domingo, 18 de septiembre de 2022

Rascafría, ruta 44 Puerto de Cotos, Refugio Citores, Chozo Majada Hambrienta, Chozo Aránguez, Peñalara

Puerto de Cotos, Camino Viejo del Paular, Refugio Citores, Chozo Majada Hambrienta, Chozo Aránguez, Peñalara, Camino de las Zetas, RP1 o RV2 

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Alta (IBP: 168)   Recorrido: 17,8 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 6:15 horas     Tiempo en Movimiento: 5.07 horas      Altitud mínima: 1541 metros  

Altitud máxima: 2428 metros    Desnivel positivo: 1302 metros    Desnivel negativo: 1300 metros

Desnivel acumulado: 2602 metros      Fuentes: NO      Sombras: 10%     

Recomendada: otoño y primavera     Realizada: 17-09-2022      Señalizada: SI (hitos)

fotos de Santiago 

Descripción:

Nota: la ruta es dura, comprendiendo varios tramos difíciles: los últimos trescientos metros antes de alcanzar el Refugio Citores, la travesía de la majada Hambrienta (por el piorno), la subida desde el Chozo Aránguez hasta atacar el último tramo a Peñalara, y el descenso desde el Collado de Dos Hermanas, hasta la senda del Refugio Zabala. La señalización es por hitos en su mayoría.

Un día más para contentar a Santiago, ahora sin su perra Lola, lo que nos da más libertad para atacar otras rutas más salvajes, le tenía preparadas dos; una en La Pedriza (subiendo por la cara Este de Las Milaneras) y otra por los refugios de Citores y la cara nor/noroeste de Peñalara; por la que nos decidimos; ante la perspectiva de una buenísima temperatura, sin viento y una máxima claridad, que nos permitirá obtener unas preciosas fotos.

Sin cambiar nuestro abito (estar a la hora de la comida en casa), arrancamos a las 07:55 del Puerto de Cotos y aprovisionándonos de agua en la Fuente Bernardo de Quirós, enfilamos cuesta abajo por el Camino Viejo del Paular, cruzando arroyos que con las últimas lluvias, cantan más alegremente. Pasados dos cargaderos (zonas donde se amontona la madera), llegamos hasta la proximidad de la pista pavimentada (3,2km), punto más bajo de la ruta.

Sin senda aparente, nos desviándonos diez metros antes a la derecha, abriéndose ante nosotros un camino arrastradero, por el que subimos un kilómetro con pendiente media del 25%; con algunos metros cubierto por la vegetación. Tras un pequeño descanso, llegamos al arroyo del Cancho y una vez cruzado, subimos por su margen derecho (izquierdo en el de la marcha), hasta que nos separamos; siguiendo los hitos que vamos localizando.

Una vez superada la máxima pendiente de la ruta y saltar entre piedras, arribamos al Refugio Citores (5,4km), desde el que tenemos una panorámica espectacular, en la que enumeramos todos los cerros que hemos pisado; que prácticamente son todos. Si la bajada fue con dirección oeste y la subida al norte, el descenso será ahora hacia el noroeste, hasta encontrar el primer desvío a la derecha.

Virando de nuevo al norte, bajamos por camino/senda, algo más de un kilómetro (7,4km) hasta que en el límite del Parque Nacional (sin señal visible), giramos a derecha y por monte a través <<muy andable>> entroncamos con otro mejor camino (8km), luego de haber cruzado el arroyo de Navalasviudas. Siguiéndolo a derecha cruzamos el arroyo de las Quebradas y poco después salimos a otro camino, que tomamos a siniestra.

A continuación, en la bifurcación (9,1km) torcemos a derecha y quinientos metros más adelante a la izquierda del camino, está la fuente Majada Hambrienta; seca en éste momento. Cien metros más adelante, dejamos el camino y giramos a derecha por una estrecha senda, que en otro tanto nos lleva al Chozo Majada Hambrienta; del que dudo pueda servir de cobijo o resguardo.   

Siguiendo al noroeste, en algo más de un kilómetro, entre piornos 

y alguna pequeña calva en la vegetación; pasamos junto a unos antiguos corrales con muro de piedra y llegamos al Chozo Aránguez (11km), al pie del macizo de Peñalara; donde coincidimos con una decena de personas y cruzamos las típicas palabras de a dónde vamos y de dónde venimos.

Tomadas unas chocolatinas y un buen trago de agua, retornamos hasta los corrales y dejándolos también a la derecha, seguimos la visible senda que finalmente vira al sur, para iniciar la fuerte subida hasta la bifurcación (12,4km) del lado oeste de Peñalara; cuyo último tramo de ochocientos metros tiene una pendiente media del 35% y máxima del 46%, que hay que tomarse con calma, para además del descanso; disfrutar de las vistas de la llanura segoviana.  

Sobre una antigua trinchera, se ve el hito de la bifurcación y virando al Este, ascendemos durante algo más de un kilómetro, venciendo los doscientos metros de desnivel que nos separan de la cima del pico Peñalara (13,4km - 2428m); con gran aglomeración de gente. Desde el punto más alto de la ruta y de la Comunidad de Madrid, como de la provincia de Segovia, hacemos las pertinentes fotos junto a la antigua indicación de madera y damos comienzo al definitivo descenso; llevando en el cuerpo mil trescientos metros acumulados.

Andado el cómodo tramo hasta el Collado de Dos Hermanas (14,9km) y no contentos con lo que ya hemos vivido, por no seguir la concurrida senda RV-2 o Camino de las Zetas, giramos a siniestra y descendemos por el nevero del pluviómetro. Interesante bajada con dos pequeñas praderas o lagunas tras el deshielo, y dos cortas trepadas, hasta entroncar con la senda del Refugio Zabala.

Con todo el pescado vendido como se suele decir, marchamos a derecha, salimos al Camino de las Zetas (RV2 y RP1) y por él, seguimos descendiendo en compañía de muchos otros senderistas. Luego cruzamos un paso peatonal, pasamos junto al Cobertizo del Depósito, el Mirador de la Gitana y finalizamos, volviendo al aparcamiento por la bonita pasarela.                           

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