Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Baja (IBP: 42) Recorrido: 14,1 km Ciclable: SI
Tiempo Total: 4:34 horas Tiempo en Movimiento: 3:07 horas Altitud
mínima: 1151 metros
Altitud máxima: 1334 metros Desnivel
positivo: 356 metros Desnivel
negativo: 356 metros
Desnivel acumulado: 712 metros Fuentes:
SI* Sombras:
40%
Recomendada: todo el año Realizada: 30-09-2019 Señalizada: NO
Descripción:
Con la ruta
indicada en la web
del ayuntamiento, como Riscos y Atalayas, como base, pero con un
recorrido algo más largo, que he trazado para llenar la mañana y volver a
tiempo y hora de comer en el Restaurante Magalia, con los compañeros del grupo; que con
el atractivo del manduque, se han presentado siete y pleno de las féminas.
Partimos los
ocho desde el aparcamiento del restaurante, cruzando la ctra CL-505 y atravesado el paso canadiense, aunque la ruta
original sigue por la izquierda; nosotros tomamos el amplio y bonito camino, con
bancos de piedra a ambos lados. Llegados a una zona despejada de pinar, tenemos
las primeras vistas de los Montes de Toledo y Sierra de Gredos.
Dejando a la
derecha unas viviendas y a la izquierda el pinar de El Alijar, encontramos un pequeño peñascal (al oeste de
Risco de los Dineros) desde el que las vistas son aún mejores que las anteriores.
En dos pasos,
vemos la Fuente Conejeras y una caseta/refugio.
Y prosiguiendo
en dirección sur, alcanzamos un roquedal con una ruina en su cima, que tuvo que
ser un magnifico observatorio.
Por darle un
poco de interés a la marcha, bajamos sin senda, pero por terreno andable, hasta
la pista y cruzamos por el Paso Coronas,
el ferrocarril de la antigua línea
General del Norte.
Continuando
cercano al trazado, vadeamos el Arroyo
del Valladal (seco total) y
remontamos hasta una calzada asfaltada, por la que pasamos sobre el Túnel de Choza Moral, al otro lado de las vías y entroncamos con la ruta original.
Tras las señales
de la senda, pasamos una vaqueriza y vemos al otro lado de la vía, otro
bunker/refugio; y a éste lado, los restos del Apeadero Fontuana.
A continuación llegamos
a la preciosa Fuente Verator, donde uno de los perros que nos acompañan
se da un buen baño y saltando entre el T.M. de Valdemaqueda y Las Navas, pasamos
junto a otro bunker/refugio y subimos hasta el Cerro Peñarrubia y su vértice geodésico; compartido con el
T.M. de Valdemaqueda.
A pocos metros de
distancia y de nivel, ésta la Atalaya de
los Picozos, con el cobertizo de vigilancia de incendios forestales, para
la temporada estival. Desde aquí, el regreso lo haremos siguiendo la ruta
original, desviándonos unos metros a la
derecha en la primera bifurcación, para ver otro bunker/refugio, casi tapado
por las jaras. Atravesada la zona Pimpollada
de Robledillo, dejamos momentáneamente la senda; para caminar por el
cortafuego y paso de la línea de A.T.
Volvemos a
cruzar la calzada asfaltada y en el siguiente cruce, en la zona de la Tarayuela, nos desviamos a la derecha,
donde vemos los trabajos de recolección de la resina y tenemos una pequeña charla con el
resinero, que muy amablemente nos informa que trabaja un cuartel (superficie
concedida por el ayuntamiento) y son <tres cosechas> al año; ya que en el
invierno no es posible debido al frío.
Pasamos por el Área Recreativa de El Valladal, y
siguiendo las marcas en los pinos, retornamos al punto de partida, por la
agradable senda que discurre entre el estupendo pinar y paralela a la carretera
CL-505.
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