Tipo de Ruta: Lineal Dificultad: Alta (IBP: 127)
Recorrido: 17,8 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:43 horas Tiempo en Movimiento: 5:02 horas Altitud
mínima: 1326 metros
Altitud máxima: 2044 metros Desnivel
positivo: 1053 metros Desnivel
negativo: 961 metros
Desnivel acumulado: 2014 metros Fuentes:
NO Sombras:
15%
Recomendada: otoño Realizada: 04-11-2019 Señalizada: NO
Descripción:
Llegados los dos vehículos al pequeño aparcamiento en la ctra SG-112,
junto al Embalse de Riofrío y
descargados los acompañantes, llevamos un coche a la ermita y regresamos para
dar inicio a la anhelada ruta. Andando por la calzada, dejamos el embalse a la
derecha, cruzamos el Arroyo de la Tejera y abandonamos
la carretera, por el Camino Viejo de
Peñalba de la Sierra, vereda que se ramifica a la diestra y sube junto al Río Riaza.
Luego salvamos el río por una pobre pasarela (en realidad, dos troncos
con algunos travesaños), en el que ponemos a prueba el equilibrio y continuamos
ascendiendo cerca del Arroyo del
Avellano, penetrando en una de las zonas más bonitas del hayedo, cuya senda
está alfombrada por sus hojas.
Una vez vadeado el arroyo, se cruza otro regato y sobre la senda
convertida en escorrentía, llegamos a la ventana o arco natural, desde el que
hay una buena panorámica del valle.
En poco más alcanzamos el Puerto
de la Quesera (4,8km - 1.715m) encontrando
una pareja de guardias civiles, que una vez preguntado que itinerario seguimos,
nos informan que están buscando a un hombre desaparecido el día anterior, por
lo que si vemos o encontramos algo que pueda ayudar a su localización se lo
notifiquemos.
La ruta nos lleva otro corto tramo por la carretera, hasta que ésta
gira a la derecha, momento en que volvemos a dejarla para seguir la Senda a la Ermita de Hontanares. Nueva subida
que se allana en las proximidades de la Peña
de la Silla, pero nosotros, dispuestos a pisar todo cerro que se nos ponga
por delante, no perdonamos y proseguimos subiendo hasta coronarlo (6,8km - 1.935m).
Decidimos tomar el primer refrigerio y estando en ello, se acerca otra
pareja de guardias con los que charlamos sobre el suceso y les invitamos a compartir
el turrón que Javier ha repartido.
Reanudada la marcha, nos reencontramos con la senda poco antes del Collado de la Lagunilla (1.781m); donde sufrimos el primer contacto, con el fuerte
viento de poniente.
Comenzado el tránsito por la Cuerda
de las Berceras, damos de lado a los primeros picos y entroncada,
proseguimos por la cima y la finalizamos, superando los dos mil en el Alto del Parrejón (9,75km - 2.013m). Que íbamos a soportar una
ligera lluvia y viento, estaba previsto, pero lo que se nos echó encima; era
una continua ráfaga de viento y lluvia, que parecían perdigones.
Superado el meridiano del trayecto, decidimos continuar y apretando el
ritmo, dejamos atrás el Collado del
Cervunal (1.953m), el Alto del Cervunalillo (2.016m), el Collado
de la Buitrera (1.983m), el Cerro de Mesa Peñota y la Buitrera (11,6km - 2.045m) máxima altura del recorrido; la cual se pasa unos
metros por debajo y hoy lógicamente, no se nos ocurre pisar.
Perdida la oportunidad de disfrutar de las extraordinarias vistas del Barranco de las Víboras y Río Lillas, y con dificultad para mantener la verticalidad, pasamos
el Portillo de los Lobos (13,4km - 1.896m) y el Cerro Gordo (1.906m), entrando en
tierras de Riaza. Cuando imaginábamos que el resto sería ya un
paseo, nos encontramos con el Calamorro
(15,6km), que lo franqueamos por un
bonito paso.
Luego viene el Collado Cimero y el roquedal de Merino (16,1km - 1.799m), con una
destacable cruz y en el cual hay que bregar con varios descensos -trepadas a la
inversa- hoy más delicadas al estar la piedra mojada. Finalmente llegamos al Collado de la Fuente (1.627m), punto en que se deja la sierra y la senda tuerce
a la izquierda. Entramos de nuevo en zona de robles y luego un pequeño pinar,
hasta que hasta que por fin aparece la Ermita Virgen de
Hontanares (1.430m) y concluimos el penoso recorrido.
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