Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Media / Alta (IBP: 96)
Recorrido: 18,5 km Ciclable: SI*
Tiempo Total: 5:22 horas Tiempo en Movimiento: 4:24 horas Altitud
mínima: 1168 metros
Altitud máxima: 2039 metros Desnivel
positivo: 923 metros Desnivel
negativo: 923 metros
Desnivel acumulado: 1846 metros Fuentes:
SI Sombras:
30%
Recomendada: todo el año Realizada: 14-01-2019 Señalizada: NO
fotos Enrique -- fotos Paco -- mis fotos
Descripción:
Segunda vez que subo al
Puerto del Reventón, ésta vez por la vertiente madrileña. Ruta prácticamente de
ida y vuelta, con algún atajo a la vuelta; que siempre es más llevadero.
Partimos de la c/. Cuesta del
Chorro, junto al polideportivo y en la unión con la c/. Jarandilla, ya vemos
las marcas blanco y amarillo de los PRs; pues el trazado en la subida es
coincidente con el PR-M 10, salvando el desvío para ver el Carro del Diablo.
A la c/. Cuesta del Chorro
pasada la primera portilla, le sigue el Camino
de los Horcajuelos. En algo menos de un kilómetro, se pasa la segunda
barrera (0:29h - 1,4km) y acto seguido en la bifurcación; continuamos por la
derecha -camino principal, el ramal de la izquierda será por donde hagamos el
regreso- Entrando en éste momento en el extenso robledal de Los Horcajuelos.
Por el cómodo camino que
traza una amplia zeta y con una pendiente media del 10%, ganamos altura hasta
llegar a la tercera y última portilla (1:03h -
3,63km); donde el robledal se torna en
pinar.
Andando el trozo más bonito
se llega al cruce de caminos, con el hito “Puerta
del Reventón” del Parque Nacional Sierra de Guadarrama. A la derecha está el Carro del Diablo; conjunto de rocas que levanto controversias en el
grupo; pues para unos es el que está a dos pasos (muy pequeño) y para otros el
que queda a treinta metros y diez por debajo de la pista (mucho más grande). Lo
cierto es que hay que echarle bastante imaginación a cualquiera de los dos;
pero todo sea por mantener viva la leyenda sobre la construcción de la primera catedral de Segovia.
De regreso a la encrucijada,
seguir la estupenda señalización y por el Camino del Monasterio del Paular a La
Granja, andar unos tres kilómetros en sucesivas eses, que mitigan la machacona
pendiente con apenas algunos descansos. Llegados al Arroyo de Santa María,
solo queda otra amplia zeta, pasar por la explanada del pluviómetro y sufrir
los quinientos metros que quedan hasta alcanzar el Puerto del Reventón (2:41h - 9,7km
– 2.039m); donde destaca el solitario
monolito erigido en memoria del teniente coronel Ibáñez Marín, primer
presidente de la Sociedad Militar de Excursiones.
Luego del obligatorio y
merecido descanso, desandamos el camino, haciendo una parada en el Arroyo de
Santa María, para ver los bonitos carámbanos y lloreras heladas. Hacemos los atajos
que creemos factibles y de nuevo en el cruce de caminos (4:19h - 14,3km).
Tomamos una aparente senda a
la derecha, que en dirección sur nos debería llevar a una pista; pronto vemos
que ni senda, ni rastro- Aún así llegamos al Arroyo
de los Apriscos, que cruzamos ante mi
insistencia para dar con la “fabulosa pista” que nos espera más abajo; según
mapa del IGN Y OpenStreepMap.
Finalmente “pisamos” la figurada
pista que no vemos por ningún lado y siguiendo ¡si acaso! Un rastro a la
izquierda, volvemos a vadear el mismo arroyo, al partir del cual si comienza a
parecerse a un camino; aunque eso sí, largo tiempo abandonado. Terminada la
exploración que no merece repetirse, nos reencontramos con el Camino de los Horcajuelos y senda PR-M 10 (5:05h - 16,9km);
dejamos atrás el robledal y finalizamos.
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