viernes, 9 de julio de 2021

Brihuega, Paseo Urbano por su historia y campos de lavanda

Brihuega, Puerta de la Cadena, Fuente de los Doce Caños, Muralla árabe, Mirador del Portillo, Mirador de la Vega del Tajuña, Iglesia de Santa María de la Peña, Puerta de la Guía, Plaza del Coso, Real Cárcel de Carlos III, Iglesia de San Felipe, Real Fábrica de Paños, Ruta de los Quejigares, Villaviciosa de Tajuña, campos de lavanda, Parque de María Cristina.

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular      Dificultad: Baja (IBP: 44)     Recorrido: 17,7 km      Ciclable: SI

Tiempo Total: 3:55 horas    Tiempo en Movimiento: 3:01 horas     Altitud mínima: 895 metros  

Altitud máxima: 1039 metros    Desnivel positivo: 375 metros    Desnivel negativo: 373 metros

Desnivel acumulado: 748 metros      Fuentes: SI       Sombras: 10%     

Recomendada: segunda quincena de julio    Realizada: 07-07-2021     Señalizada: SI (ida) 

Descripción:

El pueblo de Brihuega situado en un altiplano de la vega del Tajuña, lo atraviesa la ctra CM-2011 por la que se accede desde Torija y la A2. Es capital del homónimo término municipal de la provincia de Guadalajara, de 296,4 kilómetros cuadrados y entorno a dosmil quinientos habitantes, del que forman parte dieciséis entidades de población, entre ellas Villaviciosa de Tajuña, por donde pasaremos camino de los campos de lavanda.

Acompañado de Vicente, ya que el resto del grupo está esparcido por el país, arrancamos desde el cruce del Paseo Jesús Ruiz Pastor con la carretera y entramos en el recinto amurallado de la histórica villa, por la bonita Puerta de la Cadena. Siguiendo la engalanada c/. de la Cadena, preparada para el festival de la lavanda, llegamos a la gran Fuente de los Doce Caños y el antiguo lavadero a su espalda; conocido como La Blanquina, con dos pilas y otros doce caños.

Por c/. Atienza, llegamos a la c/. Tinte, con la Fuente del mismo nombre y subiendo por c/. Costanilla, enlazamos con la c/. del Val y por un paso abierto bajo la muralla, salimos a la c/. Torija; que seguimos a la izquierda, para ver la mejor parte que se conserva del perímetro de la muralla árabe. Llegados al Mirador del Portillo con la Plaza de Toros a los pies, un buen lugar para avistar parte de la zona amurallada, el castillo y parte de la vega del Tajuña; hoy nos tenemos que conformar con el disfrute de un mar de nubes.

Bajando unos metros, volvemos a adentrarnos en el recinto amurallado por el Arco de Cozagón y rodeando parte del ruedo taurino, enfilamos por c/. Frailes hacia la Plaza de San Juan; para ver los restos de la Iglesia de San Juan y el recordatorio a Sebastián Durón Picazo. Descendiendo por c/. Cozagón, regresamos a la imponente Plaza de Toros la Muralla; que data del 1965.

Pasando por la Puerta de Santa María, salimos de la fortaleza y entramos en la Plaza de Manu Leguineche, donde está la Escuela de Gramáticos, el antiguo Convento de San José, actualmente sede del Museo de Miniaturas del Profesor Max y el Mirador de la Vega del Tajuña; situado en uno de lugares más bellos y tranquilos, junto a la bonita Iglesia de Santa María de la Peña.

A la izquierda de la iglesia, está el acceso al cementerio municipal, con el viejo dentro del recinto del castillo. Regresando a la c/. Prado de Santa María y bordeando el Castillo de la Piedra Bermeja, volvemos a entrar en el recinto amurallado por la Puerta de la Guía. Girando a izquierda y luego a la derecha, seguimos por c/. Nuestra Señora de la Peña y entramos en la Plaza del Coso.

Aquí se celebraban las corridas de toros hasta la construcción de la actual plaza y está el ayuntamiento, dos fuentes con dos caños cada una, de los que manan unos buenos chorros de agua, como en las anteriores; y una de ellas está junto a la Real Cárcel Carlos III, actual Oficina de Turismo.

Continuando por el callejón a la izquierda de la oficina de turismo, llegamos a c/. Hermanos Durón y siguiendo ésta a siniestra entroncamos con la ctra CM-2011 y Av. de la Constitución; donde está la pequeña Fuente de Santo Tomás y el Convento de las Jerónimas. Bajando unos metros, en la curva se encuentra la Iglesia de San Miguel.

A la izquierda de la iglesia hay unos escalones y subiendo por ellos, se pasa junto a la Casa de la Miel (producto alcarreño), se pasa bajo el edificio y se sigue por c/. Berral, luego c/. Jacinto Mejías y finalmente c/. Fuentecilla, hasta llegar a la Plaza de San Felipe y la Iglesia de San Felipe, con su magnífica torre campanario.

Rodeada la iglesia, por el Paseo de la Fábrica, llegamos al antiguo complejo industrial de la Real Fábrica de Paños, regalo de los Borbones por el apoyo de la villa en la Guerra de Sucesión. En 1781 queda terminada la fábrica y funciona hasta la Guerra de la Independencia, en que fue ocupada por tropas francesas. Restaurada la monarquía vuelve a producir hasta la crisis de la corona y venta en 1840, cuyo propietario convirtió los secaderos de paño en unos preciosos jardines visitados por Ernest Hemingway, y alabados por Camilo José Cela en su Viaje a la Alcarria.  

En la parte Este del complejo, esquina con el Paseo de la Fábrica y Paseo del Cronista Antonio Pareja, está el Mirador del Tajuña y parte la ruta de los Quejigares (3,45km) por la que marchamos. Nada más terminadas las viviendas el camino se hace senda y se ve abajo el Monasterio Cisterciense de Santa Ana. Tras las balizas señalizadoras, enlazamos con el Camino Bajo de Villaviciosa, pasando entre una zona de olivares y viendo un primer campo de lavanda.

En cinco kilómetros entramos en la aldea de Villaviciosa de Tajuña (8,4km) un tranquilo lugar que en otros tiempos fue villa y tuvo la potestad de administrar justicia, de lo que queda el testimonio de su <picota> en el cruce con la carretera de acceso. El pueblo también rico en agua, es atravesado por una acequia, tiene la Iglesia de la Santa Cruz y un bonito lavadero; cerca del que hacemos la parada oficial.

Saliendo por la ctra GU-918 en poco más de medio kilómetro llegamos a los campos de lavanda en ambos lados y en algo menos estamos en la ctra CM-2005, con un aparcamiento habilitado para visitar los campos de lavanda y muy cerca del monumento a la Guerra de Sucesión; entorno en el que se libró una de las principales batallas; entre los hispano-franceses e ingleses.

Cruzada la carretera, se llega al principal enclave de los campos de lavanda; cultivo que excede las mil hectáreas de plantación y una joya de la naturaleza que se convierte en espectáculo sensorial; principalmente a finales del mes de julio. Recreándonos con las vistas y haciendo multitud de fotos –al igual que tantas personas más- recorremos primero en sentido norte y luego al oeste, por un camino y paso de gaseoducto.

Después de dos kilómetros y medio entre lavanda, dejamos atrás el cultivo y volviendo a cruzar la ctra CM-2005 y por camino pasamos junto a unas naves industriales, volvemos a cruza la misma carretera y por el Paseo Jesús Ruíz Pastor, finalizamos la ruta en el Parque de María Cristina; pasando antes junto a las piscinas municipales.

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