M A P A P E R F I L F O T O S Track KML W I K I L O C Análisis IBP
Tipo de Ruta: Circular Dificultad: B / M (IBP: 44)
Recorrido: 13,2 km Ciclable: NO
Tiempo Total: 5:20 horas Tiempo en Movimiento: 3:46 horas Altitud
mínima: 1172 metros
Altitud máxima: 1408 metros Desnivel
positivo: 465 metros Desnivel
negativo: 465 metros
Desnivel acumulado: 930 metros Fuentes:
NO Sombras: 70%
Recomendada: todo el año Realizada: 16-03-2017 Señalizada: NO
Descripción:
Buscando una ruta “sencilla”, Paco
nos propone ir al Arroyo del Aguilón, en Rascafría, para ver las cascadas del
Purgatorio. Pues nada, con una nueva incorporación <Jorge, compañero de
Paco>, nos trasladamos los cinco; al área recreativa de la isla, en la ctra
M-604 km: 31,7.
Los cinco componentes del GsTa, en
este día (Sol, Paco, J.Luis, Jorge y Cristobal, el que redacta), iniciamos la marcha a la 09:40, nos vamos
hacia el Río Lozoya, lo cruzamos por un puentecito y alcanzamos un pista (por
donde transcurre el PR-M25), la cruzamos y seguidamente una acequia que era: El trasvase de La Presa del
Pradillo -un poco más arriba- a la central eléctrica - medio kilómetro más
abajo.
En sentido Este, ascendemos entre pinos
para entroncar con otra pista. Una vez en ella, la seguimos a izquierda; teniendo
las primeras panorámicas de Peñalara y Los Montes Carpetanos. Ignoramos un
desvío a izquierda, cruzamos el Arroyo de la Bardera y en la
bifurcación, continuamos por la derecha, siguiendo las indicaciones del RV-6 y
GR-10.
El
RV-6, es una Ruta local, que parte desde el Monasterio de El Paular, al Puerto
de la Morcuera, por el antiguo Camino de Madrid, por el que se ha trazado la
variante del GR-10, desde Bustarviejo.
En la siguiente división, abandonamos
el RV-6 y GR-10, para tomar a
izquierda una pista menor; cubierta de un manto verde, que es un placer pisar.
Cuando finaliza, giramos a izquierda por un pequeño rastro que baja al Arroyo
del Aguilón (1h - 3,50km). Lo cruzamos por un esplendido
puente entre las zonas de; la Majada Grande y Mata Moñiguero.
Proseguimos a derecha, por la vereda que nos lleva por la margen Este del arroyo, hasta las cascadas. Este tramo es especialmente atractivo, por su riqueza paisajística; la proximidad al agua y su frondosidad. Nos explayamos tomando fotos, de las pozas, saltos y rápidos del arroyo. Quedando admirados de los acantilados que forman el desfiladero -principalmente por su derecha- de los cortados de Majada Grande.
Así llegamos a la “zona del
Purgatorio” donde vemos la primera
cascada del Arroyo del Aguilón.
Continuamos y se llega al mirador (una plataforma de madera) para contemplar la
segunda cascada (1,35h - 4,9km).
Es el momento de trajinarnos el
bocata y Jorge (el nuevo participe) nos deleita con una buena botella de vino
<que por no hacerle el feo> nos la bebemos. Y puestos en faena, saco el
termo y la petaca; para tomarnos un cafelito, que cada cual riega en la medida
que cree conveniente.
Volviendo al quehacer que nos ha
traído aquí, decidimos esforzamos un poco más -cosa que solo hicimos parte del
grupo-, para subir hasta la tercera y más imponente cascada. El trayecto es
corto, pero difícil; hay dos caminos: seguir junto al arroyo, saltando y
escalando piedras (por donde subimos). O seguir el rastro que serpentea a la
izquierda; dando un rodeo, que asciende para luego bajar (por donde
regresamos).
Por ambos caminos se logra llegar,
al punto en que se puede admirar (la primera cascada en el curso de la
corriente y tercera en el sentido de
nuestro recorrido). Es la parte más
angosta del desfiladero, donde se despeña el torrente, formando la cascada más alta ¡a merecido la pena!
Regresamos junto a los compañeros,
que nos esperan en el mirador y desandamos el tramo hasta el puente. Sin cruzar
seguimos aguas abajo, lo más cercano posible al arroyo. Pisando sobre una
alfombra de hojas de roble y con el acorde del correr del agua, hasta que desembocamos
en el Río Lozoya y continuamos junto a la ribera para aterrizar en Las Presillas
(3,20h - 9,63km), que hoy están súper tranquilas. Cruzamos a su orilla Oeste,
donde apenas hay cuatro personas -sentadas en sus numerosas y esparcidas mesas-.
Toca regresar, que lo hacemos
subiendo por el margen izquierdo, aguas arriba del Río Lozoya. Nos dirigimos en
dirección Sur; por senda/vereda o simplemente rastro, entre pinos y
principalmente robles. Vemos la unión del Arroyo del Aguilón, dejamos a derecha
la finca de la Casa de los Aguilones y llegamos al puente sobre el Río
Lozoya. Este ramal une; el antiguo camino de El Paular con la ctra M-604. Proseguimos sin cruzar por la
margen izquierda, cruzamos una puerta más; esta es “modelo pale” y en poco vemos
al otro lado un edificio abandonado, cruzamos para acercarnos a esta
decadencia.
Es
la antigua central hidroeléctrica -evolución de los viejos molinos, que
utilizaban la corriente de los ríos para generar energía-, en este caso; es el
agua del Arroyo de la Angostura <hoy llamado Río Lozoya>. El agua
retenida por el Embalse del Pradillo, poco más arriba del área recreativa de La
Isla; es conducida por una acequia hasta la central, donde se le precipita para
que las turbinas generen electricidad.
Regresamos al otro lado para
continuar la marcha, pasamos junto a una casa de madera abandonada
(posiblemente algún proyecto frustrado), y vadeamos por una pasarela, el Arroyo
de Navaluesa.
Traspasamos una alambrada,
por otra puerta “esta si es homologada” y en breve arribamos al Área Recreativa
de La Isla. Paramos en un restaurante, donde tomamos la merecida cerveza y
damos por finalizada la ruta.
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