Morata de Tajuña, Casa Palacio de la Familia Mac-Crohon, Casa de Cultura, Fuente Pilón-abrevadero, Plaza Mayor (ayuntamiento), Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, Ermita de Nuestra Señora de Fátima, Ermita del Santo Cristo de la Sala, Parque del Molino, Museo de la Molinería.
M A P A P E R F I L F O T O S Track KML W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad:
Baja (IBP: 17) Recorrido:
5,2 km Ciclable: SI
Tiempo Total: 1:34
horas Tiempo en Movimiento: 1:07
horas Altitud mínima: 544 metros
Altitud máxima: 576
metros Desnivel positivo: 46 metros Desnivel negativo: 45 metros
Desnivel acumulado: 91 metros Fuentes:
SI Sombras: 10%
Recomendada: todo el
año Realizada: 15-10-2025 Señalizada: NO
Descripción:
Morata de
Tajuña, es un pequeño municipio de 45,2 kilómetros
cuadrados, que lo sitúa en el puesto 58 de la Comunidad de Madrid por
superficie. Se encuentra al sureste entre los T. M. de Arganda del
Rey, San Martín de la Vega, Chinchón, Valdelaguna y Perales de Tajuña. Tiene
una población en torno a los ocho mil quinientos habitantes; cuyo gentilicio es
morateño.
Está comunicado por la ctra M-302, M-313 y M-315, estando el transporte público cubierto por la línea 337 y 336 desde Madrid-Pavones y la línea 330 que lo une con Rivas-Vaciamadrid y el hospital de Arganda.
El término municipal, forma parte de la llamada Comarca de las Vegas y La Alcarria, junto con los treinta restantes: Ambite, Anchuelo, Belmonte de Tajo, Brea de Tajo, Campo Real, Carabaña, Chinchón, Ciempozuelos, Colmenar de Oreja, Corpa, Estremera, Fuentidueña de Tajo, Orusco de Tajuña, Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes, Perales de Tajuña, Pezuela de las Torres, Pozuelo del Rey, San Martín de la Vega, Santorcaz, Tielmes, Titulcia, Valdaracete, Valdelaguna, Valdilecha, Villaconejos, Villamanrique de Tajo, Villar del Olmo, Villarejo de Salvanés y Valverde de Alcalá.
Sin datos contrastados, se cree que los primeros habitantes de éstas tierras fueron las tribus carpetanas varios siglos antes de Cristo. Luego vinieron los romanos, de cuya etapa se tiene el primer documento escrito sobre el valle del Tajuña, de la mano de Plutarco (siglo I d. C.), el cual narra la batalla entre los romanos y los caracitanos que defendían la mítica Cacacca; presuntamente el Risco de las Cuevas de Perales de Tajuña.
Con el dominio árabe se aprovechó al máximo las aguas del río, dotando a la vega morateña de una moderna red de riego, para aquella época. Su presencia dejo huella en la toponimia del nombre de Morata, que ya en los tiempos del avance cristiano, por el territorio al sur de la cordillera; empieza a aparecer en los primeros documentos escritos.
A partir del siglo XII, ya como territorio cristiano, se empieza a definir la historia de Morata, con su donación en época medieval a la familia Portocarrero y su adscripción al señorío del todopoderoso arzobispado de Toledo, como el resto de la mayoría de las villas y aldeas del entorno. Morata, sin embargo, a diferencia de las villas vecinas de Perales y Arganda, no se integró en la Tierra de Alcalá, ni tampoco en la jurisdicción de Segovia; como sucedió con Chinchón, sino que dependerá de Ocaña.
Será en tiempos de Felipe II (1575), cuando los morateños aprovechando una fugaz bonanza económica, basada en el cultivo del cáñamo y otras producciones agrícolas y de un importante aumento de la población, consigue la condición de villa de señorío real, a cambio de un peaje económico de 24.000 ducados; status que mantuvieron hasta el siglo XVII (1634), cuando el marqués de Leganés adquirió la jurisdicción de Morata y con ella los derechos por los que tanto habían luchado los morateños.
Desde el
aparcamiento público de la c/. Domingo Rodelgo,
junto a la antigua fábrica de aceite,
seguir a siniestra hasta un pequeño Parque
y fuente sin agua, done se tuerce a la izquierda para seguir por c/. Manuel Mac-Crohon,
pasando junto a un antiguo caserón y el edificio de Protección Civil, antes de
llegar a la Casa Palacio de la familia
Mac-Crohon, de estilo moderno; y junto a la que está la policía local.
Se construyó
entre 1881 y 1882 en el solar de la casa de labor, que tenía en la villa el
convento de San Francisco de Ocaña, siendo adquirido en la Desamortización de
Mendizábal, por la acaudalada familia Mac-Crohón, que la utilizó como su
residencia en temporadas hasta la Guerra Civil. Actualmente está siendo
utilizada por el juzgado de paz y como espacio sociocultural.
Llegados a la
Av. de la Constitución, seguir a siniestra viendo en el nº34 las tinajas de una antigua bodega y otro
pequeño parque con una estupenda fuente. Proseguir al norte por c/. de Fructuoso Martínez de Velasco
y rodear el polideportivo para ver en c/. la Tarayuela un colegio y la Casa de Cultura, que también contiene
la biblioteca.
El paseo sigue
al este por c/.
Valdegatos, c/. Almendro y
c/. Don Juan Carlos I, hasta desembocar en c/. Real y ctra M-313, donde está la
Fuente Pilón-abrevadero, una de
las muchas fuentes que tuvo el pueblo, siendo sin duda la fuente más emblemática
y querida por los vecinos.
Bajando en dos pasos se llega a la Plaza Mayor, donde está el ayuntamiento; con la plaza de toros provisional desmontándose. El edificio tiene una estilosa mezcla de elementos, donde la caliza y el trabajo de forja, dan una apariencia de austeridad no exenta de belleza, a este edificio que ejemplifica la arquitectura de finales del siglo XIX. Continuar por c/. del Toril para llegar a la pequeña Plaza del Espinardo y ver en el nº4 un formidable arco de piedra de una antigua casa señorial.
Proseguir por c/. Dos Hermanas que lleva a la Plaza de la Iglesia e Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Concepción. Data del primer tercio del siglo XVII y se levantó en el solar de un templo anterior de menor tamaño y posiblemente de época medieval. Es de estilo renacentista y sus muros son de sillería y mampostería extraída de la cantera de un cerro cercano al pueblo.
Durante la Guerra Civil fue incendiada, sufriendo serios daños que se agravaron
durante la contienda a consecuencia de los bombardeos, siendo restaurada y
remodelada en la década de los cuarenta del siglo XX. De aquella época queda legado
el hermoso retablo frontal, tallado en 1956, que consta de seis escenas de la
vida de Jesús, otras seis de la vida de la Virgen, y una hornacina donde se
halla la figura de la Inmaculada Concepción.
Rodeado el
Templo, continuar por c/. de la Soledad y Camino de Uclés hasta la Ermita de Nuestra Señora de Fátima,
situada frente a la entrada del campo santo y en dirección al vecino pueblo de Perales. De carácter
mucho más austero y cercano a la arquitectura popular que la erigida en honor a
la Virgen de la Antigua, no está exenta de una particular belleza.
Se trata de un templo datado en el siglo XVII, aunque en 1927 fue reestructurada debido al mal estado de una parte de la ermita. Tuvo doble adscripción (vírgenes de Soledad y Fátima) desde tiempos de posguerra, hasta la Guerra Civil. En su retablo se veneraban las imágenes de Ntra. Sra. de la Soledad, el Cristo de la Vega y Ntra. Sra. de las Nieves. Perdido todo ello (es de suponer que destruido) durante la Guerra Civil, fue en 1948 cuando se adquirió la imagen de la muy popular entonces Virgen de Fátima, que se venera hoy en día en su retablo.
Retroceder unos metros y seguir por c/. Carrera del Mediodía, hasta hacer una corta incursión en c/. del Cristo de la Sala, para ver la Ermita del Santo Cristo de la Sala, templo de una sola nave culminada en un sencillo retablo con la imagen de un Cristo y una pequeña sacristía al fondo. Se trata de una ermita postrada como un edificio más en mitad de la calle, y cuya única referencia visual para reconocerla es una ventana en forma de cruz en su fachada.
El edificio pasa inadvertido debido a que en una remodelación se le revistió la fachada de ladrillo, lo que hace que éste camuflarla como una vivienda más, aunque, pese a la aparente modernidad, data de la segunda mitad del siglo XVII. Según la leyenda, un vagabundo que se paró a dormir en la yesería que estaba en lo que hoy es el oratorio; antes de dormir, pintó en una pared un Cristo para rezarle.
Al llegar los trabajadores al día siguiente, borraron la imagen, pero ésta volvió a surgir. Repitieron la acción, pero la imagen no desaparecía, por lo que los lugareños decidieron edificar en el lugar la ermita que encontramos en nuestros días.
Retrocediendo y cruzando la Carrera del Mediodía, bajar por c/. de la Vega hasta el cruce de calles; viendo a la izquierda otra bonita puerta enrejada con escudo heráldico. El paseo continúa al sur por c/. del Carmen y carretera M-315 a Valdelaguna, pasa junto al restaurante El Cid y cruzada una acequia llega al Parque del Molino y el Museo de la Molinería, en el antiguo Molino de la Huerta de Angulo, uno de los varios molinos del Tajuña que, durante siglos, suministraron de harina a los pueblos de Las Vegas.
Al menos
desde el siglo XII, en el valle del Tajuña está documentada la existencia de
una importante red de molinos harineros hidráulicos, que recorría el curso
natural del río y que se mantuvieron en activo hasta los años sesenta del siglo
pasado.
El actual edificio data de principios del siglo XVIII, aunque se intuye la existencia de una edificación anterior que podría datar de dos siglos antes. La adquisición del Molino por parte del Consistorio, en 1998, es una parte más del proceso de recuperación de los valores históricos, culturales y turísticos que puede ofrecer el enclave de Morata de Tajuña.
El Museo
se divide en dos plantas repletas de maquinaria, elementos y aperos de
molienda, y cartelas explicativas del proceso de su funcionamiento. Las fechas
para visitarlo es de octubre a febrero: de 11 a 14 y de 16 a 18 horas y de marzo a junio: de 11 a 14 y de
17 a 19 horas; realizándose las visitas guiadas a las 11, 12:30 y 16
horas.
Desde
aquí se retorna y visto en la confluencia de calles el monumento Los Girasoles de Morata, se deja a siniestra la Casa de la Juventud y se girar a la
izquierda por c/. de la Antigua que lleva a la c/. Travesera Carrera de
Poniente, por donde se finaliza; viendo antes la Ermita de Nuestra Señora de
la Antigua; actual patrona
de Morata.
El templo es un
oratorio cuya construcción data del siglo XVII y está edificada sobre una
ermita preexistente dedicada a San Sebastián, que databa del siglo XVI, como
consta en legajos oficiales de tiempos del reinado de Felipe II.
Detrás de la Residencia La Torre, está la plaza de toros, que por lo visto la provisional instalada en la Plaza Mayor, debe tener problemas de construcción o de acceso. Además, en los números 6 y 8 de la c/. Alta, hay dos Casas Cueva, y el Camino de Uclés, que va de Madrid al Monasterio, entra por la parte norte y c/. de la Vía, siguiendo por Plaza del Párroco Don Fernando Porras, c/. del Ferrocarril y Av. de los Príncipes de España, saliendo hacía Perales de Tajuña, al pasar por la parte trasera del cementerio.
.jpg)

.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)

.jpg)

.jpg)
.jpg)
.jpg)

No hay comentarios:
Publicar un comentario