Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Baja (IBP: 21)
Recorrido: 6,4 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 2:00 horas Tiempo en Movimiento: 1:47 horas Altitud
mínima: 887 metros
Altitud máxima: 928 metros Desnivel
positivo: 165 metros Desnivel
negativo: 165 metros
Desnivel acumulado: 330 metros Fuentes:
NO Sombras: 40%
Recomendada: todo el año Realizada: 28-03-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Decididos a
darnos un paseo y comer, en uno de tantos restaurantes que tiene Sepúlveda, nos
desplazamos a ella y reservamos mesa; lo primero, es lo primero. Luego nos
trasladamos a la primera parada, en el Puente
de Villaseca; siguiendo las indicaciones a las Hoces del Duratón.
Por la ctra
SG-2323, cruzamos el pueblo de Villar de Sobrepeña y en la bifurcación de
carreteras; giramos a derecha. Continuando ahora por la ctra SG-2418 y arribando
a nuestro objetivo, al cruzar el Río
Duratón; estacionando junto al Quiosco Jacinto.
Seguimos la Senda del Duratón, aguas abajo. Entre
una flora variada, donde predomina el chopo y algunos alisos en la ribera. El
itinerario va trazando una curva a la izquierda, pasada la cual, se cruza el Arroyo de los Pozarrones (sin ningún
problema), habiendo visto
unas cuevas a la derecha; que nos acercaremos al regresar.
La senda vuelve
a girar a la diestra, donde pisamos el punto más bajo de la ruta (1,75km –
887m), precisamente cuando estamos rodeando la zona de La Vega. El camino sube una ligera
pendiente hasta alcanzar el sector, de La Pinta (2,15km).
Estamos en una especie de mirador, que nos permite
ver la siguiente curva que hace el río; y los restos de la Presa de la Molinilla.
Consideramos que es el momento de regresar, y
comenzamos a desandar camino, acercándonos a la Cueva del Santero y
luego, la Cueva del Cura, la más grande, de las varias que hay en los
paredones de éste tramo.
Una vez en el punto de inicio (4,54km) y a sabiendas
de que tenemos otra cueva interesante a muy pocos metros de aquí; nos acercamos
a verla. Ahora seguimos la Senda del Duratón, aguas arriba (conocida como, la
senda larga), pasamos bajo el Puente de Villaseca y antes
de lo esperado, vemos la información que nos dirige a ella, se trata de la Cueva
de los Siete Altares (4,63km).
Iglesia rupestre de la época visigoda,
antiguo asentamiento de una comunidad eremítica, que se establecieron en las
Hoces del Duratón, tras la conversión al Catolicismo, del Rey Recaredo, en el
año 586.
Todavía nos animamos a proseguir un poco más arriba, por la bonita senda que
entra en zona protegida de aves; entre las que se pueden ver: la chova
piquirroja, el halcón peregrino, el águila real y sobre todo el buitre leonado. Para andar éste tramo, hay que pedir permiso, desde el 1 de
Enero al 31 de Julio.
Sin dejar de mirar a izquierda y derecha, marchamos por
un bosque de ribera, destacando: chopos, fresnos, alisos y sauces. Cuando
llevamos (5,23km – 928m), alcanzamos la máxima altura de la ruta.
Caminamos unos metros más y damos la vuelta; terminando este bello y
primer paseo del día; pues nos queda visitar, la Ermita de San Frutos.
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