miércoles, 20 de septiembre de 2017

Puerto de Navacerrada, ruta 04 Siete Picos, PR-M 8 (Senda Herreros)

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M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: A (IBP: 87)   Recorrido: 13,7 km   Ciclable: NO

Tiempo Total: 5:36 horas   Tiempo en Movimiento: 4:48 horas   Altitud mínima: 1658 metros  

Altitud máxima: 2128 metros   Desnivel positivo: 735 metros  Desnivel negativo: 735 metros

Desnivel acumulado: 1470 metros      Fuentes: NO      Sombras: 55%     

Recomendada: todo el año*     Realizada: 19-09-2017      Señalizada: NO


Descripción:

Se nota que nos hemos reincorporado, descansados y con ganas de superar la temporada anterior, pues tras la ruta exigente de la semana pasada, a Cueva Valiente; hoy vamos a realizar, los Siete Picos y regresar por; el PR-M 8, Senda Herreros, o Senda de la Pata Cabra.

Partimos de los 1.821 metros, del puerto, siguiendo la pista asfaltada que lleva a la residencia militar, Los Cogorros. Dejamos el PR-M8, que gira a izquierda, rodeando la pista de esquí para principiantes y a la izquierda de la puerta de acceso al complejo, se inicia propiamente, la Senda Schmid.
Andamos unos metros por ella y en la primera bifurcación, la dejamos, continuando por el ramal de la izquierda <señalado con puntos rojos en los árboles> que nos lleva al extremo Oeste, de la Pradera de Siete Picos (2,32km), punto de encuentro con la Senda Herreros, por la que regresaremos.

Desde la dirección que traemos, giramos un poco a derecha y ascendemos con rumbo Oeste. Y cumpliendo el pacto con Paco, se pone a la cabeza José Luís, marcando el ritmo y persiguiendo el rastro de hitos y algunos puntos rojos, sobre los árboles. Pero la promesa dura poco ¡es que hay algunos componentes! Que parece que en las subidas se les active el turbo.

El caso es que subimos casi doscientos metros, en solo ochocientos de recorrido, para arribar a la cuerda de los picos, muy cerca del séptimo, el cual alcanzamos (1:16h – 3,45km - 2.138m). Trepamos hasta la cima, con su vértice geodésico, como corresponde al punto más alto de la zona y aguantando el frío viento, nos hacemos la foto de grupo, echamos un vistazo a la interminable panorámica;  -al Norte, el Valle de Valsaín -al Suroeste, el Valle de Navalmedio, Cercedilla y los Molinos -al Este, El Puerto de Navacerrada, La bola del Mundo y la Maliciosa -y al Oeste, el Puerto de la Fuenfría. Y bajamos echando leches, hasta creo recordar, que los “lentos” fueron los primeros.

Pasamos el sexto pico, apenas doscientos metros más adelante, y con otros tantos, llegamos al quinto. Que lo bordeamos por el lado madrileño, ya que el resto del conjunto; del dos al siete, se pasa por territorio segoviano.
Dejamos atrás el cuarto (4,34km) y llegamos al tercero (1:56h - 4,63km), con ganas de ver la Ventana del Diablo. Y no sólo la vemos ¡si no que pasamos por ella!

Cuatro pasos nos separan del segundo pico (4,96km), llegamos hasta su base, pero desechamos subir a las cimas <pues en realidad son dos montículos> separados unos metros.

Nuevamente en la ruta, comenzamos la bajada hacia el primer pico, en las proximidades de la Pradera de Majalasna. Pasamos una especie de collado, incorporándose por la derecha la Senda de los Alevines, con la que compartimos unos metros. La cual dejamos para encaminarnos al Pico Majalasna <primero de los siete picos y único con nombre propio>. Sin pérdida llegamos a su base y encontramos la manera de pisar su cima. Más fotos y contemplación de las vistas.

Descendemos y en la Pradera de Majalasna (2:49h - 6,3km), hacemos la parada para el tentempié, finalizado con el cafelito bien calentito, acompañado de “medicina y pastitas”, pues no todo va a ser andar.

Reiniciamos la marcha, cruzando la pradera, enfilamos el PR-M7 y Senda de los Alevines <olvidando ver la Fuente de Majalasna y el petroglifo del buitre, que están por aquí>, la vereda es muy llevadera, si exceptuamos algún pequeño tramo. Descendemos los 240 metros de desnivel, que nos separan de la carretera de la Republica, entre pinos, en los que vemos las marcas blanco y amarillo del PR. Viendo a poco más de la mitad del recorrido, una pequeña fuentecita a la derecha del sendero, que ¡oh! sorpresa, mana agua.

Ya en la Pradera de Navarrulaque (3:34h – 7,75km –1.660m), no queremos dejar de acercarnos al, Refugio del mismo nombre, sorprendiéndonos por encontrar su fuente ¡seca! pues a todos, es la primera vez que nos ocurre.

Retrocedemos al cruce de la ctra de la Republica; con la Senda Alevines <por la que bajamos>, a la izquierda. El GR-10 y Vereda de la Encinillas, que aparece por la derecha. Y entre ambas; arranca el PR-M8, Senda Herreros o Senda de la Pata Cabra.

El origen de éste apodo, es desconocido, alguna creencia apunta a que el nombre se debe a los cabreros, que en tiempos pasados, traían a pastar su ganado por éstos parajes.
Lo cierto, es que el trazado desde la Pradera de Navarrulaque a la de Siete Picos, se asemeja a una pata de cabra.

En el inicio hay un gran banco, con una leyenda en uno de sus respaldos, recordando a Enrique Herreros. Personaje con una gran dimensión cultural, en la España del siglo pasado. Montañero <en primer lugar, por lo que nos atañe>, humorista, dibujante cartelista, periodista y cineasta. Esta ruta fue trazada por él, de ahí este simple monumento, dedicado por el círculo Aurrulaque.

Así que mentalizados del duro trayecto que nos espera, atacamos esta travesía, en principio por un amplio camino, que pronto adapta las dimensiones naturales, de una senda de montaña. Con pequeñas subidas y bajadas y con esporádicas vistas del Cóncavo de Siete Picos, conocido también como; Hoyo del Terradillo y Pozo de la Nieve.
En un kilómetro, tras una curva a izquierda, tenemos las Rocas de Laín Entralgo (4:00h – 9,15km).

Un mirador situado casi en el centro, del hueco de los Siete Picos. Que la agrupación Aurrulaque, perteneciente al Club de Senderismo de Peñalara, dedico a este personaje.
Dos pequeños bolos de granito, están grabados con; el año del homenaje, uno y el otro, parte de la carta que el intelectual escribió a Luis de Rosales, a propósito del Guadarrama. Y desde el banquito, se tiene una espectacular imagen de la vertical del hueco, así como de las rocas situadas abajo, que hacen de asiento natural. Sobre la lancha, esta el petroglifo de un dragón.

A medida que nos acercamos al centro de la curvatura, la senda se hace más estrecha, gana altura y entra en zona boscosa, aparecen los robles y pasamos junto a la Fuente de los Acebos, a la izquierda y unos esplendidos ejemplares de esta especie arbórea, a la derecha, muy cerca del Arroyo Pradillo (4:14h - 8,28km – 1.720m). Reguero que junto al Arroyo de la Venta y el Arroyo del Regajo del Puerto, conforman el nacimiento del río Guadarrama. 

Y aquí se acaban las contemplaciones, comienza la dura realidad de esta sinuosa travesía por la vertiente sur de Siete Picos. Es sobre la zona de Los Riscos de Cueva Lirón, donde muestra su cara más abrupta y al mismo tiempo; más singular y bonita. Ascendiendo en constante zigzag, con exigentes y continuos repechos.
Cada metro es una aventura, en que hay que extremar la atención, para no perder de vista; los hitos y marcas del PR. Así como ayudándose de las manos, para superar ciertos tramos.

La Senda Herreros, no es recomendable sin experiencia y dotes de orientación, exigiendo un buen nivel físico. Helada o con nieve, la travesía puede resultar muy peligrosa, haciéndose necesario ir equipado con crampones y piolet.

Pero como no hay mal que cien años dure, lo más trabajoso acaba, cuando estamos bordeando el séptimo pico. Setenta metros más arriba de la Pimpolla Negra, donde volvemos a ver las cimas de; La Bola del Mundo y La Maliciosa. El nivel se relaja y la senda gira a izquierda, para recorrer la ladera Sureste del séptimo pico. Casi manteniendo el nivel, aunque con las lógicas subidas y bajadas, la senda se estrecha y tiene raíces, que hay que evitar, para no sufrir un percance, que nadie desea.  
Por fin la senda se allana y ensancha, cuando olemos la proximidad de la Pradera de Siete Picos, en la que aparecemos, en el punto mencionado anteriormente (5,34h - 11,6km - 1.950m).

Proseguimos por la parte Sur de esta explanada, persiguiendo las marcas del PR-M8, pasamos junto al roquedal, del Alto del Telégrafo, sobre el que vemos la silueta de la  Virgen de las Nieves.
Continuamos hasta la antena y tomamos la senda que parte a derecha, que baja rodeando la pista de esquí para principiantes. Sufriendo los últimos metros del PR-M8 <puedo decir que odiado por algunos, según clamores que me llegaban>. 

Estos metros finales son un pedregal, que no hace más que aumentar el cariño que me tenían, los murmuradores. Que gritan ¡al parecer no hemos tenido suficiente con la Pata Cabra! Pero lo hemos logrado, desembocamos en la calzada asfaltada y nos vamos derechos a por la fresca cerveza, que calme la sed y apague los resquemores. 

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