sábado, 9 de septiembre de 2017

San Martín de Valdeiglesias, ruta 1 GR-10, arroyo Tórtolas

San Martín de Valdeiglesias, Castillo de la Coracera, Camino de los Vallejos, Camino del Molino Quemado, Cerrillo del Tío Gitano, Camino de la Zobilla, Arroyo Tórtolas, Camino de la Aliseda


M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: B / M (IBP: 41)   Recorrido: 12,4 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 3:18 horas    Tiempo en Movimiento: 2.55 horas    Altitud mínima: 585 metros  

Altitud máxima: 775 metros    Desnivel positivo: 335 metros    Desnivel negativo: 335 metros

Desnivel acumulado: 670 metros      Fuentes: NO      Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 07-09-2017      Señalizada: SI (ida)


Descripción:
Regreso a San Martín de Valdeiglesias, después de 21 años, para realizar la última etapa del GR-10, en su recorrido por la provincia de Madrid. El tramo en sí, del sendero de gran recorrido; es corto, como la mayoría de los itinerarios, que me he trazado; consecuencia de hacerlos circulares <no obstante, incluiré en el blog, el trayecto completo por la Comunidad de Madrid, en tramos lineales>.

No podía haber elegido mejor día, pues están en fiestas. Al regreso me daré un paseo, para ver el ambiente, ahora me centro a lo que he venido. Arranco en la c/. Carretera de Ávila, sobre los 670 metros de altitud <pues el magnifico aparcamiento, al pie de la magnifica Plaza de Toros, que pensaba utilizar, esta ocupado por las atracciones>.
Dejo a la derecha el coso taurino y enfilo dirección Norte, por la c/. San Carlos, Travesera San Carlos y Cuesta del Castillo, para ver el Castillo de la Coracera.

Fortaleza del siglo XV, que mando hacer Don Álvaro de Luna, predilecto del rey Juan II, padre de Isabel la Católica.         La estampa que hoy se ve, es consecuencia de varias rehabilitaciones.
El valido Álvaro, que llego a tener más de 20.000 hombres de armas, sostuvo un pulso con los monjes del Monasterio de Santa María, en Pelayos de la Presa <dueños de todas las tierras, de la comarca>.
El personaje más poderoso de aquellos tiempos, decidió levantar este castillo en 1434 y para ello compro, toda la deuda que los campesinos, debían al clero. Cuya suma ascendían a 30.000 maravedíes, por tributos no pagados.                                     
El recinto es de planta cuadrada, destacando la torre del homenaje y otra que hace la función de atalaya.

Reanudo la marcha, atravesando un parque, por la c/. San Martín, que mas adelante es c/. Camino de la Aliseda, hasta una bifurcación; la izquierda, es la continuación de la calle, que finaliza en el Camino del mismo nombre <era el trazado antiguo del GR, y será por donde haré el regreso>.
Continuo, por tanto de frente, por el Camino de los Vallejos, que poco después pasa a llamarse, Camino del Molino Quemado. Las marcas del GR, son visibles y después de cada posible desvío, se ve la señal, confirmando que es la vía correcta.

Que San Martín es tierra de vinos, lo atestigua sus campos repletos de vides. A medida que se gana altura, se ven a la izquierda los cerros de; Guisando y el Portacho de los Ballesteros, en el Cordal de Pedro Duermes, que forma parte de las estribaciones de la Sierra de Gredos.

Aunque los dos caminos se reencuentran en la provincia de Ávila, me gusta más este nuevo trazado y sobre todo, porque el paso del Arroyo Tórtolas, esta asegurado por la pasarela existente en éste. Así que felicito el trabajo de pintado, a los voluntarios <que como yo, he realizado en otras sendas>, han participado en esta. Supervisado por mi amigo Fernando, el cual ha consumado un excelente trabajo de rectificación y señalización de senderos, como técnico de la Federación Madrileña de Montañismo.

Sin darme cuenta he ganado la máxima altura de la ruta (0:38h – 2,76km – 774m). Un mirador de las estribaciones de la Sierra de Gredos. El descenso, tiene dos pequeñas pendientes, la segunda en la zona conocida como, Cerrillo del Tío Gitano, desde el cual comienza la tercera y definitiva bajada <suave> pero mantenida, hasta aterrizar en el riachuelo.

Tras una hora de marcha, encuentro un cruce (4,74km), donde la senda gira al Oeste, prosiguiendo ahora por el Camino de la Zobilla, por el que acaba su descenso en el Arroyo Tórtolas (1:14h - 6,09km – 591m), límite provincial y punto más bajo de la ruta.

Atravesado el cauce seco, ando un kilómetro en la provincia de Ávila, girando de Oeste a Suroeste. Se deja un primer desvío a derecha y en la siguiente derivación; el gran sendero continua de frente, mientras yo sigo la vereda que busca la proximidad a la corriente, hasta la confluencia con el Camino de la Aliseda, el cual tomo a la izquierda.

Vuelvo a cruzar el lecho del arroyo, sin problema al no tener agua, pero este paso hay que descartarlo, en época de lluvias o crecidas del Embalse de San Juan, al no haber nada que ayude a franquearlo.
A pocos metros de haber pasado el arroyo, hay un cruce de caminos; la izquierda, lleva al camino por el que baje. De frente es una variante que hace un rodeo. Lo mejor es continuar a derecha, para regresar a San Martín de Valdeiglesias.

El camino apunta en dirección Sureste, y todavía pueden verse, las marcas del antiguo trazado del GR. Ignorando derivaciones a ambos lados remonto la primera parte de pendiente, en poco menos de media hora.

Sobre un trazado sinuoso, me doy un descanso con una pequeña bajada y atravieso el camino conocido como, Carril del Rey. Encaro la última subida y alcanzo la máxima altura del regreso, sobre los 10km y algo más de las dos horas de trayecto.
Ya solo me queda dejarme caer hasta entrar en San Martín y paseando por sus calles en fiestas, finalizar la ruta.

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