Estremera, Ermita-Cripta del Santo Sepulcro, Centro Cultural Camilo José Cela, Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, Casa Consistorial, Casa de las Columnas, Casas con escudos heráldicos, Parque Europa, Plaza de Toros.
M A P A P E R F I L F O T O S Track KML
W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad:
Baja (IBP: 12) Recorrido:
2,7 km Ciclable: SI
Tiempo Total: 0:47
horas Tiempo en Movimiento: 0:32
horas Altitud mínima: 626 metros
Altitud máxima: 649
metros Desnivel positivo: 59 metros Desnivel negativo: 59 metros
Desnivel acumulado: 118
metros Fuentes: SI Sombras:
10%
Recomendada: todo el
año Realizada: 02-08-2025 Señalizada: NO
Descripción:
Estremera, es un pequeño municipio de 79,1
kilómetros cuadrados de superficie, que lo sitúa en el puesto 16 de la
Comunidad de Madrid por superficie. Se encuentra en el extremo sureste, entre los T. M. de Brea de Tajo, Valdaracete y
Fuentidueña de Tajo; además de Belinchón y Barajas de Melo, de la provincia de
Cuenca, más Almoguera de la provincia de Guadalajara.
Tiene
una población en torno a los mil quinientos habitantes, cuyo gentilicio es
estremereño, estando comunicado por la ctra M-222, M-238 y M-241. El transporte público lo cubre la línea 351 desde el
Intercambiador de Méndez Álvaro o estación sur y otras con Arganda Hospital y
el Centro Penitenciario.
El
término municipal, forma parte de la llamada Comarca de las Vegas y La Alcarria, junto con los treinta restantes
municipios: Ambite, Anchuelo, Belmonte de Tajo, Brea de Tajo, Campo Real,
Carabaña, Chinchón, Ciempozuelos, Colmenar de Oreja, Corpa, Fuentidueña de
Tajo, Morata de Tajuña, Orusco de Tajuña, Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes,
Perales de Tajuña, Pezuela de las Torres, Pozuelo del Rey, San Martín de la
Vega, Santorcaz, Tielmes, Titulcia, Valdaracete, Valdelaguna, Valdilecha,
Villaconejos, Villamanrique de Tajo, Villar del Olmo, Villarejo de Salvanés y
Valverde de Alcalá.
La
presencia humana se remonta al segundo milenio antes de Cristo, según los
restos encontrados en la sima de las Yeseras o Cueva de Pedro Fernández, lugar que alberga un poblado de la Edad
del Bronce, inicial y medio, conservándose restos de enterramientos humanos y
de cerámica campaniforme.
El
tesorillo de Drieves escondido en el siglo I a. C. y descubierto al construirse
el canal de Estremera, contenía catorce
kilos de plata de orfebre de la Segunda Edad del Hierro. Además, los numerosos
restos arqueológicos encontrados a lo largo del Tajo, sugieren la existencia de
poblados prerromanos y romanos en la comarca; hipótesis apoyada por el paso de
la calzada romana que partía hacia el sur desde Complutum, pasando por Caraca y Segobriga.
Durante
los periodos visigodo y musulmán se tienen pocas referencias. En el año 1085, todo
el actual término municipal pasa a manos cristianas, comenzando a repoblarse y
creciendo como aldea de Almoguera, durante la primera mitad del siglo XII. El primer
documento escrito el que se menciona Estremera, es del año 1167, en el que el rey
Alfonso VIII dona al monasterio y monjes de San Vicente Mártir en Valencia, las
aldeas de Fuentidueña y Estremera, de Toledo; donación que no debió llevarse a
efecto, pasando de nuevo a la corona.
En 1170
al crearse la Orden Militar de
Santiago para luchar contra los musulmanes y defender la
frontera frente a los almohades, se le fue dotando de propiedades y la aldea de
Estremera le fue entregada en la donación del castillo de Alharilla y su alfoz,
por Alfonso VIII en 1172. Tres años después, el Papa Alejandro III, en la bula
fundacional de dicha Orden, señala a Estremera como propiedad de ella.
En 1177
durante el sitio de Cuenca, el concejo de Almoguera reclamó por segunda vez ante
el rey Alfonso VIII la posesión de la aldea de Estremera, resolviendo el rey a
favor de la Orden; en los ambos casos. Más tarde, entre 1179 y 1184, por orden del rey
Alfonso VIII y de su esposa la reina Leonor, el Maestre de la Orden de Santiago
Pedro Fernández de Fuencalada
concedió fuero a los habitantes de Estremera; permitiendo convertirse en villa
y tener jurisdicción propia, independizándose de Alharilla.
A
principios del siglo XIII, la Orden de Santiago creó la encomienda de Estremera,
como parte de su división territorial, uniéndose después Valdaracete, cuya encomienda tenía el nombre de
ambas villas. En
1559, Felipe II desmembró la encomienda de Estremera y Valdaracete de la Orden
de Santiago, obligando a renunciar a ella a su comendador López de Guzmán y
pasando ambas villas a la corona.
En
1559, Felipe II desmembró la encomienda de Estremera y Valdaracete, de la Orden
de Santiago, pasando ambas villas a la corona y obligando a renunciar a ella a
su comendador López de Guzmán. Luego a finales de 1560, el rey las vende a Francisco de
Mendoza, comendador de Socuéllamos, administrador de las minas de Guadalcanal y
general de galeras, para saldar una deuda que tenía con él.
Al
morir en 1563 Francisco de Mendoza con muchas deudas, sus herederos en 1565
subasta las villas públicamente en Madrid, adquiriéndolas Ruy Gómez de Silva,
príncipe de Éboli y consejero de Felipe II. En
1568, Felipe II le nombró duque de Estremera, para equipararlo con el duque de
Alba y posteriormente, en 1572 antes de morir, fue agraciado con el título de
duque de Pastrana, lugar donde creó su mayorazgo.
Los
príncipes de Éboli según escrituras notariales de 1568, pagaron la construcción
de la actual iglesia parroquial. A mediados del XVI, ya existía el horno de la
puerta del Arbollón y el de los herederos de Pedro Barcala, cuyo pan era famoso
por su calidad; así como el vino el aceite y el azafrán de Estremera. También
en ese siglo, ya estaba el Hospital de San Miguel, con una capilla anexa y
cuatro ermitas, las de Santa María Magdalena, San Sebastián, San Pedro y la de
Nuestra Sra. del Rosario.
A
partir del siglo XVII, el señorío de Estremera fue heredándose por los
sucesores de los príncipes de Éboli, de la casa de Pastrana, hasta que títulos
y propiedades pasaron a la casa del Infantado con el V duque. En el siglo XIX las propiedades
señoriales y las de la iglesia, son vendidas a particulares tras las
desamortizaciones civiles y eclesiásticas.
El
título de Duque de Estremera también se fue transmitiendo hasta que se perderse
en el siglo XIX, siendo rehabilitado en 1913 por Alfonso XIII; y actualmente sigue
ostentándose.
El paseo se inicia en la Plaza de Puerta de Viñas,
donde está la parada de autobús viniendo de Madrid y se puede estacionar, punto
de entrada por la ctra M-222 en la parte norte del pueblo, viendo en el pequeño
parque el escudo de la localidad y acercándose a la contigua Plaza de la Casa
Nueva, para ver la Casa de Don Esteban,
edificio en ruinas; que aún mantiene unas estupendas rejas.
Regresando a la carretera y Av. Luis Romeo Mateos,
se sigue al Este tras la indicación al cementerio, que está después de cruzar
el arroyo de Valverde, por un
puente de hierro. Sobre el centro y a la izquierda del campo Santo está la Ermita-Cripta del Santo Sepulcro; socavada en el cerro en las dos
últimas décadas del siglo XVI, para guardar la imagen del Cristo muerto.
Retornar hasta poder girar y subir a la c/. de
Laderas, por la que se llega primero a un mirador
y seguidamente el Centro Cultural Camilo
José Cela.
A continuación, se pasa por la Iglesia de Nuestra Señora de
los Remedios, declarada Bien de Interés Cultural por la CAM. Levantada
en el s. XVI es de estilo renacentista y consta de tres naves
sobre pilares compuestos y arcos de medio punto; con cubierta de la nave
central de bóvedas vaídas y las laterales de bóvedas apaineladas.
El retablo del altar mayor es barroco de principios
del siglo XVII. Comparte habitáculo con un cuadro de la escuela veneciana del
XVII que representa el Santo Entierro. Además, también contiene un magnífico
órgano, obra de Pedro Liborna Echavarría, terminado en el año 1716 y restaurado
por la Comunidad Autónoma de Madrid en 1994.
La iglesia acoge la Capilla de San José, cuyo diseño
como los detalles decorativos, con huellas herrerianas, avalan que fuera
diseñada por el arquitecto de Felipe II o su discípulo Juan Gómez de Mora. La
capilla tiene un bello retablo plateresco de la
escuela toledana, considerado como una de sus joyas.
Seguidamente se baja hasta la Plaza de Don Juan Carlos I, espacio configurado a mitad del siglo
XVI, fecha en la que se construyeron los dos edificios más representativos del
pueblo; la Iglesia y el Ayuntamiento. Es el centro de la vida social del pueblo
donde se instala el mercado semanal y hasta se celebraron corridas de toros; en
éstos momentos se encuentra en obras de remodelación.
La Casa
Consistorial, data del siglo XVI y mantuvo su
estructura durante cuatro siglos, hasta su remodelación en 1980, conservándose
del original, solo su arcada con columnas renacentistas de estilo toscano; que se
caracterizan por su simplicidad y robustez.
Volviendo sobre lo andado, se tuerce por c/. de la
Iglesia, viendo varias casas solariegas con sus escudos, como la Casa de las Columnas o de Camacho (nº 5
y 7), que fue un antiguo palacio con una portada renacentista de finales del
siglo XVI y unas meritorias balconadas de forja que perteneció a los Duques del
Infantado.
Hacia final de la misma calle están situados dos
edificios de finales del siglo XIX: en el nº21 una casa de aires victorianos y unos metros más adelante, en el nº12,
la casa de D. Matías Martínez-Aedo convertida en casa rural.
En la Plazuela de San Isidro, se encuentra la casa de finales del siglo XIX
de D. Gregorio Barcala (sin identificar), y en el nº2 con el blasón del linaje;
la antigua casona solariega de los Mejía,
de mediados del siglo XVII.
El paseo sigue por c/ del Santo y c/. Don Bernardo
Montejano, girando luego por el Callejón del Prado con escalones, para llegar
al Parque Europa; con una
fuente ornamental bajo pérgola, columpios, balancines, toboganes, máquinas de
ejercicio físico y fuente de agua potable. En la salida de caminos hay una
señal del Camino Natural del Tajo y metros más adelante una del Camino de Uclés.
Prosiguiendo al norte por la c/. Don Manuel Martínez
Aedo y carretera M-241, en el tercer desvío a izquierda (c/. del Eruelo), lleva
al Consultorio Médico y Punto Limpio; y finalizando el remonte, a la izquierda
ocupa el nº 35, otra antigua casa con
escudo de armas.
Poco
más arriba en la bifurcación de calles, se encuentra en la reducida isleta, un
monumento con las banderas de las autonomías de España y en el mástil, la
enseña nacional,
quedando el cuartel de la guardia civil, en la calle de la
derecha y a pocos metros. El paseo sigue de frente por la c/. Dr. Manuel A. del
Olmo Millán, por la que se llega a la Plaza de Toros.
Girando
a derecha se sale a la Av. de España y siguiendo hacía las afueras, se llega
hasta la confluencia, donde hay un pedestal con el nombre del pueblo. Continuar
a derecha por la ctra M-222, dejando a izquierda la calle que lleva a la zona
deportiva, con Polideportivo, piscina, campo de futbol, pista de tenis y padel;
finalizando seguidamente en la parada de autobús.