Prádena de Atienza, Alto Rey, Barranco de Peña El Cuervo y Cueva del Oso

Prádena de Atienza, Sierra Alto Rey, Peña de los Rollos, Peña de los Gavilanes, Alto Rey, Barranco de Peña el Cuervo, Cueva del Oso, río Pelagallinas, GR-167,  

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Media / Alta (IBP: 90)   Recorrido: 17,5 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 6:07 horas     Tiempo en Movimiento: 3:55 horas      Altitud mínima: 1142 metros  

Altitud máxima: 1858 metros    Desnivel positivo: 780 metros    Desnivel negativo: 779 metros

Desnivel acumulado: 1559 metros      Fuentes: NO      Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 12-11-2022      Señalizada: SI* (hitos)

Descripción:

Prádena de Atienza, es un municipio de la Comunidad Autónoma de Castilla –La Mancha y provincia de Guadalajara, situado al norte entre los municipios de La Miñosa, Miedes de Atienza, Ujados, Albendiego y Condemios de Arriba. Tiene cerca de 29 km cuadrados de superficie y unos cuarenta habitantes, cuyo gentilicio es pradenses o praineros, éste último no muy aceptado.

La ruta está organizada por la asociación Sierra de Oportunidades, que engloba éste pueblo y los aledaños que compone la Sierra Norte de Guadalajara, en lo que supone la segunda subida al Alto Rey, ya que la primera se realizó en marzo desde Gascueña de Bornova. El recorrido forma parte de la liga 2022 promovida por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada.

Mi participación, así como la de Carlos, es por el solo hecho de andar está sierra desconocida y aprovechar para darle la medalla que conseguimos, en la LX Travesía de las Cumbres Escurialenses; al igual que todos los que cumplieron con los tiempos establecidos, en las cuatro etapas que la componen. En la c/. Fragua y junto al río Pelagallinas, se hace la presentación 

y comprobación de participantes y a las 09:05 (por dar cinco minutos de cortesía), echamos andar con dirección oeste, girando a derecha una vez dejado atrás el aparcamiento. El itinerario es de subida continua hasta la cima del Alto Rey, con pendiente media del 14% y rampa del 27%, con un solo respiro; al bajar de la ladera de la Peña de los Gavilanes.

El camino al principio está señalado por las marcas blanco / amarillo de un antiguo PR y tuerce a siniestra en doscientos metros. Luego seguimos una calleja entre robles y dejamos a derecha el campo de futbol, que vivió mejores tiempos. Poco después, la ruta vira al suroeste y se adentra entre pequeñas jaras enfilando al collado, en la Sierra de Alto Rey.

 Acoplado al ritmo que marca Carlos, ocupamos la cabeza del grupo (solo detrás de uno que la está corriendo) y pasando a poca distancia de La Peña que Responde, la saludamos e insistimos con distintas frases; pero hoy se ha hecho la sorda y no contestó. Alcanzado el collado (2,6km), estamos en tierras de Gascueña de Bornova y al parecer los guías de la organización habían dicho de reagruparnos aquí.

Pero nosotros al igual que Joaquín y Toñi (pareja de maños que están andando la liga 2022), no nos hemos enterado y dado que sopla un aire nada agradable y que yo llevo el track, decidimos formar un cuatro por cuatro y seguimos a todo tren; avistando las antenas del Alto Rey, al pasar junto a la Peña de los Rollos que dejamos a derecha.

Al coronar la loma, regresamos a tierras de Prádena, dejándolas otra vez al superar la Peña de los Gavilanes (4,2km) que libramos por su ladera norte; sobre piedras húmedas y resbaladizas. Ahora la senda transita alternativamente entre los T. M. de Condemios de Arriba y Bustares, pasando otro collado; hasta remontar y definitivamente dentro del T. M. de Condemios y manteniendo la cota; llegamos (6km – 1858m) a la Ermita y Mirador del Alto Rey.

Una vez aquí y avistando a bastante distancia el grupo, disponemos de tiempo para disfrutar de las vistas y dar las tres vueltas a la ermita, para que se cumpla el deseo solicitado al Santo, en el ruego; aunque no está aquí, sino en la Iglesia de Condemios. Después de una hora estamos todos en la ermita y escuchadas las leyendas, contadas por Luis Miguel, hacemos la foto de grupo.

Ahora nos despedimos de los compañeros y de nuevo los cuatro aventureros con la compañía de Luis Miguel, retomamos la marcha con hambre de kilómetros, iniciando el descenso por la carretera de acceso a la antigua zona militar y ermita. Torciendo a derecha a las puertas del recinto, seguimos un camino de tierra que luego se hace senda; llegando a una pradera (8,2km) que atravesamos, en la que da comienzo el Barranco de Peña el Cuervo.

Al otro lado, enlazamos con otro buen camino y después de un tramo paralelo al arroyo, en el cruce (10km), giramos a derecha; habiéndonos quedados sin la compañía de Luis Miguel, que tuvo que regresar por un problema con los participantes que venían detrás. El camino es claro y no ofrece dudas, en el que disponemos de otra buena vista de la Sierra que hemos pisado.

El fuerte descenso termina en otro camino (11,7km), que tomamos a derecha y luego de quinientos metros, cruza el río Pelagallinas, para entroncar con el GR-167, Cantalojas (río sorbe) y Albendiego (río Bornova), pero nosotros o mejor dicho; yo principalmente, estoy interesado en ver la Cueva del Oso, por lo que girando a derecha cruzamos sin senda el Barranco de Peña el Cuervo.

A poca distancia del río Pelagallinas, buscamos la manera de avanzar entre el bosque llenos de árboles caídos por fin salimos a zona despejada al pie del roquedal donde se encuentra la Cueva del Oso;

donde se cuenta que en tiempos pasados fue el refugio de un oso y que también la utilizo el Cid Campeador, en su destierro. La oquedad es amplia y poca profunda y no merece el esfuerzo de acercarse a ella, pues supone tener que vadear el río dos veces. Una vez en el otro lado del río Pelagallinas, retornamos al término de Prádena de Atienza y enlazamos con el GR, que seguimos a derecha.

Con la vista abajo del cauce del río, adornado con los colores otoñales 

caminamos con pequeños desniveles, pasando junto a antiguos corrales en las zonas de El Covachón y La Villeja; finalizando al volver a cruzar el río por unas, muy bien colocadas piedras.