lunes, 4 de agosto de 2025

Estremera, Paseo Urbano

Estremera, Ermita-Cripta del Santo Sepulcro, Centro Cultural Camilo José Cela, Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, Casa Consistorial, Casa de las Columnas, Casas con escudos heráldicos, Parque Europa, Plaza de Toros.

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Baja (IBP: 12)   Recorrido: 2,7 km   Ciclable: SI

Tiempo Total: 0:47 horas  Tiempo en Movimiento: 0:32 horas  Altitud mínima: 626 metros  

Altitud máxima: 649 metros    Desnivel positivo: 59 metros    Desnivel negativo: 59 metros

Desnivel acumulado: 118 metros      Fuentes: SI       Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 02-08-2025      Señalizada: NO

Descripción:

Estremera, es un pequeño municipio de 79,1 kilómetros cuadrados de superficie, que lo sitúa en el puesto 16 de la Comunidad de Madrid por superficie. Se encuentra en el extremo sureste, entre los T. M. de Brea de Tajo, Valdaracete y Fuentidueña de Tajo; además de Belinchón y Barajas de Melo, de la provincia de Cuenca, más Almoguera de la provincia de Guadalajara.

Tiene una población en torno a los mil quinientos habitantes, cuyo gentilicio es estremereño, estando comunicado por la ctra M-222, M-238 y M-241. El transporte público lo cubre la línea 351 desde el Intercambiador de Méndez Álvaro o estación sur y otras con Arganda Hospital y el Centro Penitenciario.

El término municipal, forma parte de la llamada Comarca de las Vegas y La Alcarria, junto con los treinta restantes municipios: Ambite, Anchuelo, Belmonte de Tajo, Brea de Tajo, Campo Real, Carabaña, Chinchón, Ciempozuelos, Colmenar de Oreja, Corpa, Fuentidueña de Tajo, Morata de Tajuña, Orusco de Tajuña, Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes, Perales de Tajuña, Pezuela de las Torres, Pozuelo del Rey, San Martín de la Vega, Santorcaz, Tielmes, Titulcia, Valdaracete, Valdelaguna, Valdilecha, Villaconejos, Villamanrique de Tajo, Villar del Olmo, Villarejo de Salvanés y Valverde de Alcalá.

La presencia humana se remonta al segundo milenio antes de Cristo, según los restos encontrados en la sima de las Yeseras o Cueva de Pedro Fernández, lugar que alberga un poblado de la Edad del Bronce, inicial y medio, conservándose restos de enterramientos humanos y de cerámica campaniforme.

El tesorillo de Drieves escondido en el siglo I a. C. y descubierto al construirse el canal de Estremera, contenía catorce kilos de plata de orfebre de la Segunda Edad del Hierro. Además, los numerosos restos arqueológicos encontrados a lo largo del Tajo, sugieren la existencia de poblados prerromanos y romanos en la comarca; hipótesis apoyada por el paso de la calzada romana que partía hacia el sur desde Complutum, pasando por Caraca y Segobriga.

Durante los periodos visigodo y musulmán se tienen pocas referencias. En el año 1085, todo el actual término municipal pasa a manos cristianas, comenzando a repoblarse y creciendo como aldea de Almoguera, durante la primera mitad del siglo XII. El primer documento escrito el que se menciona Estremera, es del año 1167, en el que el rey Alfonso VIII dona al monasterio y monjes de San Vicente Mártir en Valencia, las aldeas de Fuentidueña y Estremera, de Toledo; donación que no debió llevarse a efecto, pasando de nuevo a la corona.

En 1170 al crearse la Orden Militar de Santiago para luchar contra los musulmanes y defender la frontera frente a los almohades, se le fue dotando de propiedades y la aldea de Estremera le fue entregada en la donación del castillo de Alharilla y su alfoz, por Alfonso VIII en 1172. Tres años después, el Papa Alejandro III, en la bula fundacional de dicha Orden, señala a Estremera como propiedad de ella.

En 1177 durante el sitio de Cuenca, el concejo de Almoguera reclamó por segunda vez ante el rey Alfonso VIII la posesión de la aldea de Estremera, resolviendo el rey a favor de la Orden; en los ambos casos. Más tarde, entre 1179 y 1184, por orden del rey Alfonso VIII y de su esposa la reina Leonor, el Maestre de la Orden de Santiago Pedro Fernández de Fuencalada concedió fuero a los habitantes de Estremera; permitiendo convertirse en villa y tener jurisdicción propia, independizándose de Alharilla.

A principios del siglo XIII, la Orden de Santiago creó la encomienda de Estremera, como parte de su división territorial, uniéndose después Valdaracete, cuya encomienda tenía el nombre de ambas villas. En 1559, Felipe II desmembró la encomienda de Estremera y Valdaracete de la Orden de Santiago, obligando a renunciar a ella a su comendador López de Guzmán y pasando ambas villas a la corona.

En 1559, Felipe II desmembró la encomienda de Estremera y Valdaracete, de la Orden de Santiago, pasando ambas villas a la corona y obligando a renunciar a ella a su comendador López de Guzmán. Luego a finales de 1560, el rey las vende a Francisco de Mendoza, comendador de Socuéllamos, administrador de las minas de Guadalcanal y general de galeras, para saldar una deuda que tenía con él.

Al morir en 1563 Francisco de Mendoza con muchas deudas, sus herederos en 1565 subasta las villas públicamente en Madrid, adquiriéndolas Ruy Gómez de Silva, príncipe de Éboli y consejero de Felipe II. En 1568, Felipe II le nombró duque de Estremera, para equipararlo con el duque de Alba y posteriormente, en 1572 antes de morir, fue agraciado con el título de duque de Pastrana, lugar donde creó su mayorazgo.

Los príncipes de Éboli según escrituras notariales de 1568, pagaron la construcción de la actual iglesia parroquial. A mediados del XVI, ya existía el horno de la puerta del Arbollón y el de los herederos de Pedro Barcala, cuyo pan era famoso por su calidad; así como el vino el aceite y el azafrán de Estremera. También en ese siglo, ya estaba el Hospital de San Miguel, con una capilla anexa y cuatro ermitas, las de Santa María Magdalena, San Sebastián, San Pedro y la de Nuestra Sra. del Rosario.

A partir del siglo XVII, el señorío de Estremera fue heredándose por los sucesores de los príncipes de Éboli, de la casa de Pastrana, hasta que títulos y propiedades pasaron a la casa del Infantado con el V duque. En el siglo XIX las propiedades señoriales y las de la iglesia, son vendidas a particulares tras las desamortizaciones civiles y eclesiásticas.

El título de Duque de Estremera también se fue transmitiendo hasta que se perderse en el siglo XIX, siendo rehabilitado en 1913 por Alfonso XIII; y actualmente sigue ostentándose.

El paseo se inicia en la Plaza de Puerta de Viñas, donde está la parada de autobús viniendo de Madrid y se puede estacionar, punto de entrada por la ctra M-222 en la parte norte del pueblo, viendo en el pequeño parque el escudo de la localidad y acercándose a la contigua Plaza de la Casa Nueva, para ver la Casa de Don Esteban, edificio en ruinas; que aún mantiene unas estupendas rejas.

Regresando a la carretera y Av. Luis Romeo Mateos, se sigue al Este tras la indicación al cementerio, que está después de cruzar el arroyo de Valverde, por un puente de hierro. Sobre el centro y a la izquierda del campo Santo está la Ermita-Cripta del Santo Sepulcro; socavada en el cerro en las dos últimas décadas del siglo XVI, para guardar la imagen del Cristo muerto.

Retornar hasta poder girar y subir a la c/. de Laderas, por la que se llega primero a un mirador y seguidamente el Centro Cultural Camilo José Cela

A continuación, se pasa por la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, declarada Bien de Interés Cultural por la CAM. Levantada en el s. XVI es de estilo renacentista y consta de tres naves sobre pilares compuestos y arcos de medio punto; con cubierta de la nave central de bóvedas vaídas y las laterales de bóvedas apaineladas.

El retablo del altar mayor es barroco de principios del siglo XVII. Comparte habitáculo con un cuadro de la escuela veneciana del XVII que representa el Santo Entierro. Además, también contiene un magnífico órgano, obra de Pedro Liborna Echavarría, terminado en el año 1716 y restaurado por la Comunidad Autónoma de Madrid en 1994.

La iglesia acoge la Capilla de San José, cuyo diseño como los detalles decorativos, con huellas herrerianas, avalan que fuera diseñada por el arquitecto de Felipe II o su discípulo Juan Gómez de Mora. La capilla tiene un bello retablo plateresco de la escuela toledana, considerado como una de sus joyas.


Seguidamente se baja hasta la Plaza de Don Juan Carlos I, espacio configurado a mitad del siglo XVI, fecha en la que se construyeron los dos edificios más representativos del pueblo; la Iglesia y el Ayuntamiento. Es el centro de la vida social del pueblo donde se instala el mercado semanal y hasta se celebraron corridas de toros; en éstos momentos se encuentra en obras de remodelación.


La Casa Consistorial, data del siglo XVI y mantuvo su estructura durante cuatro siglos, hasta su remodelación en 1980, conservándose del original, solo su arcada con columnas renacentistas de estilo toscano; que se caracterizan por su simplicidad y robustez.

Volviendo sobre lo andado, se tuerce por c/. de la Iglesia, viendo varias casas solariegas con sus escudos, como la Casa de las Columnas o de Camacho (nº 5 y 7), que fue un antiguo palacio con una portada renacentista de finales del siglo XVI y unas meritorias balconadas de forja que perteneció a los Duques del Infantado.

Hacia final de la misma calle están situados dos edificios de finales del siglo XIX: en el nº21 una casa de aires victorianos y unos metros más adelante, en el nº12, la casa de D. Matías Martínez-Aedo convertida en casa rural.

En la Plazuela de San Isidro, se encuentra la casa de finales del siglo XIX de D. Gregorio Barcala (sin identificar), y en el nº2 con el blasón del linaje; la antigua casona solariega de los Mejía, de mediados del siglo XVII.

El paseo sigue por c/ del Santo y c/. Don Bernardo Montejano, girando luego por el Callejón del Prado con escalones, para llegar al Parque Europa; con una fuente ornamental bajo pérgola, columpios, balancines, toboganes, máquinas de ejercicio físico y fuente de agua potable. En la salida de caminos hay una señal del Camino Natural del Tajo y metros más adelante una del Camino de Uclés.

Prosiguiendo al norte por la c/. Don Manuel Martínez Aedo y carretera M-241, en el tercer desvío a izquierda (c/. del Eruelo), lleva al Consultorio Médico y Punto Limpio; y finalizando el remonte, a la izquierda ocupa el nº 35, otra antigua casa con escudo de armas.

Poco más arriba en la bifurcación de calles, se encuentra en la reducida isleta, un monumento con las banderas de las autonomías de España y en el mástil, la enseña nacional, 

quedando el cuartel de la guardia civil, en la calle de la derecha y a pocos metros. El paseo sigue de frente por la c/. Dr. Manuel A. del Olmo Millán, por la que se llega a la Plaza de Toros.

Girando a derecha se sale a la Av. de España y siguiendo hacía las afueras, se llega hasta la confluencia, donde hay un pedestal con el nombre del pueblo. Continuar a derecha por la ctra M-222, dejando a izquierda la calle que lleva a la zona deportiva, con Polideportivo, piscina, campo de futbol, pista de tenis y padel; finalizando seguidamente en la parada de autobús. 

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