Navalagamella, Mirador del Hondillo, Cañada Real Leonesa Oriental, Río Perales, Molinos.
Tipo de Ruta: Circular Dificultad:
Baja (IBP: 28) Recorrido: 6,5 km
Ciclable: SI
Tiempo Total: 2:02 horas Tiempo en Movimiento: 1:45 horas Altitud mínima: 680 metros
Altitud máxima: 770 metros Desnivel positivo: 214 metros Desnivel negativo: 214 metros
Desnivel acumulado: 428 metros Fuentes: NO Sombras:
20%
Recomendada: todo el año Realizada: 17-06-2013 Señalizada: SI -parcialmente-
Descripción:
Otro corto, pero muy bonito paseo es el que nos
lleva al Río Perales, donde quedan restos de molinos que aprovechaban la fuerza
del agua, para sus menesteres. Para esto hay que desplazarse hasta
Navalagamella, situada en el kilómetro 27,8 de la ctra M-510.
Se cree que se fundo entre los siglos
XI y XII, durante la repoblación que motivo el rey Alfonso VI, en la Sierra de
Guadarrama. El nombre compuesto por; Nava - Terreno llano y sin árboles, a
veces pantanoso, situado generalmente entre montañas- y Gamella, la RAE tiene
como segunda acepción -Artesa que sirve para dar de comer y beber a los
animales, para fregar, lavar y otros usos- confirma su situación y principal
actividad en su inicios.
En el libro de la montería de Alfonso
XI, allá sobre 1350, aparece como Naua de la Gamella. Navalagamella con su anejo, la aldea de Los Degollados, recibió
el título de Villa el 19 de mayo de 1626. Quedando eximida de la ciudad de Segovia, contando con una
población de 843 habitantes.
Damos comienzo en la Iglesia de Nuestra
Señora de la Estrella, cruzamos el pueblo hacia el Norte, para finalizar en una
gran explanada (0,760km) con una antena como referencia, es el Mirador del Hondillo, donde se ubicaban las antiguas eras del pueblo.
Desde aquí seguimos el trazado de la Cañada
Real Leonesa Oriental, hacia el Norte. Pasomos una barrera y nos
introducimos en un bosque de encinas y monte bajo. Rebasamos el Arroyo del
Molino del Hondillo (1,45km), dejando a la derecha un ramal –por el que
regresaremos- y continuamos por la excelente pista hasta alcanzar la
canalización del trasvase de, Picadas y San Juan, a Valmayor (2,44km).
Donde nos holgamos contemplando la panorámica desde el Cerro de Barracala, el
Prado del Chaparral y el Cerro de Valquemado.
Giramos otra vez a la
diestra, y comenzamos a ver restos de los molinos harineros. La senda se
estrecha y acompaña al río aguas abajo. Estamos sin duda en el tramo más bonito
y se observa en las rocas, marcas que indican que estamos siguiendo la caz, por
la que se desviaba el agua a los molinos.
Entre cantos de aves y el
murmullo del agua, abordamos el molino mejor conservado (3,55km). Y
observándolo, imaginamos como caería el agua al cubo de presión, saliendo por
el saetín, haciendo mover la rueda hidráulica y el sonido de las muelas
triturando el cereal.
Dejamos de soñar y proseguimos
la senda, pasando otro molino y nos presentamos en un desvío, donde hay una
casa (4,08km). El río gira a la izquierda, hacia una explanada junto a la ctra M-510.
Nosotros dejamos la casa a la izquierda y enfilamos una vereda junto al Arroyo
del Molino del Hondillo, lindando una finca de ganado bravo ¡eso indican los
letreros! retornando a la Cañada Real (4,96km).
Ya solo resta desandar el camino y finalizar el trayecto.
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