Colmenarejo, Cordel de la Espernada, Colada del Cerro del Burro, Mina Antigua Pilar, Arroyo de Picaza, El Madroñal, Cabeza Aguda, Río Aulencia, Embalse de Aulencia, Colada del Molino Sopas.
Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Media Recorrido: 15,4 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:45 horas Tiempo en Movimiento: 4:27 horas Altitud
mínima: 665 metros
Altitud máxima: 868 metros Desnivel
positivo: 608 metros Desnivel
negativo: 606 metros
Desnivel acumulado: 1214 metros Fuentes: NO Sombras: 10%
Recomendada: todo el año Realizada: 29-01-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Otra vez la mina, como elemento motivador para realizar una ruta. Esta
vez se trata de ver el entorno de la “Antigua Pilar”, nombre dado a esa
explotación de cobre, y andar un terreno entre la estepa cerealista y la montaña; destacando la encina y el enebro,
sobre la retama. De la fauna existente, difícil será ver algún zorro o
milano.
Lo que si veremos, son afloramientos
de cuarzo (en el Madroñal y Cabeza Aguda), y sobre todo, disfrutaremos del
paseo por el Cañón del Río Aulencia.
El punto de partida será el Campus de la Universidad Carlos
III, en la cota de los 870 metros. Tomamos dirección Sur por el Cordel de la Espernada, hasta la primera bifurcación
(0,58km), donde seguimos
las indicaciones que nos llevan por la Colada
del Cerro del Burro. Dejando a la derecha la finca Los Quinchos, donde
vemos los restos de lo que fue; La Fundición, que trataba el mineral extraído
de la mina.
En el segundo desvío, continuamos a la siniestra (la derecha es la Colada del Camino del Pardillo).
Después de una ligera subida, comienza el descenso que nos llevara
hasta el Arroyo de Picaza. Antes pasaremos por la mina de cobre “Antigua Pilar” (0:28h - 2,35km).
Esta
era la mayor explotación en la zona de Colmenarejo y Galapagar. Aunque
en un primer momento se trabajo a cielo abierto, paso a subterráneo; accediendo
por varios pocillos. En las excavaciones se encontraron pozos más antiguos, de época incierta.
Fue
explotada intermitente en el siglo XIX, y a finales del siglo XIX se acometen
obras de infraestructura para un mayor rendimiento, estando operativa hasta
1909 y la profundidad máxima alcanzada fue de 62 metros.
Sobre
el 1915 se abandona definitivamente, degradándose hasta el extremo de lo que
hoy vemos.
Ahora,
sólo los espeleólogos se atreven a entrar, para visitar sus galerías, donde todavía
se pueden ver espeleotemas azulados dignos de admiración.
Proseguimos con la ruta dejando a la izquierda el Cerro del Burro, y después
de algo más del kilómetro; abandonados la vía pecuaria, haciendo la primera
incursión por campo
a través.
Llegados al barranco del Arroyo
de Picaza (3,82km – 697m), afrontamos la subida; que culminara en el
“Madroñal”.
El terreno es asequible y despejado y en doscientos metros, cruzamos
la Colada del Camino del Pardillo. Continuando la trepada hasta la loma; desde
la que avistamos, la salida de la conducción del Embalse de Valmayor.
Bajamos hasta ella, y remontamos; primero hasta la caseta del Canal; y
luego prosiguiendo por la Vereda del
Cerro del Madroñal; para finalmente por senda, acceder al vértice geodésico
del cerro(1:25h – 5,04km – 846m), donde destacan
los resaltes del cuarzo.
Iniciamos el descenso, reincorporándonos al camino que habíamos
dejado y obviando desvíos hasta enlazar con la Colada a la Venta de San Antonio (5,72km), por la que andaremos dos
cientos de metros; y volviendo a patear el campo a través, alcanzar otra
pista
(6,18km), por la que recorremos algo más de medio kilómetro, para adentrarnos
otra vez por campo a través.
Vadeamos el barranquillo del Arroyo
de la Fuente de la Plata, y enlazamos con un camino (7,28km), que
aprovechamos siguiéndolo hacia el sur.
Relajados, caminamos sobre otro kilómetro
por él, y como ya lo echamos de menos, nos introducimos una vez más en nuestro habitat ¡el campo a través! Descendiendo al punto más bajo de la
ruta (8,46km - 666m).
Queda por tanto que subir; y estoy diciendo “subir” al cerro de Cabeza Aguda (2:40h - 9,13km – 783m), donde
nuevamente se exhibe el cuarzo.
Lugar que aprovechamos para zampar algo, mientras disfrutamos de la
perspectiva.
Tras el descanso, afrontamos el último descenso –trescientos metros-,
lanzándonos a tumba abierta, y como no podía ser de otra manera; campo a través, hasta dar con la senda del Río Aulencia (3:15h - 9,46km
– 691m).
Ahora sí, toca disfrutar de esta atractiva vereda; que discurre por el
estrecho cañón; más o menos cercana a la corriente, y por la que iremos ganando altura.
Rematando el magnifico tramo
en el viejo Embalse de Aulencia (3:55h
- 11,7km – 737m), construido
en el año 1920.
Ya sólo queda vencer la “cuestecita” en la Colada del Camino de Sopas (12,7km – 822m), y volver a encontrarnos
con el Cordel de la Espernada.
Llaneando por él, vemos a la derecha letreros de ganado bravo y dentro
una plaza de toros. Se trata de la finca Los Quinchos, por cuya puerta ya
pasamos anteriormente.
La
propiedad es de la familia de José Tomás, el famoso torero de la vecina
localidad de Galapagar.
Llegados a la primera bifurcación, sólo resta desandar el camino hasta la universidad.
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