Villamanta, Paseo Urbano y Ermita del Socorro

Villamanta, pozo romano, Museo Casa del Tío Breva, Fuente del Caño Viejo, Fuente de los Tres Caños, Iglesia de Santa Catalina, Plaza de Juan Carlos I, Ermita de Nuestra Señora Virgen del Socorro, arroyo Grande, Parque del Descansadero del Puente, Parque de la Estación, Parque de la Ermita, Cañada Real Segoviana.

M A P A      P E R F I L      F O T O S      Track KML      W I K I L O C      Análisis IBP

Tipo de Ruta: Circular   Dificultad: Baja (IBP: 15)   Recorrido: 4,6 km   Ciclable: SI

Tiempo Total: 1:26 horas  Tiempo en Movimiento: 1:15 horas  Altitud mínima: 533 metros  

Altitud máxima: 562 metros    Desnivel positivo: 56 metros    Desnivel negativo: 56 metros

Desnivel acumulado: 112 metros      Fuentes: SI      Sombras: 10%     

Recomendada: todo el año      Realizada: 31-05-2025      Señalizada: NO

Descripción:

Villamanta, es un mediano municipio de 63,15 kilómetros cuadrados, que lo sitúa en el puesto 28 de la Comunidad de Madrid por superficie. Se encuentra al suroeste, entre los T. M. de Navalcarnero, Sevilla la Nueva, Villanueva de Perales, Villamantilla y Aldea del Fresno; además de Méntrida, Valmojado y Casarrubios del Monte.

Tiene una población en torno a los dos mil novecientos habitantes; cuyo gentilicio es sapero, villamanteño o villamantero. Está comunicado por la ctra M-507 y M-530 y el transporte público lo cubre las líneas 541, 545, 546, 547 y 548 desde el Intercambiador de Plaza Elíptica.

El origen de Villamanta pudo ser romano por los restos arqueológicos hallados, como lápidas de enterramientos en piedra blanca y serrana con huesos, monedas de varios emperadores, vasijas, cimientos y armas o piedras con inscripciones y también cerámica fina datada entre los siglos III-V a. C., hornos, aljibes, etc.; y también por ser atravesada por la Cañada Real Segoviana.

La mítica Mantua Carpetanorum, una civitates sin urbe, citada por Ptolomeo y por el maestro Esquivel, cronista del Emperador Carlos V, podría haber estado en ésta zona, convirtiéndola en un importante enclave; quedando incluso los restos de un teatro romano.

Por eso se dice que su topónimo viene de una equivocación que tuvieron los primeros labradores, que repoblaron el lugar, y que en vez de decir Mantua decían “manta”. Los romanos no fueron el único pueblo que pasó por Villamanta, también los árabes dejaron huellas arquitectónicas a su paso como una serie de galerías encontradas en el municipio.

Junto a otras aldeas de El Alamín como Villa del Prado y Aldea del Fresno pasó a formar parte del señorío de los Luna y en 1469 pasó a manos del comendador Gonzalo Chacón. Felipe IV otorgó la categoría de Villa a Villamanta en 1629, separándola del sexmo de Casarrubios y pasando a formar parte del señorío de los Condes de Miranda.

Villamanta ha sido a través de los siglos un pueblo dedicado a la agricultura y a la ganadería, actividades que prácticamente no han variado hasta el siglo XX, cuando el ferrocarril aún pasaba por el municipio. Actualmente el auge de la segunda residencia debido a su cercanía con Madrid ha visto aumentar otros sectores de la economía como el sector servicios, la industria y la construcción.

Villamanta ha tenido siempre una conexión con el cine, habiendo pasado personajes como Rachel West y se han rodado películas bélicas y series; pero, sobre todo fue famosa durante un tiempo al ser plató de películas del Lejano Oeste, como la Plaza Rey Juan Carlos I, donde se rodó Cañones para Córdoba; para lo que se convirtió el Ayuntamiento, en un hotel con su correspondiente cantina.

No obstante, será la antigua estación (hoy convertida en vivienda), el lugar más utilizado para las grabaciones de películas del Lejano Oeste; como 100 rifles, La Furia de los 7 magníficos, Los compañeros, Manos torpes o Los jóvenes leones.

El paseo/ruta da comienzo en la c/. Cañada Real Segoviana, junto al CEIP San Dámaso, zona del antiguo Descansadero del Puente, en el trazado de la vía pecuaria Cañada Real Segoviana, por la que seguimos hacia las afueras del pueblo, rodeándolo y cruzando la Av. de la Libertad y ctra M-507; seguir a izquierda hasta torcer a derecha por c/. Mantua Carpetanorum.

En la esquina con c/. Roma se ve un antiguo palacete protegido, en cuya fachada se aprecian numerosas marcas de los bombardeos sufridos en la guerra civil española. Continuando por c/. Roma se llaga a la c/. Fuente Grande, viendo a la derecha el antiguo pozo romano, utilizado hasta los años cuarenta del siglo pasado.

Proseguir subiendo y luego continuar por c/. Nazarí, hasta girar por un pasaje que desemboca en la c/. Real y frente al Museo Casa del Tío Breva, antigua casa del Cura de Casarrubios del Monte, donde se guarda parte del tesoro de Villamanta; compuesto por numerosos hallazgos arqueológicos como: monedas de diferentes emperadores, lápidas, estelas, enseres algo más modernos y la joya del tesoro, un criptopórtico, que se encuentra en las galerías, perteneciente a un teatro romano. También alberga en su interior una importante colección del pintor Antonio Simón Cuevas.

Metros más abajo en el nº16 hay un escudo heráldico y rodeando la casa, en c/. José Juan Aracil está el antiguo molino de aceite de finales del siglo XIX, recientemente restaurado y protegido. Regresando a la c/. Real se baja por ella hasta la pequeña Plaza del Cerrillo, donde se verán los restos del antiguo Hospital de Pobres y Viandantes del siglo XVI.

Subiendo por c/. San Antón, se regresa a la Plaza de la Constitución, desde la que se accede a la Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Alejandría, construida en el siglo XVI y que en su interior alberga cinco reliquias, entre las que se encuentra las del Papa San Dámaso I, el primer papa español, nacido en Villamanta en el año 304 e impulsor de la traducción de la Biblia al idioma popular, al latín, e introdujo el uso del Aleluya y el Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Además de las reliquias, hay restos de frescos originales todavía conservados.

Por el Callejón del Caño se llega hasta la bandalizada Fuente del Caño Viejo (siglo XIX), continuando hacía el interior del pueblo por c/. del Caño, para ver en el siguiente cruce la Fuente de los Tres Caños; donde desagua en un gran baso pilón. 

Seguir al sur por c/. del Caño y girar por la peatonalizada c/. José García Núñez, donde se verán varios edificios representativos, con una interesante portada en el nº7.

Acto seguido se entra en la Plaza Juan Carlos I, donde destaca el edificio de las antiguas escuelas (1894), actual Centro Cívico Antonio Simón Cuevas, y el ayuntamiento; histórico edificio que albergó una cárcel, de la cual se conserva algún elemento, con una torre que tiene un reloj y tres campanas. Hay que decir que ambos edificios han sido restaurados y rehabilitados.

El paseo sigue por c/. Virgen del Socorro, de la que cuelga el Callejón de la Picardía, cuyo nombre tendrá su razón en una interesante historia desconocida. Lugo tuerce por c/. Segovia y a continuación gira por c/. San Blas, pasando por el Cuartel de la Guardia Civil, antes de enlazar con el bonito y amplio Paseo de la Ermita; que pasa sobre el Barranco del Caño.

Pasando por el Parque de la Ermita y zona deportiva con puntos activos de ejercicio, se llega a la bonita Ermita de Nuestra Señora Virgen del Socorro, en la cual se encuentra una hermosa talla de la Virgen (patrona del pueblo) de antigüedad desconocida. Cruzada la carretera se prosigue por c/. del Río Guadalquivir, para pasar junto a la Plaza de Toros (desmontable) y los toriles; edificación fija.

La ruta prosigue por el rehabilitado paseo junto al arroyo Grande, que se desbordó y arrasó en septiembre del 2023, toda la zona, llevándose el primer vano del puente y acabando con vida de un vecino y varios más en la zona. Atravesado el Parque del Descansadero del Puente, donde hay una fuente, se cruza el Paseo de la Estación, para ver la piscina, el polideportivo y el Campo de Futbol. 

Regresando al paseo, se cruza el arroyo Grande, viendo al otro lado el Parque de la Estación, la Casa de Niños y la antigua estación de Villamanta; convertida en vivienda. A la derecha, la construcción en ruinas fue una bodega, donde todavía se pueden ver las tinajas y más arriba, en el cerrete, hay dos chimeneas de las cuevas que formaban parte.

Volviendo a cruzar el arroyo Grande, se gira a derecha y rodeando la zona deportiva y el colegio; por terrenos del descansadero del Puente, se finaliza.