martes, 14 de noviembre de 2023

Canencia, ruta 06 Puerto de Canencia, Chorreras, Abedular, Cabeza de la Braña

Puerto de Canencia, Senda del Sestil del Maillo, Chorrera de Mojonavalle, arroyo del Toril, arroyo del Sestil del Maillo, Abedular de Canencia, Acebo del Puerto, Tejo de la Senda, arroyo de Estepares, arroyo del Collado Hermoso, arroyo de Matallana, Chorrera de Rovellanos, Cabeza de la Braña. 

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: M / A (IBP: 102)   Recorrido: 16,6 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 5:23 horas     Tiempo en Movimiento: 4:55 horas      Altitud mínima: 1299 metros  

Altitud máxima: 1772 metros    Desnivel positivo: 1113 metros    Desnivel negativo: 1113 metros

Desnivel acumulado: 2226 metros      Fuentes: NO      Sombras: 30%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 11-11-2023      Señalizada: NO

 

fotos de Santiago

Descripción:

Ruta con matices salvajes al incluir tres tramos monte a través, pero que recorre tramos de bonitas sendas y caminos; además de pasar por el abedular de Canencia y junto a dos árboles singulares de la CAM. En él debe hay que incluir dos cruces de carretera, la subida con medio kilómetro de desnivel y la sorprendente bajada pedricera, por la vertiente suroeste de Cabeza de la Braña.  

Empezaré diciendo que a medida que nos acercábamos al punto de partida, veíamos que no era el día propicio, pues caía una lluvia fina y amenazaba con no parar, a pesar del pronóstico de los meteorólogos que calculaban que cesaría a media mañana. Pero el cabezón de Santiago, erre que erre que parará, que el cielo se abrirá y que ya que estamos, pues vamos hacerla. 

Así pues, desde el aparcamiento de la zona recreativa del Puerto de Canencia, nos ponemos en marcha (y no somos los únicos), cruzando la carretera y dejando a izquierda la Fuente de la Raja, seguimos la pista compartida con el GR-10; variante desde Bustarviejo al Puerto de la Fuenfría, pasando por el Refugio de la Morcuera, el Puente del Perdón, Puerto de Cotos y Puente de la Cantina.

Llegados al Centro de Naturaleza, dejamos la pista y proseguimos por la Senda del arroyo del Sestil del Maillo y de la Ladera de Mojonavalle (señalizada con balizas de las Sendas de Madrid), cruzamos el arroyo de la Casita y llegamos al arroyo del Toril y Chorrera de Mojonavalle (2,6km), espectacular hoy; pero con la discrepancia respecto a no podar varios árboles, que dificultan la vista completa.

Continuando por la señalizada senda unos doscientos metros, la dejamos por otra senda más pequeña que se acerca al arroyo que anteriormente ha provocado la cascada y volviendo a pasar sobre el arroyo de la Casita, vemos la unión del arroyo del Toril con el arroyo de las Chorreras; formando el arroyo del Sestil del Maillo, que cruzaremos poco más abajo.

Entrados ya en la zona del Abedular de Canencia, andamos una parte por su margen izquierdo y otra por el derecho; disfrutando del colorido otoñal, el Acebo del Puerto, árbol singular nº 76 de la CAM y el Puente de la Pasada, paso de la ctra M-629. Sin cruzarla, subimos por una vereda hasta el Tejo de la Senda, árbol singular nº 229 de la CAM, y volvemos a reencontrarnos con la Senda del arroyo del Sestil del Maillo.

Cruzada la carretera, seguimos uno poco más por la senda hasta dejarla en una zona despejada (4,5km), para desviarnos a izquierda y emprender el primer tramo de kilómetro y medio campo a través, en el que vadeamos el arroyo de Estepares; siguiéndolo aguas abajo a poca distancia. Teniendo que salvar todavía un regato, el arroyo del Collado Hermoso y el arroyo de las Cuevas; punto más bajo del recorrido, antes de entroncar (6km) con un camino homologado.

La alegría dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, pues apenas andados unos metros subimos por un cortafuego andable, pero finalizado éste, toca otra vez monte a través. Pero como dice el refrán, no hay mal cien años dure, desembocamos en el camino que viene del área recreativa (7,3km) y puesto que el tiempo sigue igual, le ofrezco a Santiago la oportunidad de tomar esa dirección ¡pero no! sigue empeñado en que nos secaremos andando. Cuesta abajo, por buen camino y hoy muy bonito, 

disfrutamos de éste tramo, lleno de riachuelos que bajan de la ladera, hasta que el camino se hace senda y además también ésta tenemos que dejarla (9km), puesto que nuestra siguiente meta queda al Este. Nos encontramos por segunda vez en la misma cota del punto más bajo de ruta y sin senda en la dirección que tenemos que seguir.

Así que emprendemos la subida buscando el mejor trazado y después de medio kilómetro, volvemos a descender aclarándose poco a poco el terreno, hasta descender al arroyo de Matallana y hoy muy caudalosa Chorrera de Rovellanos (10,5km); desistiendo de acercarnos a la caída, por prudencia.

Tras un rastro vamos ascendiendo a pocos metros de la cascada, luego seguimos una pequeña vereda y cruzando un regato enlazamos con un visible camino, por el que continuamos ganando altura hasta la zona de Las Hiruelas (12,2km); donde tenemos unos doscientos metros llanos. Tomando a izquierda en la bifurcación, cruzamos un muro de piedra abierto y torcemos a siniestra.

Estamos en la falda y cara norte de Cabeza de la Braña, donde la senda se difumina en otro cortafuego y desaparecido éste, proseguimos subiendo por senda más o menos visible y a pocos metros, o junto al muro de piedra que cruzamos anteriormente. Pero la climatología aún quiere darnos más alegrías y se levanta una ventisca que gracias a Dios, sopla de poniente y nos resguarda el pinar.

Superada la máxima pendiente en subida (43%) del recorrido y alcanzada la caseta de la antena de Cabeza de la Braña (13,5km), punto más alto de la ruta, pasamos un zarzo y dentro del T. M. de Bustarviejo, comenzamos a bajar por el cortafuego. Después de quinientos metros y dejar a derecha otro zarzo y camino, se acaba lo bueno y avistamos muy abajo la pradera del Collado Cerrado.

Aquí me arrogo la culpa de la senda pedricera y pendiente del 48%, por mi afán de conocer nuevos itinerarios. Superada la prueba de la que quedamos muy satisfechos, llaneamos por el Collado Cerrado o Hermoso (15,6km), enlazando con la senda del GR-10 (variante antes mencionada) y andados unos cuatrocientos metros la dejamos; para seguir otra vereda a la derecha y finalizar empapados; el recorrido. 

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