Tipo de Ruta: Circular Dificultad: Alta (IBP: 166)
Recorrido: 18,2 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:24 horas Tiempo en Movimiento: 4:06 horas Altitud
mínima: 1155 metros
Altitud máxima: 2210 metros Desnivel
positivo: 1048 metros Desnivel
negativo: 1048 metros
Desnivel acumulado: 2096 metros Fuentes:
NO Sombras:
10%
Recomendada: primavera / otoño Realizada: 20-06-2020 Señalizada: NO
Descripción:
Subiendo el listón para recuperar la forma en que nos pilló
el parón de la pandemia, nos envalentonamos y nos lanzamos a por dieciocho
kilómetros de recorrido y mil y pico metros de desnivel. La excusa es ver la Lagunilla del Lomo (laguna
estacional) y remontar por la Senda de la Herrada (en la vertiente oeste del
Hueco de San Blas) hasta enlazar con el PR-M 1.
Por el <pequeño recorrido> subimos hasta Las Torres de
La Pedriza y conectando con el PR-M 2 en el Collado de Matasanos, subir hasta
Cuerda Larga; haciendo una parada en Peña Lindera (2.107m), para eliminar éste
dos mil de la lista de pendientes. El circuito lo cerramos por bajando por Hoyo
Cerrado.
Como es costumbre en sábado, voy acompañado de Santiago,
aunque ésta vez sin su perra, ya que, en el trazado al pasar el Collado de la
U, hay un paso entre rocas que la vez anterior lo pasó muy mal; por lo que ha
optado por privarle del paseo, pero ahorrarle el mal trago.
La ruta circular comienza en el pequeño aparcamiento de Las
Pozas, junto al Arroyo del Mediano y nada más traspasar la barrera, dejamos la excelente senda/camino de la Abutarda,
para tomar rumbo oeste por la Loma de la
Abutarda.
Sera un tramo de kilómetro y medio con pendiente media del 24% y rampa de hasta
el 46%; que para empezar no ésta nada mal.
Unos metros antes del desvío, disponemos de un buen mirador
natural y girando al suroeste, en quinientos metros estamos en la Lagunilla del Lomo (0:40h – 2,3km - 1.512m) y como me esperaba ¡está
seca! Pero las piedras muestran la marca del nivel del agua. Continuando en la
misma dirección, entroncamos con la Senda
de la Herrada o del Lomo y afrontamos
la segunda subida disfrutando de otro buen mirador.
Con el canchal del Risco de la Ventana a la izquierda, llegamos al
PR-M 1 (1:19h – 3,85km – 1.794m) y en dos pasos estamos en
el Collado de la Ventana. De aquí a Las Torres, nos esperan los dos
kilómetros más interesantes y bonitos, de La Pedriza Posterior; entre impresionantes rocas enigmáticas
y disfrutando de impresionantes vistas que alcanzan hasta la capital.
El primer medio kilómetro
es muy cómodo hasta el Collado de la U,
a partir del que se inicia el tercer tramo de subida, y al pie de El Puro (derecha) hay que pasar un subterráneo (no apto para
perros); y que definiría como el más difícil de todos los que contiene el
pequeño recorrido del PR-M 1; aunque en tiempo seco es factible eludirlo y
trepar por la izquierda en el sentido de la marcha.
A continuación,
se irá viendo a la derecha: el Risco del Nevazo, el Cerro de los Hoyos, La Esfinge, El Loro, el Risco
del Ventanillo y El
Dedo; y a siniestra, El Perro. Avistando el Dedo de Dios
por delante de Las Torres, atacamos una trepada que nos deja a la entrada de El Comedor de Termes (2:20h – 6,2km - 1990m).
Tras pasar entre Las Torres y Los Gavilanes
giramos al norte, bajando al Collado de
Matasanos.
Ahora por el PR-M 2, afrontamos la última subida, pasando por el Alto de Matasanos y poco después dejamos la senda para acercarnos a
Peña Lindera, a la cual trepamos (2.107m); consumando el deseo, de la anterior vez que andamos éste sendero, que
no pudimos ascender por estar nevado. De nuevo en la ruta, alcanzamos Cuerda Larga (3:15h - 8,6km – 2.216m)
y con la mitad del trayecto andado, logramos la máxima altura de la ruta.
Después de unos minutos de tregua para tomar un
bocado y un gazpachito, reemprendemos la marcha disfrutando del trayecto sobre
el PR-M 11 y las panorámicas vistas, bajando
al Collado de Pedro de los Lobos. Virando
a la derecha, seguimos el rastro de los hitos, dejándonos <caer> hacia el
sureste, con pendiente media del 27% y rampa máxima del 47%; hasta aterrizar en
la gran planicie de Hoyo Cerrado.
Los casi tres kilómetros de bajada, que nos separan
del Camino Forestal de San Blas, se
hacen súper agradables por la estrecha y serpenteante senda. Y para finiquitar,
el tramo sobre el camino/senda de la
Abutarda, es un plácido paseo en el que amortizamos los trescientos metros
de desnivel que nos restaban; recordando la extraordinaria ruta que hemos
realizado.
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