Colmenarejo, Carretera M-505, Cañada Real del Camino de Madrid, Puente del Tercio, Embalse de Valmayor, Cordel de Valmayor, Río Aulencia.
Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Baja Recorrido: 11 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 2:27 horas Tiempo en Movimiento: 2:15 horas Altitud
mínima: 828 metros
Altitud máxima: 867 metros Desnivel
positivo: 72 metros Desnivel
negativo: 70 metros
Desnivel acumulado: 142 metros Fuentes: NO Sombras: 5%
Recomendada: cuando el pantano lo permita Realizada: 11-01-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Aprovechando una de las pocas oportunidades
que ofrece el Embalse de Valmayor, para ver el Puente del Tercio. Me acerco con
Santiago y su perra “Lola”, al aparcamiento junto al km: 20,1 de la ctra M-505
y el desvío a la urbanización Los Arroyos. Aunque la mayor parte del recorrido será dentro del término de Valdemorillo y El Escorial, se la adjudico a Colmenarejo; por estar el punto de inicio y final.
Tomamos dirección Sur, pasamos bajo el nuevo
viaducto de la carretera, entroncamos con la Cañada Real del Camino de Madrid y nos dirigimos al descubierto Puente del Tercio,
del que sólo vemos su calzada y los protectores laterales.
La
construcción del monasterio de El Escorial y su función como residencia real,
presento la necesidad de conectarlo con Madrid. Al inicio, la comitiva
utilizaba el itinerario a través de Torrelodones (donde pernoctaba), Villalba,
Guadarrama y de este; a El Escorial.
Vista
la posibilidad de acortar el camino por Galapagar, se hacia necesario salvar el
río Guadarrama. Es el propio arquitecto escurialense, Juan de Herrera, el
encargado de diseñar y construir el llamado Puente Nuevo. Desde Galapagar, se
creé que continuaban por el abandonado pueblo de Navalquejigo.
En
el siglo XVII, los últimos Austrias y luego los Borbones, piensan en un itinerario
que evitara pasar por Torrelodones para llegar a Galapagar. Se pone en marcha
así, lo que se denomino; el Camino Real. Exigiendo la construcción del Puente
de Retamar para librar el Río Guadarrama, de aquí por la Cañada Real de las
Merinas, entraba en el término de Galapagar, atravesaba Colmenarejo y se topaba
con el Arroyo del Tercio.
Carlos
III, manda por tanto al ingeniero montañés Marcos de Vierna, construir en 1765
un puente que salvara el arroyo (sustituyendo un vado en el camino nuevo de El
Escorial), y continuando por la Vía Pecuaria que pasaba por la residencia
monástica de La Granjilla.
Al
otro lado del puente, enlazamos con el camino de acceso a las fincas y rodeando
este brazo del embalse, llegamos al Cordel de Valmayor (2,62km), en la puerta de la finca Las Ras.
Proseguimos por la vía pecuaria donde
alcanzamos el punto más alto de la ruta (0:40h - 3,30km – 861m) y bajamos,
hasta el otro brazo (4,24km) donde afluye el Río Aulencia.
Vamos rodeando la finca con el agua a
nuestra derecha, consiguiendo alcanzar el extremo más al Sur de esta
“península” sobre la hora y media (1:26h - 5,92km).
El
Embalse de Valmayor fue inaugurado en 1976, tiene una capacidad de 124 Hm3 y es
el segundo más grande de la Comunidad de Madrid. Situado en la cuenca del río
Aulencia -afluente del Guadarrama- su aportación es pequeña, pero la situación
geográfica de este valle; despoblado, abierto y sobre base granítica impermeable.
Fue concluyente para elegirlo como almacenamiento.
Contando
para su llenado con el trasvase de Las Nieves (un túnel de cinco kilómetros)
desde el Río Guadarrama, en La Navata (Galapagar), que le aporta hasta 30
m³/segundo y lo surte poco más adelante del aparcamiento, yendo hacia Los
Arroyos.
Visto
que no se aprovechaba todo el potencial del embalse, en el 1993 se conecto con
dos trasvases, que trae agua del río Alberche; desde el Pantano de San Juan y
el Embalse de Picadas.
Seguimos nuestra circunvalación del embalse,
otra vez por la parte más conocida, con la sorpresa de ver una antigua calzada (8,04km),
coincidente con el trazado del Cordel de Valmayor.
Poco más adelante, descubrimos por
casualidad unas arquetas –seguramente una canalización que alimentaba el
abrevadero que vemos poco más abajo, en el recorrido del camino ganadero.
Regresamos al asfalto del Puente del Tercio y finalizamos el insólito itinerario.
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