lunes, 20 de noviembre de 2017

Mondalindo 2017 desde Bustarviejo, por la Mina de Plata y Collado Abierto

Bustarviejo, Parque del Collado, Mina de Plata, Collado Abierto, La Albardilla, Mondalindo o Cabeza del Cervunal, Cancho del Mondalindo, Fuente del Agua Fría, Cañada Real Segoviana, Ermita de la Soledad, Ermita del Cristo de la Peña, Iglesia de la Purísima Concepción.  


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C     Análisis IBP 

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: M / A (IBP: 86 Recorrido: 13,9 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 5 horas     Tiempo en Movimiento: 3:36 horas      Altitud mínima: 1202 metros  

Altitud máxima: 1830 metros    Desnivel positivo: 742 metros    Desnivel negativo: 739 metros

Desnivel acumulado: 1481 metros      Fuentes: SI*      Sombras: 10%     

Recomendada: otoño / primavera      Realizada: 20-11-2017      Señalizada: NO




Descripción:
A Bustarviejo situado en el kilómetro 11 de la ctra M-610, se puede acceder desde Soto del Real o desde la Cabrera en la A-1. Es punto de partida de varias rutas interesantes y hoy vamos a realizar, la que sin duda ocupa el primer puesto; subir a la Cabeza del Cervunal, más conocido como “Mondalindo”, por la mina de plata.

Al parecer el topónimo Bustarviejo proviene de “Bustar”, derivado del latín bos-stare, dehesa o pastizal de bueyes. “Viejo” asevera su origen ancestral. Restos arqueológicos encontrados en el municipio, como la llamada Torre de la Mina, dan referencias históricas de origen musulmán.
Su nombre se menciona en el Libro de la Montería (reinado de Alfonso XI) por un pleito mantenido en 1297, contra Canencia por una cuestión de pastos. 

Congregado el grupo, damos la bienvenida al nuevo integrante, Santiago; hoy somos siete, estando ausentes Emilio, Fernando y Sol. Comenzamos a las 09:40 a 1.215m, junto a la carretera y calle San Sebastian, por la que salimos del pueblo; y enlazando con el GR-10, llegamos al Área Recreativa del Parque del Collado (0:18h - 1,32km).

Cruzamos la ctra y junto al campo de fútbol, vemos el primer panel informativo de la Mina de Plata. La senda, una variante del GR-10; va paralela a la calzada y pasado un pilón, que hay junto a una charca con anfibios, estamos en la bifurcación (2,3km).

De frente sigue el GR-10-1 hacia el Puerto de Canencia. Nosotros nos vamos por la derecha, por la Ladera de Juan Blasco, que rodea el Cancho de los Abantos; emprendiendo la subida que no cejara hasta el collado. En poco vislumbramos la silueta de la torre, que alcanzamos a los tres cuartos de hora (3,34km – 1.390m), subimos unos metros más hasta una explanada que hace de mirador y tiene otro panel informativo y una mesa, donde nos damos el primer descanso.

La Torre de la Mina, indica la vinculación de Bustarviejo con la extracción de minerales. Los primeros datos de la actividad son del 1417. Cuando unos comisionados del Rey don Juan II, avisaron del descubrimiento de "un venero de margaritas argénticas".

En la segunda mitad del siglo XVII, el interés por los minerales, se acentuó en esta localidad. Siendo en 1660 cuando un emigrante "el Indio", que acaso regreso de América, trabajó en la mina y empezó a construir el molino. Luego otros buscadores de riqueza, lograron licencia para explotar nuevas vetas minerales en la misma zona del Cerro de la Plata. En 1855 aparecen en la Jefatura de Minas, datos oficiales de dos minas, la Indiana y la Soledad.

La producción de arsénico debió ser lo suficientemente rentable como para que se instalaran dos fundiciones, una a pie de mina, y la otra en la parte Norte del municipio, en lo que hoy es calle de la Fundición. El mineral extraído, se trituraba en el molino existente en la Torre, y se fundía de manera continua. El oro y la plata resultante se trasladaban a Madrid en lingotes para fabricar monedas.

De aquí parten dos sendas, una de frente más amplia, que asciende por la cresta de la colina y la de la izquierda que lleva a la “Bocamina” y el “Pozo Maestro”. Seguimos por esta, viendo restos de la actividad, como una vagoneta; una trituradora y una machacadora. Acercándonos
 hasta la boca de la galería, de la que brota agua.

Regresamos a la senda y subiendo por la vaguada, se me ocurre mirar el track; que indica la senda de la colina. Así que atajamos por la ladera hasta encontrarla –pensando en que el pozo maestro estaría en este camino- craso error. Pues lo vemos poco más arriba de la bocamina en la que estuvimos. 

Que le vamos hacer, ya lo veremos en la ruta pendiente a Cabeza Braña. Por tanto, para futuros caminantes; la senda a seguir es la que asciende por la vaguada. 

Como no hay mal que por bien no venga; disfrutamos de una mejor vista del valle, desde el Puerto de Canencia, hasta los cerros situados al Sur. El sendero se suaviza y nos da una tregua, antes de pisar el Collado Abierto o de Hernán García (1:45h – 4,60km – 1.607m). Donde nos damos otro respiro, mientras contemplamos el Valle del Lozoya y escrutamos sus pueblos.

Proseguimos subiendo a la derecha, por la Cuerda de las Cabezas, y coronamos La Albardilla (5,2km), con un pequeño roquedal poco más abajo, que contiene una ventana. Nos queda una bajadita y el último esfuerzo que nos aupara a la cima de Cabeza del Cervunal -Peña de Don Galindo, en el libro de la montería, de Alfonso XI- y conocido por todos como el “Mondalindo” (2:57h – 7,93km – 1.831m).

Un magnifico mirador panorámico casi infinito, empezando por el Este; en primera línea, El Regajo y la Sierra de la Cabrera, y a lo lejos el Embalse del Atazar, Peña de la Cabra y la Sierra del Rincón. Al Norte, Sierra Cebollera; Puerto de Somosierra y su Sierra (estribación) de la Sierra de Guadarrama, que también se contempla, y mas abajo Buitrago y el Embalse de Riosequillo.

Hacia el Este; el Embalse de Pinilla; y la continuación de Los Montes Carpetanos, donde apreciamos tres hollos, entre el Pico del Nevero y Peñas Crecientes. 
Al Oeste; Cerro Claveles, Peñalara y mas al fondo el Montón de Trigo. Parte de La Cuerda Larga y de La Pedriza. y finalizando por el Sur; el Embalse de Santillana, el Cerro de San Pedro, el Embalse de Pedrezuela o del Vellon –las cuatro torres de Madrid- El Pendón y Bustarviejo a nuestros pies… podría haber descrito mucho más, pero no quiero aburrir.   

En el Mondalindo confluyen los términos municipales de Bustarviejo, Canencia, Garganta de los Montes y Valdemanco, y abajo de su vertiente Sureste, discurre la Cañada Real Segoviana... y cuenta una leyenda que; en la noche de San Juan, una hermosa mora abre la ruta en espera de su amado, mientras peina su larga melena negra a la luz de la luna. 

En la ladera de la loma, brillan las herraduras de oro de los caballos de los moros, que las perdían al marchar a la guerra. Hasta hoy, nadie ha encontrado en el monte la cueva, que según el relato existe y esta llena de riquezas inimaginables: “Mondalindo, lindo, lindo; quien te ve te desea, quién cogerá la moneda, que debajo de ti queda”

Con la finalidad conseguida y descansados; iniciamos el descenso recto y pronunciado que pasa por La Almohadilla y se frena en el Cancho de Mondalindo (9,08km). Lo rodeamos por la derecha, y entre este y las Peñas de las Monjas, la senda baja hasta el pueblo. Pasando nada mas dejar el cancho, junto a la Fuente del Agua Fría ¡que cosa rara! con la sequía que sufrimos, tiene agua.

Nosotros en el primer desvío (10km), seguimos el ramal de la izquierda que nos deja en la pista del Canal, y por ella nos posamos en la Cañada Real Segoviana y GR-10 (11,6km).
Este rodeo lo hemos dado para ver la Ermita de la Soledad (12,7km) en la ctra M-610, a las afueras del pueblo. De fecha indeterminada, se cree del s. XVII.

Por la carretera entramos en el pueblo, cruzando el Arroyo de las Ferminas y haciendo otra parada en la Ermita del Cristo de la Peña (13,3km), que data del 1625 y contiene la inscripción; Aquí alzaron en alto la cruz y la pusieron en una peña.

Continuamos pasando junto a la Iglesia de la Purísima Concepción, el edificio más antiguo de Bustarviejo, de finales del XV y principios del XVI, aunque los elementos iniciales son de mediados del siglo XIV.

Entramos en la Plaza de la Constitución, con el ayuntamiento, en el otro extremo. Utilizada como plaza de toros, llama la atención la grada que hay a la derecha, construida toda ella de piedra y tres grandes bloques que hacen de burladeros. No podía ser menos, dado que tiene una de las canteras mas grandes de Madrid.

Desde aquí, callejeando y en cuatro pasos, cerramos esta bonita ruta.  

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