Cercedilla, Camino de los Campamentos, Collado de los Amigos, Collado del Rey, La Peñota, GR-10, Collado de Cerromalejo, Calle Alta, Fuente del Astillero, Vereda de los Poyalejos, Petroglifo del Corzo, Reajo Alto, Camino Puricelli, Senda Ródenas.
M A P A P E R F I L F O T O S Track KML W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad:
Alta (IBP: 93) Recorrido:
11,6 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 3:53 horas Tiempo en Movimiento: 3:29 horas Altitud
mínima: 1147 metros
Altitud máxima: 1944 metros Desnivel
positivo: 823 metros Desnivel negativo: 823 metros
Desnivel acumulado: 1646
metros Fuentes: SI* Sombras: 60%
Recomendada: todo el año Realizada:
13-10-2024 Señalizada: SI*
Descripción:
El recorrido de hoy en
compañía de Santiago, nos lleva desde los 1140 metros del punto de partida
hasta los 1944 de La Peñota, con pendiente media del 19% y máxima del 51%; con
muy pocos y cortos tramos, que den respiro. Recordando que fue en septiembre
del año pasado cuando estuvimos en la cima, arrancamos la ruta en la Carretera
de los Molinos, poco antes del Puente Romano del Molino o del Reajo, donde se puede estacionar.
Cruzada la calle, pasamos
junto a la Fuente del Tomillar
(1906), formada por un gran pilón monolítico adosado a un muro y flanqueado por
dos bancos graníticos. Seguidamente nos internamos en la zona junto al río de
la Venta, para ver el puente que data del siglo III.
El puente, es uno de los cuatro que contiene el tramo de la Calzada Romana XXIV,
itinerario Antonino (declarada Conjunto Histórico-Artístico y Arqueológico Nacional desde 1983), a su paso por
Cercedilla y el mayor de todos; con un
ancho de 10 metros, un arco de 6,5 metros de luz y una altura sobre el río de 15,4 metros.
Por <<senda>> insospechada por Santiago, subimos pasando sobre el túnel de la línea ferroviaria Madrid –Segovia, iinaugurada en 1888, hasta el Camino Puricelli, que inmediatamente dejamos al proseguir de frente en la curva, cerrado por barrera para vehículos; y que será por donde regresaremos. Así pies, continuamos por el Camino de los Campamentos, viendo un panel del Monte Pinar y Agregados; monte de utilidad pública nº32.
Luego pasamos una zona de estacionamiento (casi al
completo), una barrera que corta el paso a vehículos y haciendo un corto atajo,
llegamos a un paso canadiense (0,930km),
donde abandonamos el buen camino para torcer a derecha y continuar por una
bonita calleja que nos deja en el Collado
de los Amigos y explanada del Campamento de La Peñota.
Aquí se instalaron los
primeros campamentos juveniles campestres de España, después de constituirse en
1912, la Asociación de Exploradores de España, que durante veinte temporadas
acampó en este hermoso paraje, siguiendo las enseñanzas del general británico
Robert Baden-Powell, creador de los Boy Scouts.
Disuelta aquella agrupación juvenil al acabar la Guerra Civil, la Organización
Juvenil Española, OJE, retomó el invento de los campamentos seudomilitares,
multiplicándolo por mil tanto en intensidad como en ubicaciones por toda la
geografía española. Un monolito situado a la entrada de la pradera, desde
camino; recuerda con su inscripción 1940-1965, su segundo periodo de ocupación.
Cruzada la pista/camino, seguimos al oeste por la antigua senda del PR-M 30, que poco después se divide; prosiguiendo a derecha por la señalada (aunque cada vez más borroso) con puntos/círculos morados. El recorrido que lleva al Collado del Rey, es compartido por el PR-M/SG 9, no señalizado ni homologado; habiendo queda en proyecto de mi amigo Fernando, cuando formaba parte de la FMM.
Por senda pedricera y en algo más de un kilómetro, desde el desvío, alcanzamos el Collado del Rey (2,9km), donde un zarzo (paso) en el cercado marca la senda a seguir para llegar al Pino Solitario de San Roque, de Los Molinos; árbol singular nº309 de la CAM, con 304 años. Vista la panorámica que ofrece el lugar, andamos unos sesenta metros por la pista llamada Calle Alta y enfilamos el último tramo de senda.
Se trata de una senda bien
visible, que supera el kilómetro de longitud, con pendiente media del 27% y
máxima del 49%, que nos hace olvidar el sufrimiento del tramo anterior y donde
adelantamos a otro senderista, que lleva un ritmo más pausado que el nuestro;
amén de que Santiago que se ha puesto en cabeza, va cortando las pequeñas
zetas, que tanto ayudan a suavizar la cuesta.
Sin mirar atrás, llegamos a la Pradera de Navalcampillo, un pequeño claro junto al cercado que delimita los términos municipales de Cercedilla y Los Molinos. En cuatro minutos estamos pasando el murete de piedra que separa las Comunidades de Madrid con Castilla y León; entrando en el T. M. de El Espinar y provincia de Segovia.
En dos pasos más, enlazamos con la muy bien marcada senda del GR-10, y nos acercamos al primer pico; de los tres que componen el conjunto de La Peñota. Regresando a la senda, seguimos las marcas blanco/rojo de los grandes recorridos y tras unos metros, donde hay que extremar la atención, llegamos a la base de La Peñota; donde hay unos bancos para descansar.
Dejando las mochilas, subimos
al vértice geodésico (4,7km – 1.944m),
donde disfrutamos de la magnífica panorámica gracias la mejor visibilidad que
hemos tenido en las varias veces que hemos subido. El conjunto de La Peñota comprende una tercera cumbre
(llamado Pico Gibraltar con 1.878 metros, al que ésta vez no vamos a llegar; primero
por ser el paso más difícil y segundo porque no se puede acceder.
Al norte, se ve la Mujer Muerta, compuesta por La Pinareja (Cabeza), Peña del Oso (peños) y Pico Pasapan (los pies. Estando poco más abajo el Puerto de Pasapan, al que le sigue a izquierda la Sierra del Quintanar. Continuando con Cueva Valiente, Cabeza Lijar, el Embalse de Valmayor, el valle del Guadarrama (con sus varios pueblos), la Sierra de Hoyo, Madrid (sus torres), el Cerro de San Pedro, la Maliciosa y el Alto de las Guarramillas (Bola del Mundo), Siete Picos y el Montón de Trigo.
Cumplido el propósito,
retornamos por la cuerda y senda del GR-10, pasamos el Collado de Cerromalejo (5,7km) y poco
más adelante nos desviamos a derecha para llegar a la pista Calle Alta, que tomamos a la diestra;
para una vez pasada la Fuente del Astillero,
seguir (6,9km) por la Vereda
de los Poyalejos. Con suelo de sol y sombra (dicho con lenguaje torero),
llegamos al Petroglifo del Corzo (7,9km); un estupendo grabado en una piedra situada a la
derecha.
Luego pasamos sobre el
incipiente arroyo del Helacherón, y finalmente salimos a la Fuente y lavadero,
del Campamento Cristo Rey o Fuente de la Mina. Seguidamente cruzamos la pista
de los campamentos y el arroyo del Collado del Rey; para regresar al Collado de los Amigos y atravesado los
terrenos del antiguo campamento; pasar junto al Cerro del Reajo Alto (9,9km), antenas y mirador.
Por senda con dirección sureste (primero) y luego sur, bajamos el monte
con pendiente máxima del 39% y cruzada una cancela (donde no pueden faltar los
somieres, salimos al Camino Puricelli, andamos unos metros y tras pasar la barrera
(comentada al inicio), descendemos por la sinuosa Senda de Rodenas;
abierta en la década de 1910 para facilitar el acceso al pueblo y al tren, de los vecinos de la Colonia Rodenas. Una vez abajo en el Paseo de Rodenas, solo nos queda pasar bajo el trazado ferroviario y pasando por el Puente Romano, finalizamos la excelente ruta; con un día inmejorable por temperatura y transparencia.
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