Risco del Ventanillo y El Dedo.
Finalizando la
última trepada, se avista hacia Las Torres, el Dedo de Dios y al
fin entramos en el Comedor de Termes,
entre Las Torres y Los Gavilanes (6:14h – 10,3km); donde nosotros también hacemos lo propio y
hasta tomamos un calentito café, que algo nos reconforta.
Sin tiempo que
perder, ganamos la máxima altura del recorrido (1.985m) y aceleramos
en el descenso junto a las Cuatro Torres.
El trazado del PR-M1, se unifica
con el del PR-M2
y bajan al Collado de Prao Poyo o del Mirandero.
El trazado del PR-M1, toma rumbo al Suroeste y dejado el Cancho
del Centeno (izquierda),
gira al Sur por la cara Oeste de Las Milaneras (Canchos del Risquín y Risco de la
Milanera) hasta pasar por la Portilla de
Tres Cestos, a la cara Este. Una vez dejada la columna de Tres Cestos, se
trepa unos metros y toca salvar la La Gran Milanera. Máxima pendiente de bajada
(56%) y un corto pero delicado tramo, con una pulsera de cadena; que en la
subida puede ayudar, pero en el descenso no sirve de nada.
Superado el
descolgamiento, y tras un paseo por el bosque, vemos La Diligencia (derecha) y el Carro del Diablo (de frente), cruzamos el Collado
de la Romera y librando otro apurillo, pasamos el Jardín de la Campana; enfilamos el Canal del Pajarito y entramos en el Collado Cabrón (8:55h – 14,7km), sanos y salvos.
Desde aquí a Canto Cochino, nos parece un paseo y el
tramo de la Garganta Camorza, todo
él junto al río, es muy bonito. El cual, a pesar de ser pedregoso, no supone
ningún contratiempo andarlo y llegar hasta el Área Recreativa de El Tranco. Desde la que se prosigue también, muy
cercano a la corriente; hasta finalizar el exigente recorrido; donde no
recuerdo que me agradecieran el detalle, de no tener que continuar hasta el
centro del pueblo, en el que paramos para celebrarlo, con las típicas cervezas.
¡Ah, qué buena ruta habéis hecho! la integral prácticamente íntegra, como ha de ser. En mi opinión es la circular más gimnástica y exigente de las excursiones de la Sierra de Guadarrama.
ResponderEliminarEnhorabuena por ella y ánimo para lo siguiente.
Salud y Montaña desde mi rincón en "zancadas ligeras"