Tipo de Ruta: Circular Dificultad: B / M (IBP: 41) Recorrido: 12,4 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 3:18 horas Tiempo en Movimiento: 2.55 horas Altitud
mínima: 585 metros
Altitud máxima: 775 metros Desnivel
positivo: 335 metros Desnivel
negativo: 335 metros
Desnivel acumulado: 670 metros Fuentes: NO Sombras: 10%
Recomendada: todo el año Realizada: 07-09-2017 Señalizada: SI (ida)
Descripción:
No podía haber elegido mejor día, pues están en fiestas. Al regreso me daré un paseo, para ver el ambiente, ahora me centro a lo que he venido. Arranco en la c/. Carretera de Ávila, sobre los 670 metros de altitud <pues el magnifico aparcamiento, al pie de la magnifica Plaza de Toros, que pensaba utilizar, esta ocupado por las atracciones>.
Dejo
a la derecha el coso taurino y enfilo dirección Norte, por la c/. San Carlos,
Travesera San Carlos y Cuesta del Castillo, para ver el Castillo de la Coracera.
Fortaleza del siglo XV, que mando hacer Don Álvaro
de Luna, predilecto del rey Juan II, padre de Isabel la Católica. La estampa que hoy se ve, es
consecuencia de varias rehabilitaciones.
El
valido Álvaro, que llego a tener más de 20.000 hombres de armas, sostuvo un
pulso con los monjes del Monasterio de Santa María, en Pelayos de la Presa
<dueños de todas las tierras, de la comarca>.
El
personaje más poderoso de aquellos tiempos, decidió levantar este castillo en
1434 y para ello compro, toda la deuda que los campesinos, debían al clero.
Cuya suma ascendían a 30.000 maravedíes, por tributos no pagados.
El
recinto es de planta cuadrada, destacando la torre del homenaje y otra que hace
la función de atalaya.
Reanudo
la marcha, atravesando un parque, por la c/. San Martín, que mas adelante es c/.
Camino de la Aliseda, hasta una bifurcación; la izquierda, es la continuación
de la calle, que finaliza en el Camino del mismo nombre <era el trazado
antiguo del GR, y será por donde haré el regreso>.
Continuo,
por tanto de frente, por el Camino de
los Vallejos, que poco después pasa a llamarse, Camino del Molino Quemado. Las marcas del GR, son visibles y
después de cada posible desvío, se ve la señal, confirmando que es la vía
correcta.
Que
San Martín es tierra de vinos, lo atestigua sus campos repletos de vides. A
medida que se gana altura, se ven a la izquierda los cerros de; Guisando y el
Portacho de los Ballesteros, en el Cordal de Pedro Duermes, que forma parte de
las estribaciones de la Sierra de Gredos.
Aunque
los dos caminos se reencuentran en la provincia de Ávila, me gusta más este
nuevo trazado y sobre todo, porque el paso del Arroyo Tórtolas, esta asegurado
por la pasarela existente en éste. Así que felicito el trabajo de pintado, a
los voluntarios <que como yo, he realizado en otras sendas>, han
participado en esta. Supervisado por mi amigo Fernando, el cual ha consumado un excelente trabajo de rectificación y señalización de senderos, como técnico de
la Federación Madrileña de Montañismo.
Sin
darme cuenta he ganado la máxima altura de la ruta (0:38h – 2,76km – 774m). Un
mirador de las estribaciones de la Sierra de Gredos. El descenso, tiene dos
pequeñas pendientes, la segunda en la zona conocida como, Cerrillo del Tío Gitano, desde el cual comienza la tercera y
definitiva bajada <suave> pero mantenida, hasta aterrizar en el
riachuelo.
Tras
una hora de marcha, encuentro un cruce (4,74km), donde la senda gira al Oeste,
prosiguiendo ahora por el Camino de la
Zobilla, por el que acaba su descenso en el Arroyo Tórtolas (1:14h - 6,09km – 591m), límite provincial y punto
más bajo de la ruta.
Atravesado
el cauce seco, ando un kilómetro en la provincia de Ávila, girando de Oeste a Suroeste.
Se deja un primer desvío a derecha y en la siguiente derivación; el gran
sendero continua de frente, mientras yo sigo la vereda que busca la proximidad
a la corriente, hasta la confluencia con el Camino de la Aliseda, el cual tomo a la izquierda.
Vuelvo
a cruzar el lecho del arroyo, sin problema al no tener agua, pero este paso hay
que descartarlo, en época de lluvias o crecidas del Embalse de San Juan, al no
haber nada que ayude a franquearlo.
A
pocos metros de haber pasado el arroyo, hay un cruce de caminos; la izquierda,
lleva al camino por el que baje. De frente es una variante que hace un rodeo.
Lo mejor es continuar a derecha, para regresar a San Martín de Valdeiglesias.
El
camino apunta en dirección Sureste, y todavía pueden verse, las marcas del
antiguo trazado del GR. Ignorando derivaciones a ambos lados remonto la primera
parte de pendiente, en poco menos de media hora.
Sobre
un trazado sinuoso, me doy un descanso con una pequeña bajada y atravieso el
camino conocido como, Carril del Rey.
Encaro la última subida y alcanzo la máxima altura del regreso, sobre los 10km
y algo más de las dos horas de trayecto.
Ya
solo me queda dejarme caer hasta entrar en San Martín y paseando por sus calles
en fiestas, finalizar la ruta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario