Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Alta (IBP: 103) Recorrido: 11,9 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:30 horas Tiempo en Movimiento: 3:51 horas Altitud
mínima: 964 metros
Altitud máxima: 1580 metros Desnivel
positivo: 945 metros Desnivel
negativo: 945 metros
Desnivel acumulado: 1890 metros Fuentes:
NO Sombras:
10%
Recomendada: todo el año Realizada: 07-03-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Con ganas de
volver a ver, la magnifica escultura de; El Elefantito y descubrir la Lagunilla
de El Yelmo, que nunca he visitado. Diseño la ruta aprovechando una senda
desconocida, que hay por detrás del roquedal de El Indio. Entre
vacaciones, lesiones y obligaciones, sólo consigo; que sea Enrique el único acompañante al
trayecto. En el cual sólo tenemos claro; que vamos a ver agua.
Despegamos del aparcamiento de El Tranco (984m), en dirección Norte, por la callejuela que deja el restaurante Casa Julián, a la izquierda y al final giramos a la derecha (por la izquierda haremos el regreso). Marchamos por la senda del Alcornocal, que lleva al Indio y el Collado del Alcornocal, donde se enlaza con el PR-M 1.
Cruzada la praderita donde hay una pequeña piedra, conocida como El Tamboril, seguimos sobre tierra encharcada y vamos ganando altura hasta el desvío (0,81km) poco antes de El Indio, donde torcemos a siniestra, para descubrir una nueva <<senda>>, que se ve en ciertas publicaciones.
Dejamos la senda
principal y nos aventuramos, por otra más pequeña, que parte a la izquierda; y que según parece llega hasta la Gran Cañada. En principio
bastante visible y fácil de seguir, pero nuestra alegría se desvanece al medio
kilómetro; pues el barranco se hace intransitable.
Aunque tenemos
experiencia en terrenos similares, hoy están las piedras mojadas y vemos muy peligroso seguir. Por tanto decidimos con sentido común; que es mejor regresar y otra
vez lo intentaremos. De nuevo en la
senda principal, pasamos al pie de; El
Indio y El Alcornoque del Bandolero.
Árbol singular, de alrededor de cuatrocientos años, que su
persistencia ha conseguido enraizar entre la roca; y gracias a su apartada
situación ha sido respetada su corteza y no la extraído para su
aprovechamiento. Y como no; en torno a él gira una leyenda, que cuenta que el
famoso bandolero Pablo Santos, escondía su botín en las grietas que las raíces
habrían en la piedra.
Nosotros no
perdimos un segundo en buscar, pues creemos que muchos lo habrán intentado, y
tal vez, si fue verdad; ya se habrán llevado el pillaje. Conseguido el Collado del Alcornocal (2,93km), estamos pisando el PR-M1; senda reina que recorre La Pedriza,
partiendo desde el pueblo.
Continuamos por
el bien señalizado camino, trepando en algún que otro paso y llegamos al Collado de la Cueva, con un estupendo
prado situado a la izquierda; por donde se accede a la Cueva del Ave María; que
hoy no visitamos.
A continuación pasamos
junto a, El Caracol y
posteriormente, rozamos el Risco del
Ofertorio –una gran roca rectangular-. Y por fin llegamos al Cordel de la Pedriza (4,15km). Estamos en el Este, del tramo más ancho de esta vía pecuaria; conocido como La
Gran Cañada. Recorrido compartido por el GR-10.
Seguimos por
éste amplio espacio, al oeste y dejamos a la izquierda, el lugar por donde deberíamos
haber aparecido, su hubiéramos atravesado el barranco, en el que tuvimos que retroceder. A continuación, llegamos al Collado de la Pedriza, donde paramos un rato, para reponer fuerzas.
Tras la corta
parada, reanudamos la marcha, localizando el desvío a la derecha que nos
llevará al primer propósito de hoy, El
Elefantito (3:05h - 5,95km). La senda sin dificultad alguna, hoy
presentaba tramos congelados, que nos obligo a moderar el ritmo.
Luego de
fotografiarnos, continuamos hasta entroncar otra vez con el PR-M 1 (6,68km).
Repitiendo otra vez al Norte y remontado por el ¡¡arroyo!! Si digo bien; pues
hoy, la senda es un río, que hace aún más difícil superar, el ya de por sí exigente itinerario.
Logrado el desvío al Yelmo (4:10h - 7,58km), abandonamos el "PR", también conocido como Senda de la Rinconada o Senda Maeso y nos dirigimos a la enorme masa granítica, arribando a la Pradera del Yelmo (8,33km) en diez minutos y habiendo alcanzado la máxima
altura del recorrido, 1.580m, unos metros antes.
Enlazamos con la
Senda de las Carboneras y una vez dejado atrás El Yelmo, parte a la diestra un
rastro, que termina en la Lagunilla del
Yelmo (4:40h – 9km). Aunque normalmente suele estar seca,
en estas fechas era de esperar que tuviera agua; pero rebasó nuestras
expectativas, estando pletórica.
Salimos en
dirección Sureste y en trescientos metros, estamos de nuevo en la senda
principal. Por la que bajamos vertiginosamente hasta la explanada de La Gran
Cañada, en su lado Oeste (5:00h
– 10km). Proseguimos en el
mismo sentido –dejando a la derecha, el gran sendero GR-10; que se dirige a
Canto Cochino-.
La pendiente se suaviza, al igual que el suelo que pisamos; lo
que no cambia, es que nuevamente volvemos a pisar agua; que aprovecha la senda, para deslizarse cuesta abajo. Y así, sin más
complicaciones, terminamos el recorrido; que nos ha brindado alguna sorpresa
inesperada.
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