Tipo de Ruta: Lineal Dificultad: Alta (IBP: 144)
Recorrido: 22,7 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 8:10 horas Tiempo en Movimiento: 7:13 horas Altitud
mínima: 1450 metros
Altitud máxima: 2274 metros Desnivel
positivo: 1014 metros Desnivel
negativo: 1373 metros
Desnivel acumulado: 2387 metros Fuentes: SI (1*) Sombras:
5%
Recomendada: primavera / otoño Realizada: 09-07-2018 Señalizada: NO
Descripción:
Dejando a nuestra izquierda, la gran
depresión que da origen al nacimiento del Río
de las Veguillas, descendemos al Collado de San Benito
(1.793m) y remontamos hasta el Cerro
del Aventadero (1:22h – 3,93km - 2.006m). Un pequeño respiro, nunca mejor dicho,
porque como dice su nombre; se mueve un viento que agradecemos.
Sin perder cota, seguimos subiendo hasta Las
Peñuelas (2.215m) y
una cortísima tregua, nos lleva al Portillo del Lobo, desde el que
rematamos la cumbre del Pico del Lobo (2:18h –
6,68km - 2.274m); donde nos trajinamos el
primer tentempié y gratificamos con las esplendidas vistas; ecepción echa de ver las ruinas del remonte abandonado.
Continuamos ahora por el Macizo del Pico del Lobo – Cebollera,
con un perfil de diente de sierra, que perdiendo altura, nos hace pasar por el Alto
de las Mesas, dejado a nuestra diestra; desde el que se obtiene la
mejor perspectiva de la Estación de Esquí de La Pinilla. Posteriormente damos de lado a, El Cervunal
(8,15km – 2.196m) y transitamos por una atractiva senda, que lo circunda a pocos
metros de la cresta.
Un kilómetro más con altibajos, nos acerca a Los
Picachos (2.123m);
desde el que nos precipitamos hasta el Collado de la Chana (3:53h - 10,9km). Habrá que subir aún el repecho del Reajo
del Puerto y bajar a la cabecera de la Solana
del Horcajo (12,8km – 1.816m); para dar comienzo a la escalada que nos aupará a la Peña Cebollera Vieja. Será
algo más del kilómetro y medio de dura ascensión, con rampas del 40%, que
sumado al esfuerzo acumulado, lo hace más angustioso todavía.
Poco a poco, cada cual a su ritmo, conseguimos
coronar el Pico Tres Provincias (5:10h - 14,4km - 2.126m),
conocido así por converger aquí: Guadalajara, Madrid y Segovia. El lugar es
apropiado para la comida principal y darnos una buena tregua; que todos necesitamos.
Reanudamos la marcha, siguiendo ahora la Sierra
de La Cebollera, pasando por el Cerro del Recuenco –inapreciable
sobre el terreno- y el cerro de Cabeza del Tempraniego, que tampoco
ofrece dificultad. Aunque la mayoría, prefiere seguir el camino e ignorarlo ¡o
será que están desertando¿ en la pista que recorre la cumbre, nos volvemos a
encontrar con el grupo y efectivamente, dos han desaparecido y al llamarlos por
teléfono, dicen que bajan directamente a la pista que hay más abajo.
El grueso del grupo seguimos ganando metros,
hasta poco antes (17,5km – 2.009m) del cerro Cuchar
Quemado; desde el que nos lanzamos en sentido Oeste,
por una senda ocultada por la vegetación y una pendiente sin fin; situada entre La
Tolla y Peña Belesar; hasta la pista forestal (18,3km – 1.700m); donde volvemos a reagruparnos.
Ya cómodamente por la pista y “relajados” por no decir otra cosa, seguimos
en cada bifurcación el camino que desciende y pasadas unas zetas, vemos la Fuente de Prado
Antón
(19,8km). Llegando
poco después a un buen mirador de la Chorrera de los Litueros. Solo nos
queda terminar el tedioso camino, que supone ésta pista; hasta culminar lo que
hace ocho horas, era un sueño.
Las cervezas consiguen mitigar y casi olvidar, el esfuerzo que ha
supuesto realizar la ruta y en buena armonía nos despedimos; eso sí, con la
amenaza de otra nueva aventura al inicio de la próxima temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario