domingo, 21 de enero de 2024

Pelayos de la Presa, ruta 4 Camino Angosto, GR-239, Camino de Almorox, senda de las zetas

Pelayos de la Presa, GR-10, Camino del Ferrocarril, Camino Angosto o del Puente de San Juan, GR-239, arroyo del Molino de la Presa, Ermita de la Sangre, Camino de Almorox, Altolamira, Cerro Valdenoches, senda de las zetas.  

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: M / A (IBP: 73)   Recorrido: 21,2 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 4:47 horas     Tiempo en Movimiento: 4:18 horas      Altitud mínima: 548 metros  

Altitud máxima: 1038 metros    Desnivel positivo: 686 metros    Desnivel negativo: 686 metros

Desnivel acumulado: 1372 metros      Fuentes: NO      Sombras: 20%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 20-01-2024      Señalizada: NO

fotos de Santiago

Descripción:

Interesante ruta sin aglomeración de gente, de hecho, puedo decir que casi solitaria, realizada en compañía de Santiago, Ángel y Victorino. Éstos dos compañeros la hicieron en dirección contraria, al retrasarse en la hora acordada, por lo que coincidimos en el cerro Altolamira; punto donde tomamos el piscolabis y charlamos sobre lo andado cada pareja.

Santiago y yo, partimos del final de la Av. Pinos Verdes con dirección norte, cruzando la Av. de Marcial Llorente y travesía de la antigua M-541, girando a derecha y luego a izquierda (1km), a partir de donde compartimos recorrido con el GR-10, pasando sobre el arroyo del Molino de la Presa (punto más bajo del recorrido), y dejando a la derecha el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias; donde a principios del siglo ocho, se retiró aquí el príncipe visigodo Teodomiro, para hacer vida eremítica. 

Seguimos por Av. del Arquitecto García Benito, hasta doblar a derecha por c/. Carretera San Ramón, pasando junto al Polideportivo Municipal y un parque, donde nos llama la atención un corte circular en los pinos, en el que han extraído la corteza; entroncando a continuación (1,8km) con el Camino del Ferrocarril, que seguimos a izquierda.

En dos pasos llegamos a la estación en ruinas, del ferrocarril, Madrid –San Martín de Valdeiglesias; que nunca se utilizó. En los años 30 del siglo XX se inauguró un tramo siendo llevado el tren por carretera, pero con el boato correspondiente a toda ceremonia; fue el primer y único viaje de la línea. Con el recorrido casi terminado en el desfiladero del Alberche, como en el Valle del Tiétar, llega la Guerra Civil y causa tal destrozo en la infraestructura, que obliga a su abandono por el alto coste de su reparación.

Por el camino convertido en calle andamos la parte norte de Pelayos y de nuevo por camino de tierra, pasamos junto al Punto Limpio y entramos en el T. M. de San Martín de Valdeiglesias, llegando poco después al desvío (3,5km), en que dejamos el camino del ferrocarril y el gran recorrido; para torcer a siniestra por senda/camino. En doscientos metros encontramos el Camino Angosto o del Puente de San Juan

que tomamos a derecha, transitando de nuevo hacia el oeste. Por el camino (muy encharcado), vemos un buen olivar a derecha y un antiguo molino a izquierda (6,2km); en el punto más cercano al arroyo.

No quisiera olvidar la conversación que tuvimos con un vecino, comentando el estado del camino, en el que nos informó de la muchas reclamaciones de él y otras personas, para que lo mejorarán; habiendo arreglado solo el primer tramo hasta la casa de los padres de la actual alcaldesa, queda dicho.

Finalmente, y por el tramo del camino en muy buen estado, entramos en zona urbana de San Martín, girando a izquierda en la primera calle, torciendo a derecha en la Av. de Madrid y travesía de la antigua M-501; y tomando a siniestra el primer desvío. Poco después, insistimos a izquierda y por el Camino de Marañones llegamos al encuentro del Camino a la Ermita (8,3km) y GR-239.

Doblando a izquierda, pasamos sobre el arroyo del Molino de la Presa y junto a la la Ermita de la Sangre, que data de entre el siglo XIII y XV; cruzando a continuación la M-501 con la máxima precaución, carretera que suele tener bastante tráfico. 

Resaltar que el GR que compartimos ahora es también el Camino de Santiago de Levante; es uno de los trazados peregrinos más largos de España, que va desde Valencia capital hasta la Granja de Moreruela, en la provincia de Zamora, donde entronca con la ruta jacobea Vía de la Plata.

Primero andamos un tramo asfaltado con incremento de pendiente, que es acceso al jardín botánico El Bosque Encantado, luego ya se prosigue a izquierda por camino de tierra, con algunos metros salteados de piedra. Entrados en zona boscosa, principalmente de pinos, vamos dejando posibles desvíos guiados por la estupenda señalización.


Por el llamado Camino de Almorox, proseguimos de frente en el cruce de caminos (11,7km) y pasada una estación transformadora, llegamos a la M-541 que atravesamos para seguir el cortafuego, remontado hasta otro cruce de caminos (13km); donde dejamos el camino peregrino y GR. Luego de un corto descenso, seguimos a derecha por camino, dejando el trazado de la línea eléctrica.

Luego en el cruce, tomamos a izquierda, salimos al pasillo de la línea eléctrica y haciendo un atajo por ella, continuamos a derecha por otro buen camino, que nos lleva a la cima del cerro Altolamira (14,9km); máxima altura de la ruta, donde nos vemos con Victorino y Ángel. Una vez recargadas las pilas, tomado el café regado con el mezcal o mescal (de Victorino) y disfrutado de la estupenda panorámica; continuamos con la marcha, cada pareja con dirección contraria.

Nosotros tras algo más de un kilómetro, entre senda y cortafuego, pasamos el Collado Valdenoches, subimos al Cerro Valdenoches (con su gran antena) y excelente mirador natural y continuando por cortafuego, descendemos hasta otro collado (17,4km) y cruce del Camino de Valdenoches. Ahora remontamos el Cerro de las Mucas y bajamos hasta el final del cortafuego (18,1km) y cruce de caminos.

Acto seguido, retornamos a tierras de Pelayos de la Presa, prosiguiendo de frente por la senda de las zetas. Bonita senda de casi dos kilómetros, que primero los ciclistas y luego los motoristas, están degradando (con ayuda de la lluvia) de tal forma; que acabará siendo impracticable. Al final y visto la pintoresca obra en el primer chalet, torcemos a derecha por la asfaltada c/. Las Muas Este, pasamos bajo la M-501 y finalizamos el agradable recorrido. 

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