viernes, 11 de octubre de 2019

Manzanares el Real, ruta 35 El Tolmo, La Calavera, La Muela y Los Guerreros

La Pedriza, Arroyo de la Majadilla, Prao Peluca, El Tolmo, Arroyo de la Dehesilla, La Calavera, La Muela, Los Guerreros, Senda de la Majadilla, Arroyo de Poyos, PR-M 2, Canto Cochino, Manzanares el Real.


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Alta (IBP: 71)   Recorrido: 11,2 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 6:21 horas     Tiempo en Movimiento: 3:15 horas      Altitud mínima: 1025 metros  

Altitud máxima: 1609 metros    Desnivel positivo: 668 metros    Desnivel negativo: 668 metros

Desnivel acumulado: 1336 metros      Fuentes: NO      Sombras: 10%     

Recomendada: evitar con hielo o nieve      Realizada: 09-10-2019      Señalizada: NO

Descripción:
Después de mucho tiempo -que rápido pasa el puñetero- me reencuentro con el magnífico y numeroso grupo del Gmsma, con casi la mitad de caras nuevas y bastante más equilibrado entre participantes masculinos y femeninos; gracias a los esfuerzos de Antonio y Paco Nieto, así como el hecho de publicarse las rutas en El Adelantado de Segovia; provincia que ya aporta una buena representación.

Sobre las diez y media, hora establecida para iniciar la salida desde el primer aparcamiento en la zona de Canto Cochino, van apareciendo los vehículos y descargando los entusiasmados senderistas, para vivir otra agradable jornada en La Pedriza. Como siempre, saludos, besitos y abrazos entre todos los participantes y cuando menos te lo esperas; echamos a caminar.

Sobre el trazado del GR-10, seguimos la ruta diseñada por Paco Cantos (especialista en La Pedriza) y dirigidos por Antonio y sus lugartenientes; Julián y Santiago (lo digo por los walkie talkie), cruzando el Río Manzanares y el Arroyo de la Majadilla; hasta entroncar con la Senda las Formas de La Pedriza, que junto al arroyo se dirige al norte por la antigua vía pecuaria Cordel del Hortigal.

Dejando a derecha varios desvíos que llevan hacia El Yelmo, pasamos la Pradera de los Lobos -que años atrás fue espacio de acampada- viendo en el centro la roca conocida como El Cerdito o El Perro, dependiendo de las dioptrías o las copas de anís que te hayas tomado. Lo seguro es, que al fondo vemos La Pedriza Posterior, arriba a la derecha Peña Sirio y a la izquierda, el Cancho de los Muertos.

La zigzagueante vereda nos deja en el Prao Peluca, unos metros por debajo del Refugio Giner de los Ríos, primera parada para reagruparnos y que corra el tiempo. De la misma forma, cuando estás acomodado ¡coño! Que comienzan otra vez a andar. Continuando por la misma senda hacia el noreste, que sube al Collado de la Dehesilla, encontramos el gigantesco peñasco de, El Tolmo; cuya sombra se merece otra parada, ésta para tomar el primer tentempié.  

Pasados los minutos justos y calculados, proseguimos la andadura girando nuevamente al norte, vadeando el Arroyo de la Dehesilla y con dirección al conjunto de rocas en torno a, El Pájaro o Gran Pinganillo; haciendo una corta incursión a la izquierda, para ver la piedra conocida como La Calavera.

A partir de aquí el terreno se pone interesante provocando en el grupo una lógica algarabía. Serán ochocientos metros de auténtica pedriza, con rampas de hasta el 58%, en los que invertimos algo más de hora y media, hasta encaramarnos en una <plataforma> situada entre La Muela y Los Guerreros; donde ahora sí, con toda la razón, nos premiamos además de con las extraordinarias vistas, con el bocata, que cada cual según capricho, se lo come al sol o como el menda y otros varios, que elegimos la sombra dentro de un pilancó o marmita de gigante

Transcurrido el tiempo establecido, desmontamos del mirador y dejando a la izquierda por orden: La Torre de las Arañas Negras, Torre del Buitre Negro y el Cancho Buitrón, atacamos el mejor tramo de la ruta; donde la colectividad entra en éxtasis, y por fin; alcanzamos un pequeño <jardín>, poco antes de la bifurcación, siendo la parte más alta del recorrido, donde se hace otro descanso.

Reanudada la marcha, en la bifurcación, giro a siniestra y comienza el descenso por la Senda de los Forestales que nos lleva hasta la Senda de la Majadilla, o más conocida como Senda del Arroyo de la Ventana. Sobre éste buen camino, el grupo aligera el paso –oyéndose rumores, de no sé qué, de la cerveza- y como los tiempos están para cumplirlos, al llegar a la confluencia del Arroyo de los Pollos y con la excusa de tomar agua; se ordena otro descanso.

Menos más que el cronometro, indica que hay que partir y se reanuda la marcha con ímpetu, cruzando el Arroyo de Poyos y enlazando con el PR-M2, que nos devuelve al punto de partida, a través del tramo conocido como La Autopista.

Por supuesto tengo que agregar el mejor rato del día, la fresca cervecita, que devuelve al cuerpo los niveles hídricos, tras la gran sudada y que tomamos en el pueblo de Manzanares el Real. 

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